Un merecido empate

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
El boxeador tolimense Bélmar Preciado pudo reponerse a tiempo de un mal comienzo y a base de su talento, igualó un combate que le permite conservar su invicto en el profesionalismo en la categoría supergallo (122 libras).

El boxeo tolimense cerró en la noche del viernes un magnífico año en cuanto a resultados se refiere, Óscar ‘El Olímpico’ Escandón es campeón mundial interino supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo, Íngrit Valencia ganó el Acord de Oro del Tolima y el Altius de Oro por parte del Comité Olímpico Colombiano y Bélmar Preciado sigue invicto en el profesionalismo.

Sin embargo, la lucha que emprendió Preciado para su último combate del año, ante Hugo Berrío, en el marco de la velada boxística ‘Duelo de Naciones’ que se llevó a cabo en Magangué, Bolívar, fue ardua.

La pelea fue brutal, su rival en el primer asalto salió a buscar el nocaut, situación que sorprendió mucho a Bélmar porque no esperaba tanta intensidad desde el comienzo, sin embargo, poco a poco el Pijao se fue acomodando al combate y al final, después de ocho asaltos vibrantes, con muchos golpes de por medio, los jueces decretaron un empate.

Para el púgil tolimense, esta decisión de los jueces es justa por el espectáculo brindado por ambos pegadores y destacó las fortalezas suyas y del rival.

“Fue una pelea dura, yo creo que ha sido la más fuerte de mi carrera; demostré que tengo condiciones, que soy un boxeador que está para recibir y dar golpes. En el primer asalto recibí una mano fuerte, que me envió a la lona, pero gracias a mi fortaleza, seguí tirando golpes, yendo para adelante porque los tolimenses nos caracterizamos por eso y quedé muy contento por el resultado”, dijo Preciado.

Bélmar se vio sorprendido en el primer ‘round’ por parte de Berrío, quien salió con la convicción de liquidar rápido el combate por la vía rápida, hecho que le dejó una gran enseñanza a Preciado en futuras confrontaciones.

“Sí, fui sorprendido, quizás por exceso de confianza, aunque tuve un problema con las botas porque me estaba resbalando en repetidas ocasiones, pero lo importante fue que aprendí mucho de este combate.

“Aprendí que tengo que entrar más vivo a los asaltos, entré con los brazos abajo y recibí una mano, por ese error pude haber perdido la pelea pero gracias a Dios la saqué adelante”, sostuvo.

Con el resultado, Preciado conservó su invicto en el profesionalismo, con siete victorias (seis de ellas por nocaut) y un empate, por lo que espera que lleguen mejores cosas en 2015.

“Haber enfrentado un rival fuerte me ayudará a tener mejores peleas en el futuro, demostré que tengo carácter para medirme a boxeadores experimentados y espero que el próximo año siga por este camino”, concluyó.

Credito
JUAN CARLOS BLANCO CARDOZO

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