“Hablar de ideología de género es un ataque muy fuerte a la igualdad”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Entrevista con Ana Jimena Bautista, coordinadora de la línea de género de Dejusticia, quien analizó la polémica generada por la llamada ideología de género en el acuerdo de paz con las Farc.

Parte del triunfo del No en el plebiscito por la paz se debió a que sus promotores incluyeron en la discusión, y lo mantienen en las conversaciones de revisión, un tema que, para la mayoría de analistas, no aparece en el Acuerdo Final con las Farc: la existencia de la supuesta ideología de género.

El debate es fuerte, pues sectores que trabajan en la defensa de los derechos de las mujeres y los de la comunidad Lgbti, creen que este asunto realmente es una forma para buscar cambiar los avances que se han conseguido en la Corte Constitucional, sobre los diferentes tipos de familia y el matrimonio o la adopción igualitaria.

En entrevista con Colprensa, la coordinadora de la línea de género del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, DeJusticia, Ana Jimena Bautista, explicó en qué consiste el enfoque de género de ese acuerdo y cuál es la diferencia con la ideología de género, que ha generado tantas críticas por parte de las iglesias y del exprocurador Alejandro Ordóñez.

Sobre el tema, esta semana él y el presidente Juan Manuel Santos tuvieron una reunión, así como el mandatario tuvo con las iglesias, al tiempo que la organización Colombia Diversa publicó un informe en el que se asegura que 2015 fue el año más violento para la comunidad Lgbti, con 110 personas asesinadas, especialmente en Antioquia, Bogotá, Valle y Atlántico.

El documento, titulado ‘Cuerpos excluidos, rostros de impunidad’, indica que 53 de las víctimas eran gais; 33, trans; 11, lesbianas; siete, bisexuales y siete más, aparecen sin especificar su condición. De ellos, nueve eran considerados defensores de derechos humanos. Además de los asesinatos, hubo amenazas, torturas y malos tratos. El informe da cuenta, también, de denuncias por la actuación de la Policía Nacional.

- Tras la reunión entre el presidente y Alejandro Ordóñez, este último dijo que “se purgará la ideología de género del Acuerdo Final con las Farc”. ¿Qué opina usted al respecto?

Tanto al presidente Santos como al exprocurador, dijeron que el Acuerdo Final no tiene realmente incluida una ideología de género. Lo que sí tiene es un enfoque que fue incluido después de un gran proceso, por parte especialmente de las organizaciones de mujeres y de población Lgbti, que llevaron sus propuestas a la mesa de conversaciones. ¿Por qué? Porque la población Lgbti sabe perfectamente que el conflicto armado los ha afectado de manera igual que al resto de la sociedad. Lo que hay es una gran confusión de lo que se entiende por enfoque de género.

- ¿Qué es la ideología de género?

No es que sea una ideología promovida por la comunidad Lgbti o por las mujeres. Casi que es una categoría peyorativa que han utilizado quiénes se oponen a la reclamación de garantías de derechos de la comunidad Lgbti y de la igualdad que debe existir entre hombres y mujeres. Hasta donde hemos podido rastrear, esto viene más del Vaticano, que ha entendido la ideología de género como una fenómeno para oponerse al reconocimiento de derechos específicos de la comunidad Lgbti y como un mecanismo para atacar todo aquello que considere que va en contra de la familia heterosexual.

- ¿Qué es el enfoque de género?

En la sociedad no todos tenemos el mismo poder, hay relaciones de poder distintas entre hombres y mujeres, pero también con personas que tienen una identidad o una orientación sexual diversa; el enfoque de género permite entender que somos diferentes, que hay relaciones de poder diferentes y, en consecuencia, que para garantizar la igualdad de derechos es necesario dar respuestas diferenciadas.

- Cuándo a Ordóñez le preguntamos por qué habla de ideología de género, explicó que el enfoque de género permite varias interpretaciones, ¿usted qué cree de eso?

