El mágico mundo literario de Gabo es el invitado de honor a la Filbo 2015

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La historia de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), siempre ha tenido un país invitado de honor que suele lanzar “la casa por la ventana”, para presentar lo mejor de su cultura y oferta cultural.

Pero este año, al cumplirse un año del fallecimiento de Gabriel García Márquez, sus directivas decidieron que fuera Macondo, aquel espacio literario que Gabo creó e inmortalizó a través de sus novelas, que fuera el invitado. 

Se trata del pueblo ficticio que García Márquez creó en su novela “Cien años de soledad”, la misma, que detrás de “El Quijote de la Mancha”, fuera considerada como la segunda obra literaria más importante del idioma castellano. 

De hecho, hace cerca de una década, se lanzó la propuesta de renombrar a Aracataca, municipio donde nació Gabo, con el nombre de Macondo, para reactivar la economía de este pueblo que históricamente ha estado inmerso en la pobreza, pero la medida no tuvo acogida alguna. 

Pero ahora, Macondo tendrá un lugar de privilegio dentro de la Filbo 2015, con un pabellón propio, que tendrá el apoyo de la Cámara Colombiana del Libro, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el Ministerio de Cultura. 

Una gran comitiva  

Allí se harán presentes traductores de la extensa obra de Gabriel García Márquez, así como académicos expertos en su obra, junto a invitados especiales, nacionales e internacionales, que le rendirán homenaje a la máxima obra del fallecido Premio Nobel colombiano. 

Para ello, se utilizarán tres mil metros cuadrados del recinto ferial de Corferias para que Macondo sea una realidad en Bogotá. Además, desde ya, tres expertos de la obra de Gabriel García Márquez realizan el trabajo curatorial del pabellón y tres creadores desarrollan el trabajo artístico del espacio. 

Dicho equipo de expertos lo encabeza Jaime Abello Banfi, amigo personal de Gabo y quien es director de una de sus grandes obras, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. También se encuentra la escritora y periodista Piedad Bonnett y del crítico literario Ariel Castillo. 

Los encargados de la parte artística son Santiago Caicedo, Andrés Burbano y Laura Villegas, quienes intervendrán el espacio desde sus especialidades en multimedia, medios audiovisuales, tecnología, arte sonoro y dirección artística. 

El comité experto en literatura que se encargará de darle vida a la agenda académica y cultural de la Filbo 2015, estará conformado por Guiomar Acevedo y Consuelo Gaitán, del Ministerio de Cultura; Valentín Ortiz y Víctor Manuel Rodríguez, de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte; y Diana Rey y Adriana Martínez, de la Cámara Colombiana del Libro. 

Será una oportunidad para que muchos recuerden el universo macondiano de Gabo y, otros que aún no lo han disfrutado, no pierdan la oportunidad de conocer una de las máximas obras de la literatura en español de todos los tiempos. 

Las razones para que Macondo sea el invitado de honor de la Filbo 2015 son muchas y van más allá de un homenaje por el primer año del fallecimiento del Nobel. Se trata de un mundo imaginario que es territorio del realismo mágico, que se conoce en la mayoría de las lenguas del mundo y su impacto en la literatura ha sido comparado por los expertos con la obra de Miguel de Cervantes. 

Por eso, del 21 de abril al 4 de mayo, la Feria Internacional del Libro de Bogotá contará con un espacio interactivo dedicado a la imaginación del más grande escritor colombiano de todos los tiempos, y del autor de “Cien años de soledad”, la novela más global de los últimos siglos. 

Como Melquíades en Macondo, las sorpresas vendrán de la mano del conocimiento y paralelas al asombro, recreando este universo, que contará con una experiencia multimedia, a través de lenguajes expositivos novedosos, junto a exposiciones alrededor del mundo mítico del Nobel. 

También habrá conferencias sobre su obra con invitados de talla mundial, entre los que se contarán biógrafos, traductores y editores, además de expertos que conservan su obra en la Universidad de Texas, en Austin. 

Credito
COLPRENSA

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