El sí a esas limitaciones ganó ayer con un 63,73% de los votos (1,5 millones de personas), en una consulta que tuvo un 43,88% de participación y en el que todos los cantones del país menos uno (el de Ticino, en el sur) votaron a favor de la nueva legislación.

La Unión Europea endureció sus leyes sobre tenencia de armas en 2017, en respuesta a ataques como los ocurridos en París en 2015, y pidió a Suiza que introdujera reformas legales para adaptarse a ello, ante la facilidad de cruzar las fronteras entre el país centroeuropeo y la UE.

La modificación legal afecta sobre todo a la tenencia de armas semiautomáticas, que ahora sólo podrá ser posible mediante una “autorización excepcional” por parte de los organismos competentes.

Los sectores opuestos a la reforma legal, principalmente ligados a partidos conservadores, defendían que la propuesta era “antisuiza” ya que ponía en peligro tradiciones nacionales como la práctica de la caza y el tiro.

En Suiza hay aproximadamente 27 armas por cada 100 personas (una tasa que casi cuadruplica a la española), algo que se explica en parte por el hecho de que el servicio militar es obligatorio y los que entran en él reciben un arma -normalmente un fusil de asalto- que pueden conservar en casa.

Los defensores del sí a la limitación argumentaron que esta en ningún caso comprometía populares prácticas deportivas como el tiro, ni obligaría a los suizos a entregar sus fusiles.

En la sesión de referendos de ayer -Suiza tiene una cada tres meses- los suizos también estaban llamados a votar por una reforma fiscal para la financiación de su sistema de pensiones.