Estudiante de la San Martín se crucifica en Bogotá

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Tras varias horas que permaneció crucificado a una de las ventanas en la parte superior del edificio principal de la Universidad San Martín, el presidente del Comité de Estudiantes Cristian Sánchez, terminó su protesta en rechazo a que ya les están cobrando la nueva matrícula sin que haya solución a los problemas de la institución.

El jueves era el plazo para que los Alvear entregaran la cuenta para que los estudiantes pudieran consignar su matrícula, sin embargo, Sánchez aseguró que si la fiduciaria era constituida por la misma familia y no por el Ministerio, ni él ni sus compañeros iban a consignar el dinero. 

El estudiante de 28 años, quien además está por terminar Veterinaria en la Universidad, aseguró al inicio de su protesta que no iría al baño y tampoco comer hasta que el Ministerio de Educación le explique por qué no se han tomado las medidas respectivas en contra de los directivos del plantel educativo, sin embargo al ser persuadido y advertido por los bomberos y la Policía del riesgo de caer, terminó desmontándose. 

“Necesitamos entrar a clase porque, así como vamos, la continuidad académica creo que la vemos lejos”, dijo al agregar que el Gobierno debe explicar qué información le han entregado los directivos. 

En diálogo con los medios señaló que que siempre ha protestado porque la Universidad no tiene un buen funcionamiento financiero, “mi universidad no es una universidad de garaje, como todo el mundo lo decía; el de garaje es Alvear (Mariano) que no sabe administrar el dinero y que nos tiene así”. 

Por su parte, Diego Castillo, quien desde el 9 de diciembre del 2014 junto con su compañero Cristian decidieron tomarse las instalaciones de la San Martín, aseguró que este era un plan que ya tenían previsto si las decisiones tomadas por el Ministerio no eran las adecuadas para darle un buen manejo a los recursos de la institución. 

En un principio, Castillo era el que se crucificaría, sin embargo por su peso el adecuado fue su compañero. Cristian Sánchez, estuvo sostenido de una serie de cuerdas atadas a una cruz de madera. 

Credito
COLPRENSA

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