Con el final del año cambian las necesidades de las personas y, por lo tanto, cambian lo que los vendedores ofrecen. De las decoraciones decembrinas se pasa a los útiles escolares, del estrene para el 31 a los uniformes para los colegios.
Sin embargo, lo que parece no cambiar es la problemática con la invasión del espacio público.
Hay algunas zonas en las que la movilidad se dificulta por la forma en que los vendedores informales se acomodan al borde de la carretera para vender sus productos. El caso más crítico es la carreta Tercera, en donde el tránsito peatonal se vuelve imposible.
La administración municipal, desde junio pasado, abrió una convocatoria para que los comerciantes interesados en instalar ventas ambulantes durante las festividades se formalizaran.
La intención era controlar la informalidad en los sectores transversales en donde se concentra la mayor cantidad de personas. Aunque no todos los vendedores informales lograron ser censados, sí un número considerable lo hizo.
Estos permisos se otorgaban dentro del decreto de aprovechamiento y utilidad del espacio Público.
Las autoridades afirmaron que en la época que pasó es más complicado realizar el censo porque muchas personas se dedican a las ventas informales solamente en el último mes de año y luego vuelven a desempeñar otra labores.
Las voces de los vendedores
Maicol Lozano, vendedor informal venezolano, afirma que en diciembre hubo muchos controles sobre el espacio público en la zona en donde él trabaja normalmente.
“Nos corrían a cada instante. Nos tocaba corrernos para otro sitio mientras las autoridades estaban ahí, luego nos devolvíamos porque hay sitios en los que a uno le va mejor”, dijo.
“Nos decían que en la Tercera no podíamos estar porque las calles tenían que estar bonitas y, yo supongo, con tanto vendedor se afean”, dijo Maicol Lozano.
Por su parte, José Peña, vendedor ambulante de mango, aseguró que las autoridades estaban realizando censos y otorgando permisos para laborar en diciembre, pero que un número reducido de comerciantes informales accedieron a censarse.
“Sobre todo por tiempo y porque uno sabe que después del censo vienen los impuestos. A mucha gente sí la censaron, pero a mí no. Por acá no vinieron a hablar conmigo”, dijo.
José Peña afirmó que los desalojos de la Policía este año no fueron tan recurrentes como en años pasados.
“Yo trabajo por acá hace como tres años y este diciembre dejaron trabajar casi un 90% del tiempo. Por ahí venían de vez en cuando y uno se iba para otro lado, pero menos que otros años”.
El factor de los venezolanos
Según cifras entregadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el 90% del trabajo que desempeñan los venezolanos en Colombia es informal.
Según datos suministrados a mediados del año pasado por la administración municipal, el 20% de los vendedores informales de Ibagué son venezolanos.
Con estas cifras, es indudable que es un factor que las autoridades deben tener en cuenta a la hora de buscar soluciones.
¿Qué dicen las autoridades?
Aunque buscamos al secretario de Gobierno en repetidas ocasiones, no obtuvimos una respuesta sobre los planes de la administración municipal sobre este tema antes del cierre de esta edición.
Hasta el momento no se ha designado en propiedad al director de la oficina de Espacio Público, por lo cual las medidas puntuales que tomará la Alcaldía de Ibagué son inciertas.
Dato
Carlos Portela, secretario de Gobierno de Ibagué, aseguró en días pasados que espera trabajar de la mano con empresarios y trabajadores para aumentar la formalidad.
Dato
Hasta el momento el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, no ha nombrado director de Espacio Público.
Dato
Según informaron las autoridades a mediados del año pasado, el 20% de los vendedores informales de Ibagué son
venezolanos.
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