El trabajo en comunidad hace parte del progreso de San Diego

Entre los principales proyectos de la comunidad está la construcción de nuevas vías que conecten el sector con otras zonas de la ciudad y el aprovechamiento de las montañas cercanas como lugares turísticos.

Integración y amistad son las dos palabras que utiliza Ancízar Antonio Sánchez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio San Diego, para definir a su comunidad. También resalta que ser ‘vecino’ de los cerros noroccidentales proporciona a este sector un clima agradable.

Creado en 1940 y con una extensión que abarca desde la calle 8 hasta la 4C y de la carrera 11 hasta la 13, San Diego cuenta con una cercanía a las quebradas El Pañuelo y Chipalo.

Al lado de esos afluentes se han construido muros de contención en sus orillas para evitar tragedias como la que se presentó en noviembre del 1995, cuando El Pañuelo se desbordó.

“Fue una historia muy dura, se originó una avalancha y varias casitas se vinieron abajo, esto parecía el río Combeima en ese tiempo”, narra Sánchez.

La tragedia fue superada gracias al apoyo de entidades responsables y del trabajo que ha llevado a cabo la comunidad de la mano de autoridades ambientales para emprender campañas de reforestación.

En cuanto a los proyectos que se han efectuado, la JAC ha sabido aprovechar los recursos económicos que se destinan a los barrios para desarrollar ‘obras pequeñas’.

Como por ejemplo, la adecuación del salón comunal del barrio, logro que se alcanzó a través del Consejo de Planeación y el Plan de Desarrollo de la comuna, al que le sigue en su orden la biblioteca virtual para el barrio Belén y la adecuación de una parte del cerro Pan de Azúcar.

“El presupuesto participativo ha sido un acierto del alcalde actual, pues se ha dado una oportunidad para que las mismas comunidades sean los protagonistas de sus desarrollo.

“Es como la revolución de las obras pequeñas, donde todo el mundo es partícipe”, dice Isaías Valbuena Gamboa, presidente del Consejo de Planeación.

Por otra parte, la atención de los habitantes de San Diego, está puesta en el proyecto de la ampliación de la calle 6, pues para ellos es una necesidad imperante, debido a que no tienen vías que los conecten con otros sectores de la ciudad.

“La comunidad pide esta avenida, ya que desembocaría hasta el barrio Calambeo. Si se ejecuta la obra, se ampliaría con la avenida 13, que llega a Ancón y La Trinidad, la que se convertiría en una avenida número uno, para la comuna dos”, asegura el Presidente de la JAC.

Teniendo en cuenta que este trabajo abarca parte del terreno en donde está el Polideportivo y lo reduciría a la mitad, ya se desarrolla una propuesta que sugiere conservar este espacio deportivo que beneficia a los 23 barrios de la comuna y que tendría una cubierta.

Semillero deportivo

El polideportivo es un campo recreativo importante, porque se dicta clase de baloncesto a los niños y jóvenes los sábados, mientras que los miércoles al finalizar el día, la rumbaterapia, cambia la rutina de las mujeres habitantes de San Diego.

Así mismo, se recibido el apoyo de la Administración municipal y del Imdri, para implementar escuelas de fútbol, microfútbol, al igual que para desarrollar clases de ciclismo, taekwondo y gimnasia.

“Estas actividades han dado un resultado positivo, porque muchos niños que podrían caer en vicios de drogas, ahora están jugando y representando al Tolima en varios torneos.

“Queremos que este semillero continúe para seguir dándole alegría a la comunidad. Uno como padre, al saber que su hijo practica un deporte está tranquilo”, opina Ancízar Antonio Sánchez.

Cómo se movilizan los habitantes

El interior de San Diego es recorrido por la ruta 23 y transita por sus alrededores la 39, 8 y 5. Por ello, al saber que existe la posibilidad de que algunas rutas como la 39 desaparezcan, se unen a la solicitud de sectores como el Topacio a que continúe.

Según ellos, estas rutas son el transporte que necesitan los cientos de estudiantes que pertenecen a instituciones como San Simón y Liceo Nacional, también, facilita la movilidad hacia los diferentes centros de salud.

Por otra parte, ven como un logro el hecho de que después de solicitar durante seis años el mantenimiento de la calle 8, lo lograron y hoy los vehículos se pueden desplazar con facilidad.

No obstante, solicitan al Ibal que arregle uno de los alcantarillados de la zona, para que quede en óptimas condiciones la avenida.

Cerros noroccidentales

Los líderes comunales de este sector concuerdan en que se deben implementar iniciativas que vinculen el cuidado de los cerros con la comunidad, para ello ponen como ejemplo lo que ocurre en ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, que los han convertido en atractivos turísticos y en donde se han construido senderos ecológicos.

“Se ha invertido en el Cerro de Pan de Azúcar, por ello se debería anexar a la hoja de ruta que viene del Museo de Arte del Tolima y del Parque de la Música. Infortunadamente, hay poca fauna y se están acabando las especies nativas”, precisa Valbuena Gamboa. Por ello proponen actividades como el turismo religioso o el avistamiento de aves.

Y con esta premisa de pensar en la importancia de los recursos naturales, el presidente de JAC del barrio ha emprendido con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Rural, la iniciativa de siembra de árboles, con el propósito de que los habitantes sean conscientes de que si “tenemos árboles, tenemos agua”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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