La minería en Payandé - Caracolí está dejando sin agua y sin vías a la comunidad

FOTOS JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
La zona posee una importante vocación turística, pero el mal estado de sus vías puede representar un problema para los turistas que llegan desde Ibagué.

La vía Payandé - Caracolí, que conecta San Luis con Rovira, Valle de San Juan y Guamo, es escenario de una variada oferta paisajística donde es posible observar un sin número de especies nativas de árboles, y con suerte, se puede encontrar algunos de estos cargados de frutas exóticas como el marañón.

La zona se caracteriza por contar con un clima privilegiado, que tiene el sol como el principal aliado de los diferentes restaurantes y casas campestres que hacen del lugar un sitio oportuno para visitar los fines de semana.

En otras palabras, el lugar reúne todas las condiciones para ser un importante corredor turístico.

A medida que se avanza por esta vía el optimismo empieza a desaparecer, pues transitar por la carretera se convierte en toda una peripecia, debido al mal estado en el que se encuentran varios kilómetros del trayecto, donde los huecos reposan a lo largo y ancho.

Deterioro de la vía

Según comentan habitantes del lugar, la carretera fue construida en 1996, época desde el cual se había mantenido en perfectas condiciones hasta hace unos dos años, cuando empezó a sufrir un deterioro progresivo.

La comunidad atribuye el deterioro de la vía al tránsito de vehículos pesados, como volquetas y tractocamiones que a diario se desplazan por la zona, en especial por contar con un área industrial en donde se encuentra instalada la Planta Caracolito de Cemex.

Además, existen otras empresas que tienen plantas industriales y adelantan actividades en el sector, razón por la que es frecuente el paso de este tipo de vehículos.

En referencia a la situación, son diversas las quejas de las personas que utilizan la vía, como también diversas las problemáticas que atribuyen a las operaciones que efectúan las industrias en la zona, dedicadas en su mayoría, a la extracción de materiales de arrastre.

Luis Antonio Lugo Guzmán es uno de los dolientes de esta vía, pues su trabajo se ve dificultado por el mal estado de la carretera por donde a diario debe movilizar varios niños, estudiantes de la Institución Educativa Caracolí, desde donde deben desplazarse a diferentes veredas, como Santa Isabel, Paraguay y La Flor.

“La vía se encuentra en este estado debido al transporte de material desde la mina de Payandé hacia Caracolito.

“Además, nunca le hacen mantenimiento pues la Gobernación y Alcaldía de San Luis se ‘tiran la pelota’”, indica el afectado.

Operaciones de las empresas

Adentrándose un poco más en la zona de Payandé - Caracolí, el panorama no varía pues los huecos parecieran ser más grandes a medida que se avanza.

Al consultar a algunos lugareños, estos, además de lamentar el estado de la vía y de culpar a las empresas que allí operan, aseguran que desde que estas se instalaron en el sector, sus problemas se incrementaron.

Así lo aseguran algunos miembros del Comité Salvemos al Río Luisa, una asociación comunitaria conformada por habitantes de Rovira, Valle de San Juan y Guamo.

Ellos se oponen a las actividades que por lo menos cinco empresas vienen desarrollando sobre la cuenca de este afluente, y que también ha generado polémica y movilizaciones en varios municipios como San Antonio

Benedicto Lozano es uno de los integrantes del Comité. Afirma que la empresa Agregados Orión es una de las que desempeña labores en el río, y asegura que pese a tener licencia ambiental para adelantar estos trabajos, los vienen llevando a cabo de manera indiscriminada.

“Tienen una oruga y se meten al río y extraen los materiales, debido a esto organizamos un plantón en donde fuimos atendidos por Cortolima a quienes se les expuso esta situación y la entidad procedió a cancelar provisionalmente la licencia que ellos tenían, sin embargo, se les otorgó nuevamente y volvieron a desarrollar sus labores”, señala.

Mientras tanto, Constanza Vargas afirma que ante la gravedad de la situación se han quejado ante Cortolima y las alcaldías de San Luis, Rovira, Valle de San juan y Guamo, sin obtener una respuesta favorable.

“Son varias las situaciones a las que nos hemos visto enfrentados, el río cada vez tiene menos caudal.

“Y además de haber sido desviado, también tenemos muchos inconvenientes con los vehículos de tráfico pesado que no son aptos para esta vía.

