Una celebridad ‘ex-Nuevo Día’: Laura Agudelo

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Ella no tiene las curvas de las presentadoras de televisión del momento, no es vestida por grandes diseñadores ni tiene una fila de paparazzi siguiéndola, pero su talento perfeccionado en el diario de los tolimenses es una inspiración para las mujeres ‘plus size’ en Latinoamérica.

Dentro del centenar de profesionales que han pertenecido a EL NUEVO DÍA está Laura Agudelo, una mujer creativa y arriesgada, que sin pensarlo se ha convertido en una celebridad, gracias a las dos casas que mejor sabe hacer: escribir y vestirse.

Sus pensamientos y look, que empezaron a forjarse en sus tres años por este rotativo, en la actualidad inspiran el estilo de miles de personas con sobrepeso, gracias a su blog ‘La pesada de moda’, creado por su afán de desahogarse de la frustración que le generaba no conseguir ropa de su talla.

Laura Agudelo dejó de escribir en ese diario hace más de una década, pero sus recuerdos y sentimientos de afecto permanecen intactos, pues esta fue su mejor escuela.

“Aquí aprendí a no tragar entero y que el periodista es un guardían de la verdad”, así como a tener sentido común, cualidades que junto con su visión critica y su sinceridad han sido los pilares que le han permitido consagrarse como bloguera, un medio al que llegó sin ninguna pretensión, y que le ha otorgado el privilegio de encontrar que su problemática, ser una ‘gordita vanidosa’ a la que el mercado no le ofrece nada, es algo más común de lo que se imaginaba.

Esta periodista ex-EL NUEVO DÍA es un modelo a seguir por miles en Colombia y el exterior. Su nombre figura en portales de tendencias, es un referente de estilo y un personaje a invitar a ferias de moda, porque si bien no es la mujer mejor vestida sí es una dama que sabe cómo quiere lucir y qué quiere transmitir, y no se limita.

Un plus...

Laura Agudelo o ‘La pesada de moda’, como la reconocen en la calle y en la red, es una comunicadora social, egresada de la Universidad Central, que abandonó el periodismo para dedicarse a su empresa de relaciones públicas y a su blog.

Como periodista tuvo una carrera brillante. Su capacidad de escuchar, interpretar y plasmar en noticias le hizo ganarse un nombre en todos los medios en que prestó sus servicios, entre ellos Colprensa, Vanguardia Liberal y EL NUEVO DÍA, este último al que llegó para estar más cerca de su familia, residente en Viotá.

En esta redacción permaneció por más de tres años, que para ella dejaron las huellas más hondas y satisfactorias en su corazón. En esta casa sintió el valor de la amistad, el respeto a la información, la confrontación de fuentes y el buen uso del lenguaje.

“Me atrevo a decir que lo que viví en este periódico no tiene comparación. Mis mejores recuerdos como periodista los tengo de esta casa editorial”, dice al mencionar que aquí supo lo que era una “redacción de puertas abiertas, en la que se podía proponer y le permitían hacer”.

Igualmente, pudo ser y dar rienda suelta a su gusto por la moda. Laura llegó a este diario en un periodo crucial, la transición de la armada manual a la electrónica.

Recuerda que le correspondió como puesto de trabajo un cubículo al que le llamaban “el hueco” y donde ninguno quería instalarse. Ella hizo de ese punto una radiografía de su estilo, lo amoldó a sus gustos y necesidades y se vio bendecida, porque tenía al lado el único computador con Internet, de eso hace unos 14 años.

A ese computador dedicaba cualquier tiempo libre, como si fuera una obsesión. Allí ingresaba al chat, en el que empezó a buscar gente con quién encontrarse en un viaje por Suramérica, pero halló más que eso: el amor, representado en Toño, un argentino con quien casi dos años después se conoció y se casó.

Sumado a encontrar a su ‘alma gemela’, en su paso por este diario dejó aflorar sus ideas, conocer gente “valiosa” y sentir que como periodista podía ser una “superhéroe”, cuyo mayor poder era el de narrar historias y a través de sus textos ayudar.

Lo anterior, en razón a que pudo lograr que un joven se reencontrara con su madre biológica. Según cuenta él había pasado su vida en Holanda, y había regresado en busca de su origen y lo consiguió.

A través de sus crónicas también logró conmover el corazón de la gente con la historia de una niña que padecía una rara enfermedad que evitaba que sus huesos fueran fuertes. Para mejorar su vida requería de una silla y “se la donaron”.

Indagar, escribir y mover las fibras de los lectores no solo la hizo feliz, sino que le representó cientos de premios en su haber. Por la época en que hizo parte del equipo de redacción de EL NUEVO DÍA eran frecuentes los concursos de periodismo internos y ella junto con Edwin Ballesteros, según recuerda, llevaban la delantera.

Cada premio era un motivo de fiesta, más aún cuando estaban representandos en bonos para canjear por ropa. “Saber que iba a estrenar era una locura”, y con justa razón, pues lucir las prendas que marcaban tendencia eran su éxtasis.

Ahora que mira atrás y lo piensa, su paso por Ibagué fortaleció su imagen y su visión de sí misma.

Aunque es muy sencilla para verse o creerse una celebridad así a través de la red miles se lo estén gritando, muchos de su generación en este diario puede decir que tuvieron la fortuna de compartir, así fuera por poco tiempo, de la amistad de quien hoy inspira el estilo de las mujeres ‘plus size’ en Latinoamérica. 

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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