El Tolima: el Departamento rico con mucha gente pobre

La encuesta del Dane también midió el acceso a Tecnologías de Información y Comunicación TIC, contaminación ambiental y pobreza monetaria. El Tolima, pese a tantos recursos naturales que posee, a la diversidad climática, a la enorme potencialidad de producción agropecuaria e industrial, tiene niveles preocupantes de pobreza multidimensional.

El 23.5% de los tolimenses están en la pobreza multidimensional. Significa, que tienen múltiples carencias a nivel de los hogares, y las personas en los ámbitos de la salud, la educación y el nivel de vida.

Esta medición que hace, periódicamente, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística Dane, estudia múltiples variables de las carencias que tiene una familia en esta condición de pobreza como educación, trabajo precario, vivienda y servicios públicos. El estudio parte de la falta de dinero o pobreza monetaria.

Según los registros presentados por el Organismo, el índice de Pobreza Multidimensional está, mayormente, acentuado en departamentos como Vaupés, Guainía, Vichada, La Guajira y Chocó. Por el contrario, los territorios que presentan menos incidencia son Cundinamarca, Valle del Cauca, Quindío y Boyacá.

Al contrastar las cifras del Índice de Pobreza Multidimensional con las cifras de Informalidad que también presenta el Dane, se trata de los mismos territorios. Es decir, hay Pobreza Multidimensional y Pobreza Monetaria en aquellos departamentos donde los empleos formales son pocos y los índices de informalidad superan el 50%, de quienes son clasificados como trabajadores con ingresos.

La encuesta del Dane también midió el acceso a Tecnologías de Información y Comunicación TIC, contaminación ambiental y pobreza monetaria. El Tolima, pese a tantos recursos naturales que posee, a la diversidad climática, a la enorme potencialidad de producción agropecuaria e industrial, tiene niveles preocupantes de pobreza multidimensional.

Redefinición de las vocaciones, uso de nuevas tecnologías, implementación de estrategias para aumentar la productividad, mayor inversión y presencia del Estado en el mejoramiento de la infraestructura, que a su vez, se traduce en mejor calidad de vida para las diferentes regiones, así como conectividad y más educación y formación del liderazgo emprendedor y empresarial, son algunos de los aspectos en los que hay que trabajar, decididamente, en los siguientes años.

Es urgente la unidad de propósitos y estrategias entre el sector público y privado, porque mientras tenemos un departamento rico, sus habitantes siguen siendo, en buena medida, pobres. Así no es fácil construir desarrollo y bienestar.

REDACCIÓN EDITORIAL

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