La malicia de dos agentes de la Unidad de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Ibagué les permitió descubrir un cargamento de droga que era llevado en una Turbo.

El puesto de control estaba ubicado sobre el kilómetro 18 de la vía que comunica a Ibagué con Mariquita, donde detuvieron el automotor para practicar una requisa de rutina.

Los policías solicitaron a las personas que abrieran la puerta de atrás, pero el conductor argumentó que no las tenía y que debía llamar al dueño, lo que generó más duda.

Las llaves aparecieron y abrieron, y a simple vista llevaban harina y otros elementos de panadería.

Sin embargo, movieron los elementos y encontraron paquetes en bolsas negras y luego, al verificar, encontraron la droga.

El coronel Miguel Ángel Botía, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Ibagué, declaró: “El carro había salido de Corinto, Cauca, y el destino era La Dorada, Caldas”.

El coronel Botía aseguró que las personas detenidas fueron César Robayo, conductor, y Arturo Bernal, tripulante. Ellos manifestaron que habían sido contratados para llevar la harina y que no sabían de la droga.

Además, agregó que han hecho las verificaciones con las otras incautaciones para determinar de qué grupo sería la droga, pero “sabemos que esa zona es un corredor y mucha de la droga que ingresa a la ciudad o va hacia el interior viene de Cauca. Son mafias organizadas que tienen contactos en esa zona del País donde la producen”, aseguró.

Así distribuyen la droga

El total de la marihuana tipo cripy incautada fue de 510 kilogramos y de esa cantidad los expendedores logran sacar un aproximado de 12 mil 750 dosis.

El coronel Botía aseguró que una dosis puede tener 20 gramos, que es vendida a los consumidores en tres mil pesos o cuatro mil, es decir, al vender la droga podrían ganar 38 millones de pesos.