Preocupación y enfado entre los neoyorquinos por la llegada del ébola

Las dos enfermeras estadounidenses que se contagiaron de ébola en Texas se curaron de la enfermedad, confirmaron ayer las autoridades.

resumen agencias

La confirmación del primer caso de ébola en Nueva York ha generado una importante preocupación en la Gran Manzana, donde los ciudadanos se debatían ayer entre el miedo al virus y el enfado al saberse que el médico infectado hizo vida normal, tras regresar de África.

“Creo que no deberían haberle dejado venir en un principio. Si hay una cuarentena de 21 días deberían mantenerles allí y luego dejarles ir”, explicaba Jeanette Curet, una paciente que visitó ayer el hospital Bellevue, el centro en el que permanece ingresado Craig Spencer, la primera víctima diagnosticada en Nueva York.

Para Marlene Aguilar, una mujer hispana que trabaja en la zona, también resulta un error permitir que gente que ha estado en los países africanos más afectados por la enfermedad viaje a Estados Unidos con normalidad.

Ese sentimiento coincide con el enfado expresado a través de las redes sociales por un buen número de neoyorquinos, que cuestionan sobre todo que el médico infectado tomase el transporte público y visitase, entre otros lugares, un restaurante y una popular bolera antes de empezar a sentirse mal.

Tras esas reacciones, los gobernadores tanto de Nueva York como de Nueva Jersey anunciaron que todo el personal médico que regrese a estas ciudades después de haber tratado a enfermos de ébola en África Occidental será puesto en cuarentena como medida de precaución.

FALLECIÓ NIÑA CON ÉBOLA EN MALI

El primer caso de ébola identificado en Malí, una niña de dos años que regresó recientemente de Guinea, murió ayer.

“Su estado era estable, incluso pidió comer antes de su deceso” aseguró una fuente gubernamental.

“A pesar de los esfuerzos considerables desplegados por los servicios de salud, la niña enferma sucumbió finalmente” explicó posteriormente el ministerio de Sanidad.

La niña había regresado con su abuela, tras haber visitado Kissidugu, en el sur de Guinea, una zona particularmente afectada por el ébola.

La menor empezó a sangrar por la nariz cuando se hallaba en Guinea, lo que significa que a su regreso el 19 de octubre ya estaba infectada, explicó la Organización Mundial de la Salud.

Credito
EL NUEVO DÍA

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