Consecuencias en el Tolima debido a los sismos localizados en Lejanías, Meta

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
La avalancha en el Cañón de las Hermosas y los derrumbes en la carretera entre Cajamarca y Calarcá, ocurrieron durante el mismo intervalo de tiempo en que se produjo el fenómeno telúrico.

Como todos recordamos, el pasado 24 de diciembre, entre las poblaciones de Lejanías, Mesetas y San Juan de Arama (Meta) (fig. 1), tuvo lugar un sismo con una intensidad de 6.2 grados en la escala de Richter a las 2:03 p.m., con réplicas de 5.7 a la 2:19 p.m., 4.8 el 25 de diciembre a las 10:48 p.m. y finalmente una de 3.8 el día 28 de diciembre a la 1:27 a.m.

Seguramente para muchas personas, estos sucesos, pasan sin mayor relevancia, pero es importante puntualizar las consecuencias que tuvo este fenómeno en dos sitios específicos del Departamento del Tolima, durante este mismo intervalo de tiempo, como fueron, los hechos ocurridos en la vereda La Virginia, Cañón de las Hermosas, Quebrada el Mono en jurisdicción del municipio de Chaparral, donde se presentó una avalancha el día 26 de diciembre a las 9:13 a.m., que destruyó varias casas de habitación y ocasionó seis muertos; y otro percance, por desprendimiento de la banca y varios derrumbes en la carretera, cerca al peaje situado entre los municipios de Cajamarca y Calarcá a la altura de km 36,6 el día 28 de diciembre en las horas de la madrugada, ocasionando un gran caos en la movilidad de esta vía, en un momento de importante tráfico, debido a las festividades de fin de año. Adicionalmente, también es necesario recordar, la intensa época de lluvias que tuvieron lugar en estos dos sectores, debido a los cambios de clima que afronta el país.

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En términos generales, debemos comprender que el planeta Tierra es dinámico y su delgada corteza, está sujeta a diferentes esfuerzos que redundan en sismos o temblores, que ocurren principalmente en las cadenas montañosas, los cuales sirven para disipar equilibrar los diferentes movimientos internos de la Tierra, y es mejor que estos acontecimientos sean frecuentes, para evitar la acumulación de energía que puede redundar en catástrofes mayores.

Los sismos de poca profundidad, como el que ocurrió en Lejanías, son más destructivos, porque sus diferentes ondas internas como lo son las de compresión (ondas P) y ondas de corte o transversales (ondas S), juntan sus frecuencias con las ondas superficiales, produciendo movimientos diferenciales más intensos en un corto lapso de tiempo.

Además, existen factores geológicos como fallas o cortes radiales que facilitan la transmisión de las ondas sísmicas a mayores distancias, como es el caso de la Falla del río Amoyá [Citation ING99 l 9226 ] (fig. 2), que muy seguramente sirvió de vía, para afectar el Cañón de las Hermosas, donde los suelos impregnados de agua por la lluvia, sufren un repentino movimiento vertical debido al sismo, y posteriormente el agua se infiltra a niveles inferiores hasta encontrar zonas impermeables de baja pendiente, para generar el fenómeno de solifluxión que arrastra los materiales del suelo junto con diversa cantidad de bloques para producir la avalancha.

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Un comportamiento similar, se presenta en otra estructura radial al sismo, como es la Falla de Buenos Aires [Citation ING99 l 9226 ] (fig. 3) que trasmitió el movimiento telúrico hasta encontrar una zona de alta actividad tectónica, como lo es el pie de monte del flanco oriental de la Cordillera Central entre Ibagué y Cajamarca, para producir el desprendimiento de la banca en la vía y otros derrumbes asociados, finalmente es importante señalar que ciudades tan distantes como Armenia y Pereira percibieron este sismo con gran intensidad producido por los mismos factores señalados anteriormente.

 

Referencias

Ingeominas. (1999). Geología del Departamento del Tolima. Ibagué, Departamento del Tolima, Colombia: Igac.

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