Alcaldía demandará a periodista de El Olfato que grabó conversación de funcionarios

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
La Alcaldía de Ibagué interpondrá una denuncia penal en contra de Claudia Melo, periodista del portal El Olfato, así como al director del medio, por supuesta violación al derecho a la intimidad.

Al haber grabado y publicado apartes de una conversación que sostuvieron el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, Jorge Enrique Cardoso, director de Cortolima, y Jéniffer Parra secretaria de Desarrollo Social.

La grabación, que derivó en la nota titulada ‘El contrato que despierta la ira de Jaramillo’, se dio el pasado 2 de julio, luego de que terminara una rueda de prensa convocada en el despacho del Alcalde para socializar un convenio entre el Ibal y Cortolima. En ella, los funcionarios comentan las complicaciones de orden jurídico que surgieron para adelantar la construcción del Centro Regional para la Atención de Víctimas en un predio contiguo a las instalaciones de la Fiscalía, en el sector de El Papayo.

En el audio se escucha al alcalde Jaramillo decir: “Eso es falso, antes le voy a decir una cosa: sabe qué pasa con la puta Fiscalía, perdóneme que tenga que decirlo, se nos cogieron un pedazo de terreno y por no molestarlos y dejarles el pedazo de terreno, debimos haberlos jodido y habérselos quitado. Le da a uno es berraquera, llegaron y se metieron al lote”.

Este hecho guarda semejanza con un episodio ocurrido el 7 de agosto del año pasado en Bogotá. Ese día, luego del acto de posesión del presidente Iván Duque, la periodista Paola Rojas de Noticias Uno grabó una reunión de congresistas del Centro Democrático en la que celebran el polémico discurso del senador Ernesto Macías que minutos antes había pronunciado y en el que se burlaban de algunos opositores. Por esto, la comunicadora llegó a recibir amenazas.

Según la Administración, se trató de un diálogo privado que la reportera grabó a escondidas desde el despacho, pero en un sitio aledaño. Para la Alcaldía este acto constituye una conducta “ilícita e ilegal que no tiene nada que ver con el ejercicio respetuoso constitucionalmente reconocido a la libertad de expresión y de prensa, en tanto es una flagrante intromisión que desconoce el derecho fundamental a la intimidad de quienes fueron subrepticiamente registrados en el audio que sin permiso grabó”.

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