Acción popular a obras de captación en Cataima

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Los trabajos que ejecuta el consorcio Constrico se encuentran con una ejecución del 65 por ciento. Pobladores radican demanda ante inminente desprendimiento de la banca y la incapacidad de una las quebradas para abastecer a El Tejar.

Ante los despachos judiciales fue radicada la acción popular en contra del Municipio, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) y Acuaboquerón para detener la ejecución de los trabajos adelantados por el Consorcio Constrico, para la instalación de los 22 kilómetros de tubería para la captación de agua de las quebradas Puntezuela, Cristalina y El Rincón que abastecerá a los multifamiliares El Tejar.

De acuerdo con la demanda, se solicita al juez designar un perito para que dé fe que el volumen del afluente Puntezuela ha disminuido con respecto al concesionado por Cortolima y no tendría la capacidad para suplir la demanda del proyecto El Tejar y de las cerca 800 familias que se surten del líquido en las veredas El Cural, Cataima y Cataimita.

De igual manera, llevar a cabo un estudio especializado en el que se establezca el estado actual del suelo, las posibles afectaciones que ha sufrido con la ejecución del proyecto y se emita un concepto sobre la viabilidad de continuar con los trabajos.

Por otra parte, evaluar el estado en el que se encuentran las viviendas ubicadas en cercanías a la banca y que han sufrido afectaciones, debido a la falla que atraviesa el sector y que con la instalación de la tubería, agravaría la situación de riesgo.

Los demandantes pertenecientes a la Asociación de usuarios del acueducto rural de Cataima, pretenden hacer que el Juez valide el estudio adelantado por la Universidad de Caldas en cooperación con el Ingeominas, en el tramo del sistema de fallas Otú - Pericos que dio cuenta que esta falla que recorre 22 kilómetros, atraviesa Cataimita y Chapetón.

De acuerdo con el estudio, “cualquier obra civil construida en esta zona colapsaría por la falla geológica como ocurrió con el tramo de la carretera Ibagué - Tapias, lugar El Salón (kilómetro 16)”.

En la demanda los habitantes argumentan que Cortolima otorgó una concesión para la captación de agua de la quebrada Puntezuela para abastecer a los habitantes de las vereda Cataima y El Cural que requieren del 60 por ciento del caudal concesionado para sus necesidades.

La cesión expedida por la autoridad ambiental es de 20 años y según los quejosos cada vez es menor el volumen.

La Asociación requiere se detengan las obras de captación de la quebrada Puntezuela y se recupere la zona afectada por la perturbación y daño que se pudo ocasionar con la ejecución del proyecto.

Credito
EL NUEVO DÍA

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