Moda lenta, la ‘marca’ de Paula Gray

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Sus colecciones no nacen pensando en las temporadas, sino en su visión del mundo e impronta personal.

Con la ambientación musicial del destacado DJ argentino Jonatan Tesei se cumplió anoche el lanzamiento de la colección Calor 2012. Su autora, la diseñadora gaucha Paula Gray, expresó a EL NUEVO DÍA la satisfacción que sintió al pisar por primera vez Colombia, tierra de la que ha conocido la moda a través de la pantalla de su televisor y alternando hace dos años con Camilo Álvarez.

La diseñadora internacional, invitada al Ibagué, Maquila y Moda, mirando fijamente las modelos que lucirían sus prendas, indicó que su pasarela le serviría para conocer la espontaneidad e interpretación de los invitados, a quienes como es su estilo esperaba ‘sembrar’ la curiosidad por el diseño sustentable, su fuerte.

Tan fresca y divertida como lucen sus colecciones, Paula Gray  explicó a nuestros lectores que el slow fashion no es una tendencia a la manera típica de la temporada, sino un movimiento consciente que va más allá de escoger una prenda porque está en furor.

Según ella, la moda lenta representa todas las cosas “eco”, “ética” y “verde” reunidas en un mismo concepto, que anima a tomarse el tiempo para asegurar la calidad de la producción, dar valor al producto y reducir los daños al planeta.

Incursionar en este campo para Gray fue sencillo, llegó a su vida por casualidad, mientras hacía compras en un supermercado en Los Ángeles, años después de haber abandonado la gerencia de un banco para dedicarse de lleno al diseño de autor con telas vintage, su verdadera pasión.

EL NUEVO DÍA:
¿Qué la llevó al diseño?
PAULA GRAY: “Siempre estuve muy pegada con el tema de la moda, con el arte y desde niña me estimularon a hacer cosas creativas, pero terminé como gerenta de un banco. Paralelamente empecé a confeccionar prendas recuperadas hasta que en un momento dije por qué estoy trabajando en esto si disfruto más lo otro y me tiré en la pileta”.

END: ¿Y cómo incursionó en el diseño sustentable?
PG: “Fue estando en un supermercado en Estados Unidos, donde ingresé a pedir una Coca-Cola y me la negaron porque allí no vendían. ¡Sorpresa! Estaba en un lugar donde todo era orgánico, ecológico y vi en un espacio cosas de diseño, bolsos, playeras y accesorios, ahí me desayuné con ello y dije lo quiero para mí. En ese momento estaba experimentando con telas vintage, antiguas, que recuperaba, tenía esa cosas de reciclaje, de tomar collares antiguos y sacar la cinta y aplicarlas a las prendas, iba por ese lado, pero antes de descubrirlo fue como un momento a otro”.

END: ¿Cuándo entonces empezó con los materiales orgánicos?
PG: “Hace ocho años. Empecé en  México y Estados Unidos dedicándome a buscar un poco de materiales ecológicos, los cuales fui mezclando con telas viejas, y a recuperar desperdicios textiles, todo lo que se desechaba en las maquilas, y con eso fui  experimentando con accesorios, luego llegué al algodón orgánico”.

END: ¿Cuál es el trasfondo de esa elección?
PG: “La preocupación por lo que está pasando en el mundo, el cambio climático, me llevó a elegir este camino, porque en definitiva es respetar de manera digna, favorable y con un mínimo impacto ambiental todo el proceso de la cadena de valor, y allí entran los materiales, recursos naturales y humanos que a veces son tan olvidados”.

END: ¿Qué le garantiza que las telas que está utilizando son amigables con el planeta?
PG: “Las certificaciones de mis proveedores que establecen que estas telas son libres de pesticidas, que tienen ciertos estándares. Igualmente me gusta averiguar de dónde proviene cada material y sus procesos”.

“En mis diseños no sólo son importantes las telas orgánicas, también lo son los demás insumos. Por ejemplo, los botones provienen de viejos stocks, o son de madera pintados a mano; los bolillos de algodón son de Chile y Perú y cada vez que piso Sao Paulo no dejo de visitar un rincón secreto donde encuentro todo tipo de listones antiguos maravillosos”.

Su consigna
END: ¿Cómo entender el slow fashion?
PG: “Tiene que ver con el estar un poco más separado de lo que dicta el mundo en cuanto a las tendencias. Si bien a todas nos gustan los zapatos, las carteras, los vestidos, el slow fashion tiene que ver con tomar conciencia de que hagamos que la moda deje de ser algo descartable, que sirva para manifestarse y por qué no poder emplear una chaqueta por cuatro años, sin pensar en que tiene tal detalle que es anticuado. Este movimiento tiene que ver con mantener nuestra personalidad, de separarnos de esos cánones de que todo lo último tenemos que tenerlo y usarlo. El slow fashion exige calidad, hacer prendas que perduren tras las temporadas y que de repente tienes algo que lo compraste hace cuatro años y está como recién sacado del almacén, es como un desafío a las tendencias”.

END: ¿Es rentable?
PG: “Claro que lo es, porque al haber mayor calidad los costos son más altos, pero por otro lado quién no se compra alguna prenda como de fondo de armario que dice sé que compro esto y lo voy a usar por mucho tiempo, lo hace como una inversión. Lógicamente no es algo masivo y popular, pero existe y no olvida lo que está alrededor y es como una corriente, que tiene que ver con vivir un poco más lento sin ser tan vertiginosa en todo”.

END: ¿Cómo es un consumidor slow fashion?
PG: “Más consciente, que antes de comprar una prenda se conecta con ella y disfruta el momento de la compra y no de todos corriendo por un mismo artículo”.

END: ¿Cuál es su misión entonces?
PG: “Priorizar materiales ecológicos, que brinden un mejor bienestar a quien está en su proceso de producción y al consumidor final, pero también trabajar en proyectos que incluyan a niños. Estuve colaborando con organizaciones dando charlas para niños de colegio que tiene que ver con el consumo consciente; también aportar a la erradicación del trabajo infantil; demostrar que no puede haber mujeres explotadas y alegrar a las mujeres con ropa divertida”.

END: ¿Cómo está este movimiento en Latinoamérica?
PG: “Recién está despertando, diría que no está instalado. En mi caso abrí esa puerta en Argentina y Chile y creo que vamos de a poco tomando conciencia con esta mirada. Las revistas de moda están contribuyendo mucho en ello al mostrar esta corriente”.

END: ¿Qué consejo le da a los jóvenes que están incursionando en este medio?
PG: “Que se capaciten, cuando me lancé en esto me puse a estudiar, hice cursos de moldería y de moda. Sumado a ello que se preparen en la parte comercial, porque he visto muchos talentos que se han quedado a mitad de camino porque no tienen idea de costos, y no lanzar ropa si no se tiene un plan de acción y saber a dónde se quiere llegar, quiénes queremos que usen nuestras prendas y, sobre todo, ser únicos, que no copien, está bueno tener ídolos, pero creo que es mucho mejor estimular el sello personal”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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