Una fiesta de colorido y cantos animando al equipo Pijao se vivió durante el recorrido efectuado por cientos de jóvenes portando las camisetas del equipo de los ‘amores’.

Desde las 2 de la tarde, hora pactada para la caravana, los hinchas se fueron agolpando en la calle 28 con carrera Quinta, y en las calles 19 y 15 efectuaron plantones entonando los cánticos con los que animan las tardes y noches de fútbol en el estadio.

Al tomar la carrera Tercera, para arribar a la plaza Murillo Toro, muchos curiosos preguntaban qué sucedía, y al conocer que ayer se celebraba la fundación del equipo de fútbol de esta tierra, se unían tarareando las letras alusivas al Deportes Tolima.

Recordaron ese día en que se recogieron 10 mil pesos, que fueron entregados al argentino Juan Barbieri, quien trajo jugadores y uniformes para que los ibaguereños tuvieran su primer y único equipo profesional de fútbol.

Aparte de los muchachos, también los niños junto con sus padres, luciendo la casaca tolimense; y aunque muchos esperaban el momento en que se registraran desmanes, durante el recorrido de más de tres horas los muchachos se limitaron a cantar, saltar, quemar bengalas y gritar por el Tolima.

Las celebración de las bodas de diamante, que inició con el título de la Copa Colombia, se extendió por las principales calles de la ciudad, una tarde donde Ibagué, con un grupo de hinchas, recordó a algunos que siempre hay motivos para celebrar y, que no se puede asociar violencia y fútbol.

Hoy, y tras seis décadas de alegrías y sufrimientos, el ‘tolimita’, como le dicen de manera cariñosa algunos, cumple un año más de vida, y a la espera, además, de que se fortalezca el grupo con jugadores de la tierra, esos que también han dado gloria a otros clubes de Colombia y el mundo.