El trabajo editorial de EL NUEVO DÍA ha contado desde 2007 con el trazo crítico, agudo e independiente del ibaguereño Carlos Arturo Romero Santos, un hombre prácticamente nacido para el dibujo y la caricatura y quien a partir de dicha práctica ha tocado las fibras más sensibles de la sociedad regional.

Su doctrina personal como representante de los ‘librepensadores’ desde aquel comienzo y la vocación independiente del Periódico de los Tolimenses, en sus 23 años de existencia han sido ese complemento perfecto para consolidar la formación de opinión pública en el Departamento y el país.

Prueba de ello son los cuatro premios que ha recibido: CPB (2009 y 2015), Simón Bolívar y Periodismo Regional Semana - Argos (2015), con los que esta casa editorial se ha revestido de un orgullo como formadora de opinión sin sesgo político.

“No hay compromiso, el único compromiso es con el libre pensamiento y los derechos de la gente. No hay compromisos políticos ni de ninguna clase, con gamonales ni comerciantes”, sentencia Romero, quien asegura que desde que ingresó a EL NUEVO DÍA se sintió parte de un equipo de trabajo al que hoy agradece.

“Uno no puede decir que agradece solo al Periódico, sino a todas las personas, porque uno se siente parte de un equipo. Cada uno, desde la persona que barre, pone su granito de arena para que funcione y eso es importante”, destaca.

Cada galardón...

A pesar de considerarse como tímido e introvertido, siente que en las páginas de este diario puede exponer lo que piensa acerca de esta sociedad de la que EL NUEVO DÍA se ha constituido como principal veedor.

“Considero que soy el representante de los librepensadores’, de la gente que lucha por los derechos humanos, más que todo por el espacio que el Dr. (Antonio) Melo -en ese entonces director- me dio cuando me llamó luego de ver mi trabajo en Tolima 7 Días”, donde había trabajado por un año.

Dos años después de haber ingresado se encontró con el premio CPB en su categoría de Caricatura, gracias al trabajo ‘Reelección enmarañada’, en el que se reflejaba la polémica sobre el tercer posible mandato inmediato de Álvaro Uribe Vélez.

“He recibido reconocimientos que me llenan más de satisfacción, porque son personales, de gente que uno admira en el ámbito nacional, y eso lo llena más a uno que cualquier cosa”, cuenta.

Desde sus primeros trazos, que fueron sobre la entonces alcaldesa de Ibagué, Carmen Inés Cruz, hasta los actuales, en que ha denunciado en EL NUEVO DÍA en blanco y negro y en color la corrupción en el mandato público local y nacional, es consciente de que “el referente de uno y el de vencer es uno mismo, uno no debe ponerse a competir con los demás”.

Desde la infancia

Todo ese gusto por la caricatura viene de su infancia. Su padre, según describe, ha sido un buen practicante de este oficio, motivo por el que se inclinó hacia este arte, que cataloga como sui generis.

“Porque uno está en función de eso en todo momento, y uno se está retroalimentando constantemente con la relación con las personas. Todo en el mundo es importante y he sacado gracejos de personas que no saben nada de nada, pero salen con cosas que sirven”, cataloga Romero.

En esa rúbrica que los lectores de EL NUEVO DÍA ven con frecuencia, se denota que las vivencias de la gente, preferiblemente de los servidores públicos, le sirven al dibujante.

“No tiene horario, pues por ejemplo hay algún apunte que esté buscando y a las 2 o 3 de la mañana me levanto y lo hago”.