Por confusión en huellas digitales, una familia no ha podido enterrar a su ser querido

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Dos familias en el Tolima viven una encrucijada desde el sábado 22 de agosto, fecha en la que falleció Carlos Andrés Ramírez Castillo en un accidente de tránsito, y todo porque las huellas digitales que aparecen en la cédula de ciudadanía del occiso, le corresponden a una persona que está viva.

La historia inició, según Carlos Andrés Ramírez Rincón, cuando los dos jóvenes coincidieron en ir a prestar servicio militar, en el Ejército los llevaron a tramitar los documentos de identificación, pero como los nombres y el primer apellido son similares, en la Registraduría trocaron las huellas.

Ahora por esta confusión, la familia de Ramírez Castillo no ha podido retirar el cuerpo de Medicina Legal, puesto que los forenses no saben la verdadera identidad del occiso porque no concuerda las huellas con el documento de identidad.

“Estoy vivo”

Carlos Andrés Ramírez Rincón, narró a esta redacción, que en 2007 lo reclutaron para el Ejército, pero debido a que tanto él, como su homónimo no tenían cédula, los llevaron juntos a expedir los papeles y nunca sospecharon nada porque les entregaron la contraseña.

“Salimos de prestar servicio en Arauca, con el curso (soldado) nunca nos volvimos a ver, seguro él fue primero a que le entregaran la cédula y cuando fui yo, que no me la entregaban porque tenía doble documentación y les dije que no podía ser, porque nunca he tenido.

“Desde ese tiempo he luchado por mi identidad, porque no he podido acceder al sistema de seguridad para mi hija, porque no tengo cédula, siempre me toca identificarme con la tarjeta militar”, contó.

Ahora, casi ocho años después de la muerte de su ‘lanza’, el hombre se enteró que la familia del occiso lo estaba buscando por los medios de comunicación para que puedan arreglar el problema de las huellas y así les entreguen el cadáver.

“Aparezco como difunto y debo esperar que nos tomen las huellas para que puedan entregar el cadáver; ayer (miércoles), fui a la Fiscalía para poder ayudar a la familia de mi curso y si ahora sí me solucionan mi problema”, puntualizó Ramírez Rincón.

Doble dolor

“Solamente queremos sepultar a nuestro familiar, -dijo el cuñado de Carlos Andrés Ramírez Castillo, quien en la mañana de ayer esperaba en Medicina Legal que entregaran el cuerpo-, esto es un doble dolor para una madre, se le muere su hijo y ahora tiene que hacer tantas vueltas por un error”.

“Necesitamos esto se solucione rápido, aunque nos dicen que hay que esperar para que sepan la verdadera identidad de mi cuñado, Medicina Legal ahora dice que todo le corresponde a la Fiscalía y debido a esta demora”.

Finalmente el familiar, quien sigue esperando desde el domingo en la puerta del Instituto de Ciencias Forenses que entreguen el cuerpo de Ramírez Castillo, aseguró que la familia decidió interponer una acción de tutela, “no podemos pagar los errores de los demás, de la Registraduría”.

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