Creo que lo que hace, hábilmente, es confundir una cosa con la otra. Creo que su interés y el de algunas de las iglesias cristianas es incluir en el Acuerdo Final una serie de discusiones que no estaban allí o que quieren cambiar. Tenemos una tradición de que la Corte Constitucional, de manera paulatina, ha venido reconociendo los derechos de la comunidad Lgbti, como que hay familias diversas. Ellos quieren llevar al Acuerdo estas discusiones, que deberían llevar en democracia y por los canales ordinarios, es decir, por el Congreso o por la Corte Constitucional y no en este Acuerdo, que lo que busca es terminar el conflicto armado. Además, en esas discusiones deberían participar los directamente afectados y no solamente las iglesias cristianas y la católica.

- Estos fallos de la Corte sobre la comunidad ¿se pueden cambiar?

No. Y ese es un punto fundamental. Ellos, que han manifestado como una de sus críticas que se toque la Constitución, al incluir estas discusiones en el Acuerdo Final, lo que harían es desconocer normas constitucionales, que están en tratados de derechos humanos y que hacen parte del bloque de constitucionalidad. No debería usarse el acuerdo para cambiar los avances que han llevado tantos años lograr.

- ¿Qué se había logrado en los acuerdos en materia de enfoque diferencial y de género?

El Acuerdo, por ejemplo, reconoce que las victimizaciones no han ocurrido de la misma manera a todo el mundo y en ese sentido hay una serie de mecanismos de verdad, justicia y reparación, que buscan atender los daños de manera diferenciada. Por ejemplo, dentro de la Comisión de la Verdad hay un grupo especial que entraría a atender la violencia sexual en el marco del conflicto.

- También se dice que se deben atender las violencias que ha sufrido la comunidad Lgbti...

Sí. El país necesita conocer que la comunidad Lgbti ha sido víctima de varios casos de desplazamiento forzado en razón de su orientación sexual o por su identidad de género diversa.

- ¿En qué otro punto hay un enfoque de género?

En materia de participación el acuerdo entiende que las mujeres, para poder hacer parte de lo público y de las discusiones políticas, tienen más barreras. Así que contempla un fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y de las de la comunidad Lgbti. En materia rural este acuerdo hace especial énfasis en la comunidad campesina y reconoce que las mujeres tienen más barreras de acceso a la propiedad de la tierra y dice que para que esto cambie se necesitan políticas específicas que así lo garanticen. Estas son algunas medidas. Sobre los cultivos de uso ilícito, el acuerdo llama la atención a que se ha puesto mayor nivel punitivo a los eslabones más débiles de la cadena; allí están los cultivadores y las cultivadoras.

- Que el país esté en una discusión de ideología de género, entonces, es un retroceso en el reconocimiento de derechos…

Sí. Es un ataque muy fuerte a una serie de luchas que habían culminado en el reconocimiento de derechos importantes hacia las mujeres y la comunidad Lgbti y que no hacen una cosa distinta que garantizar la igualdad. Es un ataque muy fuerte a la igualdad.

- ¿Cómo se puede entender la magnitud de lo que se había alcanzado en el acuerdo con este enfoque? ¿Hay ejemplos similares en otros procesos de justicia o de paz?

En el Perú la Comisión de la Verdad también tuvo un enfoque de género que fue muy importante para reconocer lo sucedido con mujeres indígenas quechua hablantes. Y, sin duda, este acuerdo final, cuando se anunció la inclusión del enfoque diferencial, fue resaltado a nivel internacional, en Naciones Unidas, porque había un esfuerzo serio de incluir un enfoque que esté de manera transversal dentro de él.

- ¿Cuál es el llamado de Dejusticia sobre el enfoque de género, para el trabajo que hacen los promotores del Sí y los del No, buscando armonizar sus propuestas?

El punto para arrancar la discusión y ponerse de acuerdo es el documento de Acuerdo Final y no abrir nuevamente toda la discusión. Si uno parte de allí, entonces parte de que no se le deben meter al acuerdo componentes que no están. Como reconocieron el presidente y el exprocurador, la ideología de género no está en el acuerdo y estas son discusiones que deben darse por las vías ordinarias.

Credito
COLPRENSA

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