Multan a hospitales San Francisco y Federico Lleras por muerte de neonato

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La falta de dinero para practicar un examen y la prolongación en los tiempos para una atención oportuna y eficiente llevó a que Miguel Ángel Ramírez Murcia muriera en el vientre de su madre.

Un total de 61 millones 600 mil pesos deberán pagar los hospitales San Francisco y Federico Lleras Acosta a favor de Andrea Paola Murcia Acero, ya que por fallas en la prestación del servicio, su primogénito fue declarado muerto.

La sentencia señala que las directivas del hospital San Francisco deberán pagar 43 millones 120 mil pesos y el Federico Lleras 18 millones 480 mil pesos, al igual que presentar excusas públicas en un periódico de amplia circulación y en acto solemne entregar las mismas a la afectada, por los hechos ocurridos el 7 de mayo de 2005.

Las entidades deberán enviar un informe de cumplimiento de las órdenes impuestas con sus respectivo soportes al Juzgado Segundo Administrativo del Circuito, quien falló a favor de la mujer el 29 de agosto de 2013.

Paseo de la muerte

Según la providencia, la actuación de las entidades públicas se concretó en negligencia, impericia y descuido médico, pues la mujer presentó síntomas desde el 30 de abril y solo hasta el 7 de mayo de 2005 fue atendida por el personal médico.

De acuerdo con los hechos, la madre ingresó el 30 de abril y fue dada de alta el 2 de mayo con formulación médica de dolex.

Murcia Acero regresó el 6 de mayo al hospital San Francisco argumentando que no sentía el palpitar del bebé por lo que fue internada, practicándole un monitoreo fetal para medir la frecuencia cardíaca del menor.

El 7 de mayo, fue remitida al Federico Lleras, donde se ordenó la práctica por segunda vez del mismo examen y donde en efecto se corroboró que el neonato había muerto en el vientre de su progenitora. Posteriormente fue remitida de nuevo a la sede del San Francisco.

Para el juez, fue negligencia e ineficiencia del personal médico del San Francisco esperar más de 11 horas para remitir a la materna a una institución de nivel superior, siempre esperando a que el padre del menor por nacer pagara el valor del examen para poder practicárselo.

Sin embargo, la providencia hace responsable al cuerpo médico del Federico Lleras, pues a pesar de la expresa orden del ginecólogo de turno de practicar el examen nuevamente a la paciente, despúes de almuerzo, Murcia Acero fue remitida al hospital San Francisco.

“De lo anterior se evidencia una prolongación en los tiempos de atención, lo que conllevó a una falla en la prestación del servicio médico prestado por las entidades, puesto que es claro que desde el 30 de abril la gestante presentaba dolores y fue dada de alta el 2 de mayo, y pese a que regresó el 6 de mayo de la misma anualidad, y refirió actividad uterina irregular, solo hasta el 7 de mayo le fue practicado por el hospital Federico Lleras Acosta el monitoreo fetal”.

Responsables

Para el juez, existió una omisión por cada una de las entidades demandadas, pero resalta que hubo una mayor cantidad de irregularidades del hospital San Francisco, por cuanto recayó en primera instancia la posibilidad de salvarle la vida al menor y no llevó a cabo las acciones médicas ni administrativas oportunas, ni remitió de forma oportuna a la gestante al hospital de segundo nivel.

En concepto de la providencia, es inadmisible que las directivas del centro médico se excusaran en no remitir a la paciente, esperando que el padre del menor pagara el valor del mismo, ya que era de escasos recursos.

Parte del proceso

En oficio del 6 de agosto de 2009, suscrito por la Gerente del hospital San Francisco, destacó que “la paciente ingresó a la institución el 6 de mayo de 2005 por notar ausencia de los movimientos fetales; luego de ser valorada por el médico de turno se encontró movimientos fetales positivos y cambios en el cuello cervical, por lo que se decidió hospitalizarla y se solicitó un monitoreo fetal (exámemes que no se realizan en el nivel primario), por lo cual se solicitó fueran realizados en el Hospital Federico Lleras, el cual tiene un costo que deben cancelar los familiares, cuando es realizado por el médico ginecólogo del centro médico que a pesar de observar un monitoreo no reactivo decidió devolver a la paciente al hospital San Francisco para que le fuera practicada una ecografía, cuando el diágnostico de sufrimiento fetal era evidente y se necesitaba manejo en el nivel superior de alta complejidad, en este caso el hospital Federico Lleras.

“La paciente regresó y fue valorada por el médico de turno Mauricio López. quien luego de revisarla se comunicó inmediantamente con el ginecólogo del Federico Lleras, doctor David Sánchez, a quien le refirió que la paciente inisistía en no sentir al bebé y la disminución progresiva de la frecuencia cardiaca fetal a 90 por minuto, cuando lo normal es de 130 a 160 por minuto.

Según la Gerente, Sánchez se negó a recibir la paciente y solicitó que el médico ginecólogo del San Franciso de turno la valorara y le practicara el examen, a sabiendas de que se encontraba ante la presencia de un sufrimiento fetal agudo severo.

Credito
EL NUEVO DÍA

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