Los habitantes de la vereda Murraposa tomaron las vías de hecho y taponaron la entrada de acceso a la fase dos de la escombrera municipal.

Ayer, cerca de las 9 de la mañana, con carros impidieron el acceso a las volquetas y exigieron la presencia de la gerente de Ibagué Limpia, María del Pilar Giraldo.

La molestia de los algunos de los habitantes radica en el estado que tiene la vía de acceso, desde el puente de El País hasta la fase dos del depósito. La polución generada debido al tránsito de los automotores pesados afecta la calidad de vida de las familias que viven cerca del carreteable principal.

Según Ruth Uribe Quintero, vocera del sector, se había efectuado tres reuniones con personal de la empresa en las que se firmó un acta de compromiso como constancia de que el 21 de julio se debía terminar los trabajos para la ampliación de la vía, la instalación de dos alcantarillas y emplear el recebo para evitar que la polvareda siguiera afectando a los residentes del sector.

Sin embargo, los trabajos, aunque ya iniciaron, aún no han culminado. La comunidad advirtió que el personal contratado para efectuar los trabajos, al parecer, dio por finiquitado el contrato sin haber echado el recebo ni elaborado las cunetas.

Johanna Parra vive frente a la etapa uno de la escombrera y advierte de las consecuencias negativas que ha traído para su familia el estado de la vía.

Según la afectada, al estado de la carretera se suma que el carro que debe proveer Ibagué Limpia para humedecer el terreno, durante el día, solo ejecuta la labor en la mañana, pero con el verano la polución es mayor.

“Vivimos en frente a la escombrera etapa uno, están entrando un volumen de 100 a 150 volquetas en el día y la empresa (Ibagué Limpia) tenía un compromiso inicial de rociar agua para no tener un grado de polución muy alto. Resulta que ellos rocían una vez en la mañana y no lo hacen el resto del día.

“Tuvimos que sacar un niño de 11 meses y medio a que viviera con la abuela, porque tenía un problema de bronquiolitis y tengo un niño de 12 años que ha estado a punto de que lo atropellen las volquetas”, contó la mujer.

María Ligia Padilla aseveró que el compromiso asumido con Ibagué Limpia fue hacer cunetas buenas, emplear un buen material de recebo y sostener húmedo el terreno y no ha habido una respuesta rápida por parte de Ibagué Limpia que suscribe el convenio entre la Secretaría de Desarrollo Rural para adelantar las adecuaciones.

Padilla denunció que el material de recebo con el que Ibagué Limpia pretende hacer las adecuaciones a la vía no es el adecuado, y no ha gestionado el transporte del fresado que la concesionaria San Rafael donó a la comunidad.

Ibagué limpia responde

 La ingeniera ambiental y vocera de Ibagué Limpia, Johana Montaña Gómez, aseveró que la empresa no se había comprometido a pavimentar la vía, sino a efectuar adecuaciones al terreno con material que estuviera al alcance de la misma.

La profesional explicó que el retraso en las obras se debe al mantenimiento preventivo que se le está efectuando a la maquinaria y algunos materiales que deben ser gestionados para la instalación de las alcantarillas y la construcción de las cunetas.

Montaña aseveró que las obras están en un 90 por ciento de ejecución.

“Lo que pedimos a la comunidad es que nos dejen trabajar porque tenemos los permisos ambientales y estamos comprometiendonos más allá con ellos; de mil amores les pavimentaríamos la vía, pero es un esfuerzo conjunto que se debe hacer a través de la Alcaldía”.

La profesional indicó que por el momento no se tiene una fecha exacta para la ejecución de los trabajos, pero aseguró que en un término de 10 días ya se tendría organizada la vía.