Vamos a salir juntos

Desde este medio seguiremos trabajando sin descanso por mantenerlos informados día a día y mantendremos la convicción absoluta de que de este momento vamos a salir trabajando juntos.

Son tiempos muy difíciles. Negarlo sería irresponsable, pero por difíciles que sean no significan imposibles de afrontar. La idea de confinarnos todos durante tres semanas aterra y los miedos de lo que pasará llegan. Pero sin duda, esta decisión radical es la única manera viable de ponerle freno a una pandemia que superó cualquier expectativa y para la cual nadie, ni los países del primer mundo que tienen una respuesta para cada situación, tenía previsto. 

El tiempo pasa y los miedos afloran, pero también en estos momentos de crisis surgen esos sentimientos que se pierden en cotidianidad. Poco a poco volvemos a lo básico y apreciar lo que a veces damos por hecho: la salud, la seguridad alimentaria, la familia misma, la libertad de movilizarnos.

Pero los hechos obligan a quedarnos en casa, y hoy el acto más heroico que podemos hacer como ciudadanos es quedarnos quietos, conscientes de que cada salida a la calle, víctimas de la necesidad de libertad o de la falsa creencia de que todo le pasa a los demás menos a nosotros mismos, es un acto de fomento a que este contagio crezca y alcance las magnitudes de desastre que son evidentes en otros países.

Estas situaciones, donde se pone a prueba la esencia misma del ser humano, hacen también que fluyan los sentimientos de grandeza. La solidaridad de todos, la necesidad de proteger a los más necesitados, el estar por encima de cualquier rivalidad para trabajar juntos en pro de salir adelante han sido la constante de las últimas horas.

Los retos son muchos: desde el sector empresarial es necesaria la solidaridad y la unión para priorizar las necesidades tanto del sector salud, para atender a los enfermos que vendrán, como de la ciudadanía que no tiene garantizado un ingreso mínimo, pues hacia allí deberán enfocarse los primeros esfuerzos de apoyo. Preservar el empleo y el futuro de las organizaciones es también uno de los grandes retos que se afrontan.

Es necesario además que el Gobierno priorice el giro de recursos hacia los centros de atención médica y que desde las entidades de vigilancia se ponga en cintura a todos aquellos que están especulando con el suministro de materiales médicos vitales para la atención.
El sector financiero y de servicios afrontará sin duda un cese de pago de servicios, por lo cual es necesario plantear la suspensión temporal de algunas obligaciones, pues sencillamente no se tendrá con qué responder.

Y a los ciudadanos es el tiempo de la calma, de recuperar tantos espacios en familia perdidos en el correr frenético de los días, de cuidarnos entre todos y de encontrar de nuevo en la convivencia el valor de lo básico, de la esencia de existir.

EL NUEVO DÍA

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