El drama del ‘gota a gota’

El ‘gota a gota’ es una modalidad delictiva que debe ser denunciada por ciudadanos. Las autoridades deben seguir adelantando esos operativos para erradicar este flagelo y los blancos, que tanto generan, debieran tener líneas de microcrédito con intereses asequibles.

Quienes deciden acudir a un crédito ‘gota a gota’, ilegal pero popular en Colombia, se embarcan en una verdadera aventura que les puede costar desde maltratos físicos y verbales hasta la muerte; y en la que terminan pagando hasta el 200% de intereses.

Hace años aparecieron en ciudades y pueblos de Colombia, nadie sabe a ciencia cierta si el dinero que prestan tiene origen legal, seguramente no; pero ante la necesidad de dinero rápido, sin fiador, sin firma de documentos se volvieron populares y mueven millones de pesos diarios.

Prestan cantidades pequeñas, cobran diariamente también pequeñas cuotas. Ese sistema, aparentemente, barato ha logra atraer a muchos ingenuos; que cuando se ponen a echar lápiz se dan cuenta que “sale mas caro el caldo que los huevos”; porque los intereses hacen que el capital inicial recibido se vuelva impagable.

Los microempresarios y trabajadores independientes también han caído en la trampa del dinero barato. Tiene que ver con la inexperiencia para tramitar créditos, el desembolso inmediato del dinero y el cobro personal. Desafortunadamente, en este aspecto el sistema bancario tiene mucha responsabilidad; la exagerada exigencia a la hora del trámite hace que en el imaginario popular la gente piense que los bancos sólo le prestan a quien no necesita.

En buen momento las autoridades en Ibagué decidieron adelantar operativos contra los ‘gota a gota’; argumentan que la usura, es un delito tipificado en el artículo 305 del Código Penal (Ley 599 de 2000), que a la letra dice: “El que reciba o cobre, directa o indirectamente, a cambio de préstamo de dinero o por concepto de venta de bienes o servicios a plazo, utilidad o ventaja que exceda en la mitad del interés bancario corriente, incurrirá en prisión de dos (2) a cinco (5) años y multa de cincuenta (50) a doscientos (200) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

El ‘gota a gota’ es una modalidad delictiva que debe ser denunciada por ciudadanos. Las autoridades deben seguir adelantando esos operativos para erradicar este flagelo y los bancos, que tanto ganan, debieran tener líneas de microcrédito con intereses muy blancos y asequibles a las clases populares.

REDACCIÓN EDITORIAL

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