Solo había tristeza. Nada más. Los cuerpos de los niños Jesús David y Adriana Lucía Gutiérrez Medina llegaron a las 3:03 de la tarde de ayer a la capilla Rosa Mística de Ibagué, lugar donde sus vecinos les dieron el último adiós.

Dolor, rabia, indignación, eran tantos los sentimientos que se agolpaban en la capilla ubicada en cercanías del barrio El Tunal que nada podía ser más desolador. Los hermanitos Gutiérrez Medina murieron en la madrugada del pasado viernes, luego de que un árbol cayera encima de ellos, y ayer fueron sus exequias.

Adiós Jesús, adiós Adriana

La iglesia estuvo llena de niños, compañeros de escuela de Adriana Lucía y vecinos de Jesús David. Muchos de ellos estaban con unas flores o una bomba blanca en sus manos sin dimensionar tal vez por qué las llevaban o por qué había dos pequeños ataúdes entrando por el centro de la capilla.

Los cuerpos de los niños pasaron por un camino hecho por sus amiguitos. Acompañados además por el canto solemne, las voces de llanto y la mirada de muchos que aún no comprendían la partida de los niños de seis y siete años.

La misa inició sobre las 3:10 p.m.. En primera fila, estuvo la madre de los menores, Cruz Helena, quien recordó el pasado viernes, que su hija Adriana Lucía recibiría sus notas de primero de primaria y terminaría el año escolar en el colegio Ciudad Luz, mientras que a Jesús David este viernes iban a matricularlo en el mismo plantel educativo para ingresar en el 2015 a Preescolar.

Junto a ella, en la primera fila de la capilla, estaba uno de sus hijos, su pareja y otros familiares.

Tras casi una hora, uno a uno fueron saliendo los familiares con los dos ataúdes. Decenas de personas escoltaron los carros fúnebres que se dirigían hacía el cementerio Los Olivos, donde sus padres y sus hermanos les darían el último adiós a Adriana Lucía y Jesús David Gutiérrez Medina.