De acuerdo con la normativa, lo que se pretende es reducir la contaminación en las fuentes hídricas.

“Estos análisis de aguas residuales que se entreguen al Ibal se llevarán a Cortolima para que ellos como autoridad ambiental determinen si estos suscriptores tienen que hacer algún tipo de pretratamiento a las aguas residuales, que se vierten a la red de alcantarillado de la ciudad”, informó Alexi Liliana Buitrago Caycedo, jefe de Gestión Ambiental del Ibal.

La funcionaria explicó que la caracterización debe presentarse como fecha límite, el próximo 14 de noviembre en la oficina de Gestión Ambiental del Ibal, ubicada en la carrera Tercera 1-04 del barrio La Pola.

El gerente del Ibal, Carlos José Corral, ha hecho énfasis en que cerca del 70 por ciento de las aguas residuales que arrojan los ibaguereños, producto de sus actividades comerciales, en el sector de la industria y domésticas, caen de forma directa en los ríos.

El directivo reconoce que es lamentable que la ciudad no cuente con un plan maestro de alcantarillado.

Además, que las actuales plantas de tratamiento cuentan con deficiencias que requieren cuantiosos recursos para efectuar de manera idónea el tratamiento de las aguas servidas del municipio.

Es de resaltar que por este motivo se espera que a partir del segundo semestre de 2015, la tarifa del alcantarillado registre un incremento que estará determinado por la Comisión de regulación de Agua Potable.