Se trata de la pequeña que resultó quemada en sus pierna en el barrio El Bosque, cuando, al parecer, accidentalmente tropezó con un frasco con gasolina que se encendió al contacto con una vela.

La pequeña, quien luchó por tres largos meses contra las quemaduras, y que parecía recuperarse, murió el pasado domingo a las 9:45 de la noche, en el pabellón de quemados del hospital Simón Bolívar, de Bogotá.

Aunque familiares de la infante prefirieron no entregar declaraciones al respecto, se pudo conocer que a la niña sólo le quedaba una cirugía para terminar con éxito el tratamiento que la devolvería a clases.

Al respecto, el rector de la institución educativa Leonidas Rubio, Gustavo Ramírez, dijo que ayer los estudiantes y el cuerpo docente honraron el nombre de la alumna en la concha acústica de la institución.

“Tenemos que lamentar la muerte de la niña, quien cursó el año pasado Octavo grado. Era una excelente monitora de curso (...). La niña fue trasladada de inmediato a Bogotá y se adelantaron los tratamientos en este hospital”, dijo el educador.

Aunque los pronósticos de la salud de la menor eran buenos, pues el 90 por ciento de las quemaduras ya estaba sanado, un decaimiento en diciembre mantuvo reservada su salud.

“Presentó anemia aguda, se complicó muchísimo. Hablamos con la mamá, fundamentalmente el colegio cada semana hablaba con ella para saber su estado de salud”, informó Ramírez.

Según Ramiro Díaz, coordinador de la misma institución, dijo que lamentaba profundamente esta tragedia y aseguró que ayer mismo el colegio pidió la colaboración de los alumnos, quienes reunirían recursos para devolver el cadáver y brindarle cristiana sepultura.

“Hablé con ella la semana pasada y le di mi voz de aliento. Le dije que aquí la esperábamos, que la queríamos y que nos hacía mucha falta. Ella estaba muy animada porque iba a volver clases, pero infortunadamente su salud no soportó más”, dijo.