De acuerdo con Vargas, desde 2011 la disminución de la oferta de servicios es verificable con el cierre de 45 camas de urgencias en la sede Limonar del Hospital Federico Lleras, la unidad de maternidad de la clínica Minerva en 2013 y el cierre del servicio de urgencias con 22 camas este año, la intervención y cierre del servicio de maternidad del Hospital Federico Lleras Acosta en la actual vigencia; además, el cierre de 250 camas hospitalarias y déficit de atención del servicio por la poca capacidad resolutiva, pues no cuenta con especialistas y quirófanos dotados para la atención.

“A todo lo anterior se suma la renuncia masiva de médicos de urgencias en la clínica los Nogales durante 2014, situación que si bien ha estado mejorando, la planta actual todavía no cubre las expectativas de un servicio de urgencias de estas características”, señaló el Personero.

Y criticó la posición no clara de los entes territoriales, que se limitan a adelantar funciones de seguimiento a los servicios que todavía prestan las IPS, pero sin ejercer presión directa efectiva a las EPS para que resuelvan el problema y que las IPS intervenidas puedan prestar nuevamente los servicios.

De igual forma, hizo un llamado a las EPS para que muestren a los usuarios toda su red de servicio y que no sea Ibagué la única ciudad que reciba a los pacientes debido a su incapacidad resolutiva para su atención.