“Así mismo, un puente entre Valle de San Juan y San Luis está a punto de caerse por la cantidad de volquetas que pasan por ahí”, acotó.

El sacerdote de San Luis, José Guillermo Gualtero también afirma sentirse inconforme con lo que viene sucediendo a raíz de las situaciones antes descritas.

“Hago un llamado a los organismos gubernamentales y a los delegados de estas empresas para que analizen esta situación.

“Pues son varios los municipios que están siendo afectados por el impacto que generan las labores que estas realizan, las cuales tienen complicidad de Cortolima y el Gobierno departamental y municipal”, afirmó.

Otros problemas

Sumados a los ya indicados, la comunidad asegura tener otros problemas como consecuencia de la extracción de materiales de construcción sobre el río Luisa, principal fuente de abastecimiento para los municipios ya mencionados.

Ante los rumores de la instalación de nuevas plantas sobre la vereda El Dinde, la comunidad instauró una acción popular ante el Tribunal Superior Administrativo del Tolima en contra de Valle de San Juan, San Luis, Cortolima y la Agencia Nacional de Minas, mediante la cual pretendían frenar la aparición de más empresas dedicadas a la extracción de material de arrastre. Este recurso les permitió acordar comités trimestrales en los que se socializaría con la comunidad las labores y consecuencias de cada una de las actividades realizadas sobre el río Luisa, sin embargo, advierten que no han participado en ninguna de esas reuniones.

“Pese a que se comprobó que toda la región presentaba un alto grado de vulnerabilidad, ninguna de las entidades demandadas se ha pronunciado, hemos solicitado visitas pero estas no arrojan ningún resultado que nos favorezca”, explicaron los miembros del comité.

Otro de los problemas que enfrenta la comunidad, es relacionada con la salubridad de la población estudiantil de una escuela ubicada en la vereda Dinde.

Por estar ubicada al borde de la carretera, los estudiantes presentan problemas respiratorios al tener que inhalar el polvo que las empresas transportan, producto de la extracción de mármol, yeso y otros minerales.

“La solución que estas empresas dieron a esta problemática fue arrojar aceite quemado sobre la carretera para no levantar polvo”, explicaron.

Sin agua

Los habitantes no cuentan con un servicio de agua eficiente, pues el líquido les es suministrado una vez al mes.

Esta situación resulta paradójica, pues mientras la comunidad alega y exige la protección del agua de las cuencas hídricas de la región, varias empresas desarrollan actividades económicas, producto del usufructo de los ecosistemas adyacentes a estas reservas hídricas.

“Todas estas plantas están acabando con los ríos de la región, así ha sucedido con varios afluentes que ya han desparecido como Río seco, Chorro frió, Aguirre y El Salto”, comentó Maritza Rubio, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Caracolí.

SE DEFIENDE

EL NUEVO DÍA contactó al gerente de la empresa Orión Agregados, Andrés Coronado, quien defendió las labores que esta realiza, al tiempo que desmintió las acusaciones que recaen sobre la misma.

Según indicó, en respuesta a los dos hechos denunciados por la comunidad, la empresa se instaló hace tres años en el lugar, por lo que de acuerdo a su análisis, no es posible que Orión Agregados sea directa responsable del deterioro de la vía.

“En esta zona entiendo que existe minería desde hace más de 20 años. Por el contrario, hemos sido los únicos mineros que hemos puesto materiales para que se repare esta vía”, explicó.

Por otra parte dijo que la empresa tan solo cuenta con cuatro retroexcavadoras, que son las que realizan las labores de la empresa en esta zona.

Con relación al tema del agua del río Luisa, indicó que la empresa se dedica al ap rovechamiento de material de arrastre, el cual se deriva de las crecientes del río y es arrojado sobre las playas, entendidas como las zonas aledañas al afluente, por lo que explicó que Orión Agregados no utiliza el líquido.

“Entendemos la preocupación de la comunidad por el agua, sin embargo, no tienen sentido las acusaciones en vista de que nosotros no necesitamos el agua.

“Le hemos explicado a la gente que aguas arriba de nuestra zona de influencia se capta agua, producto de actividades agrícolas, sin embargo no soy autoridad para explicar esto (…) sería necio captar agua sin autorización, y mucho más, hace rlo sin necesidad”, concluyó.

Credito
JOHN RAMÍREZ LÓPEZ

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