El “tire y afloje” por el Federico Lleras

El hospital Federico Lleras Acosta, sí o sí, será devuelto a la Administración Seccional, esa decisión no tiene reversa en próximos meses. La Gobernación debe entender que a futuro esas instituciones de salud no se pueden “feriar” entre grupos aliados y que ahora que pueden designar los gerentes directamente (...) alejados de las pasiones y “mandados”.

Una relación de altibajos, de amores y desamores, han tenido el Gobierno nacional, a través de la Superintendencia de Salud, y la Gobernación del Tolima por el manejo del hospital Federico Lleras Acosta. Históricamente, en el imaginario colectivo este ha sido el máximo centro hospitalario de los tolimenses, el único de nivel III; pero para los gobiernos seccionales de turno, no era otra cosa que la joya de la corona para “cumplirle” con cuotas burocráticas y contratos a quienes les ayudaron en campaña y luego esperaban para repartirse el botín. Prácticamente, estaba quebrado cuando la Súper lo intervino hace tres años y siete meses.

El más reciente desencuentro ocurrió la semana pasada, en una reunión de revisión entre la secretaria de Planeación de la Gobernación, Olga Lucía Alfonso y el superintendente de Salud, Fabio Aristizábal. La petición de la Administración Seccional fue contundente: prorrogar por tres meses más la intervención administrativa por parte del Gobierno nacional. El principal argumento para esa petición es la falta de un escenario financiero con un fondo por más de 120 mil millones de pesos para atender los procesos judiciales, jurídicos y contingencias sobrevivientes una vez termine la intervención forzosa.

Además, hay preocupación regional por la concentración de la demanda de usuarios, tras el cierre de Esimed y la Clínica Minerva; situación que inevitablemente prendió las alarmas por el posible colapso de ciertos servicios como sucedió hace algunos días con el servicio de urgencias.

También, preocupa la millonaria cartera de las EPS, buena parte irrecuperable ante la liquidación de muchas de ellas y ahora una más: Medimás; a la que una decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca deja sin operación en próximos meses.

El superintendente Aristizábal enfatizó que ya no es necesaria la intervención, que el hospital goza de buena salud, se recuperó de las dolencias y está listo para ser devuelto al Gobierno departamental. Sin embargo, se comprometió a estudiar la petición de prorrogar el manejo hasta el mes de septiembre próximo.

El hospital Federico Lleras Acosta, sí o sí, será devuelto a la Administración Seccional, esa decisión no tiene reversa en próximos meses. La Gobernación debe entender que a futuro esas instituciones de salud no se pueden “feriar” entre grupos políticos aliados y que ahora que pueden designar los gerentes directamente, estos deben ser idóneos, técnicos y alejados de las pasiones y “mandados” politiqueros.

Creemos que el actual Gobierno aprendió, con lágrimas de sangre, la lección: que esos hospitales deben ser de manejo propio; porque varios de los actuales de nivel II están en manos de gerentes que al Gobernador no le dan ni el saludo.

REDACCIÓN EDITORIAL

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