Cayó el edificio Space en Medellín

AFP - EL NUEVO DÍA
El elegante conjunto residencial Space de Medellín, fue demolido completamente este martes, casi un año después de que una parte de la edificación se derrumbara por fallas estructurales dejando 12 muertos.

Una nube de polvo cubrió los alrededores del complejo tras la caída de las cuatro torres que aún quedaban en pie en el exclusivo barrio El Poblado, en el sureste de Medellín, que tuvo lugar a las 9:00 de la mañana, puntualmente según lo programado por la Alcaldía y la Policía.

La demolición "se realizó de acuerdo con lo planeado, a la hora prevista. Todo salió muy bien", dijo a la AFP Rogelio Gómez, gerente de la firma Atila Demoliciones, a cargo del procedimiento.

El complejo cayó en su totalidad en seis segundos, tras varias explosiones ocurridas cada 25 milésimas de segundo.

Para ello se emplearon 200 kilos de Indugel, un explosivo fabricado en Colombia, y tres mil metros de cordón detonante, explicó el experto, que observó el operativo junto con las autoridades municipales.

"Por respeto a las familias dolientes no se hizo show. Un obrero raso simplemente accionó el botón", agregó.

Siete minutos después de la explosión, el polvo estaba mitigado y se daba vía libre para el ingreso a la zona, que una hora antes había sido evacuada en un radio de 100 metros del complejo.

La decisión de demoler totalmente la estructura se tomó ante el "alto riesgo de colapso" que presentaba, según reveló un estudio de la Universidad de Los Andes contratado por la Alcaldía.

El Edificio Space, una mole de seis torres interconectadas concebida como una estructura curva de altura escalonada, incluía 154 apartamentos de entre 90 y 170 m2 cada uno. Diseñado por el afamado arquitecto colombiano Laureano Forero, el complejo fue construido entre 2006 y 2013 por la firma Lérida CDO.

El 12 de octubre de 2013, tras la aparición súbita de grietas en algunas vigas, se produjo el derrumbe de la torre seis, terminada y entregada en septiembre de ese año.

La caída de esa construcción de 26 pisos, en la que vivían unas 40 familias que habían sido evacuadas por precaución un día antes, provocó la muerte de 11 obreros que intentaban reparar el daño, así como de un residente.

Ilusiones rotas

Para muchos propietarios, que pagaron entre 200 y 500 millones de pesos colombianos por los apartamentos, caen también proyectos e ilusiones con la demolición. "Lo que se viene al piso no es solo una vivienda sino todo un sistema de vida", dijo a la AFP Santiago Uribe, portavoz de algunos de los damnificados.

Con la tragedia perdieron su hogar 128 familias, muchas de las cuales también se quedaron sin muebles y recuerdos, indicó.

La demolición total del edificio había sido ordenada en enero por la Policía ante "el estado de ruina e inminente riesgo" de otro colapso, pero la empresa constructora argumentó que algunas torres se podían rehabilitar.

Finalmente, el 27 de febrero, dada "la grave situación de vulnerabilidad" de la edificación, según las autoridades, la constructora Lérida CDO organizó la explosión, pero únicamente de la torre cinco.

Estudios técnicos, sin embargo, confirmaron que la demolición debía ser completa.

La propuesta de rehabilitación no es viable "considerando que no es consistente (...) ni resuelve temas fundamentales como procedimientos constructivos seguros, ni permite garantizar la seguridad a la vida de los ocupantes futuros", indicó la Alcaldía.

Decidido a garantizar viviendas seguras, el gobierno presentó el lunes un proyecto de ley que busca obligar a las empresas constructoras a responder por "los perjuicios patrimoniales causados a los propietarios afectados por el colapso o amenaza de ruina como consecuencia de deficiencias en el proceso constructivo", señaló el Ministerio de Vivienda.

Por el desplome de la torre seis, la Fiscalía llamará a juicio por homicidio culposo a tres responsables de Lérida CDO. Según el ente acusador, hubo negligencia de la firma, ya que se utilizó concreto de baja resistencia, no se revisaron las memorias y planos estructurales, ni se hizo la debida supervisión técnica.

Credito
AFP

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