Aulas de clase en emergencia

HÉLMER PARRA – EL NUEVO DÍA
Los estudiantes de la institución Carlos Lleras Restrepo quieren que sus aulas de clase sean adecuadas para ejercer su derecho al estudio. Salones de madera en mal estado y un improvisado parque de tubos viejos y oxidados son los peligros a los que están expuestos los infantes.

Padres de familia y docentes del centro educativo Carlos Lleras Restrepo, están preocupados por el estado de las instalaciones que posee este plantel con tres salones construidos en madera.

Dice José López, padre de dos estudiantes, “las tablas ya cumplieron su ciclo” y son un dolor de cabeza. Además siente indignación de que sus hijos estudien en aulas que no tiene las condiciones adecuadas para un mejor aprendizaje. Hace diez años se fundó el plantel, al principio se construyeron los salones de madera ya que el lugar era una zona al aire libre, con el tiempo se cerró, ya que el número de estudiantes fue creciendo.

No cuenta con zona deportiva

 Stella Sáenz, psicopedagoga del plantel educativo, es la encargada de área de los niños de preescolar: “Nosotros el cuerpo de docentes y con algunos padres de familia, hemos gestionado para que la rectoría nos colabore con una nueva zona de juegos para los pequeños, por que el actual no tiene columpios, al rodadero le aplicamos cemento porque la lata de aluminio es un peligro, está con agujeros y sumida. Trato que los niños no usen estos juegos, ya que pueden ser de alto riesgo de accidentes e infecciones por los tubos oxidados, lo único que medio funciona es el pasamanos”. 

Parque de tubos oxidados

Las clases de deportes se realizan en una zona de arena y cuando está en época de lluvias, se convierte en barro. No se puede realizar las actividades correspondientes a la asignatura, por otro lado los estudiantes deben dirigirse a una cancha de fútbol que está ubicada al lado del plantel, para recrearse y no ensuciar el uniforme. Es la única institución pública que no tiene una cancha de fútbol ni polideportivo. 

Salones de madera ya cumplieron su ciclo

El coordinador Carlos dice que “nos afecta los tres salones de madera, porque ya cumplieron su funcionamiento; creo que existe un compromiso entre la Secretaría de Educación y el rector José Alirio Ramos, la intención es cambiar esos salones; está esperando que la Secretaría de Educación lo tenga aprobado y se pueda iniciar las obras. Es la información que él me ha trasmitido”. 

La seguridad está a cargo de un padre de familia

La seguridad del establecimiento está a cargo de una persona particular en el día; en la noche se postula un padre de familia para que vele por la seguridad de las aulas de clase y el material didáctico y equipos de sistemas, para que no sean hurtados. Dice un padre de familia a esta redacción que pagó diez mil pesos al inicio del año para la seguridad privada. 

Credito
ÁNGELA CAMILA MEJÍA ROBAYO

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