En un primer momento, en Altamira del sector de Cerro Tijeras, jurisdicción rural del municipio de Suárez, al norte de departamento, fue secuestrado el escolta Fabián Eduardo Rivera Penagos, luego que sujetos armados arribaran a hasta la casa donde permanecía, de donde lo sacaron violentamente.
Luego, y por información de la comunidad, el cadáver de esta persona fue encontrado por la guardia indígena entres las localidades de La Betulia y Asnazú.
Según explicó el compañero de labores de la víctima, esta se encontraba de permiso, aprovechando el momento para visitar a la novia en Altamira, donde pernoctó. Ahí fue que se presentó el plagio.
“El escolta que murió era integrante del esquema de seguridad de guardia indígena y presidente de la junta de acción comunal La Despensa de Toribío, Bernardo Ciclos”, indicó por su parte el comandante de la Policía en el Cauca, coronel Rosemberg Novoa.
Fabián Eduardo Rivera Penagos era oriundo de San Francisco, zona rural de Toribío.
Después de esto, se conoció del ataque armado a otro integrante de la UNP, quien se movilizaba en una camioneta, la cual terminó impactada por disparos de arma de fuego. El funcionario salió ileso de esta situación, presentada al nororiente del Cauca en medio de la situación que sucedió con el ataque a los integrantes del Resguardo de Tacueyó, donde cinco comuneros fallecieron.
Mientras esto sucede, indígenas salieron hoy a la vía Popayán-Cali o Panamericana para realizar ‘plantones’ como forma de rechazar el asesinato de sus compañeros en los municipios del norte del Cauca así como en otras localidades del país.
Por un momento, y según periodistas de Piendamó y Santander de Quilichao, la protesta se adelanta en el sector de La Agustina, donde los nativos bloquearon el paso de vehículos por un momento. Ahora, se encuentran apostados a los lados de esta importante carretera.
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