Urgencias en Ibagué: un ‘dolor’ sin medicamentos inmediatos

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Esperar más de cinco horas para que un médico lo valore y determine si es o no necesario una atención prioritaria, o seguir esperando mientras se desocupan los médicos, es el panorama con el que se enfrentan miles de usuarios en Ibagué. La cifra es alarmante, más de 45 mil personas acuden a estos servicios cada mes.

Matilde Tique Lozano, quien llegó a la Clínica Tolima desde Coyaima, tardó cinco horas con su hija en embarazo para ser atendida, mientras que Ximena Gómez, completó dos días esperando a que a su esposo lo ingresaran a cirugía por una herida de puñal en el Federico Lleras Acosta, porque el hospital no tenía convenio con la Nueva EPS.

Pero no son los únicos usuarios que viven estos dramas, Mauricio Garzón, quien viajó desde Fresno en una ambulancia con su padre, tuvo que ver como su progenitor permaneció horas en la camilla del vehículo, aguardando a que una cama se desocupara al interior de centro asistencial más importante del Departamento.

Estas historias, son un pequeño ejemplo del panorama que a diario se evidencia en las diferentes clínicas y hospitales de la ciudad, y es que el servicio de urgencias en Ibagué está ‘rebozando la copa’.

Según las estadísticas, al mes se atienden un promedio de 45 mil 656 personas y solo se cuenta con 57 médicos en Ibagué, situación que podría comenzar a “cobrar vidas”.

Y es que esperar más de cinco u ocho horas para que un médico lo atienda, se ha convertido para muchos ibaguereños en un verdadero ‘vía crucis’, como le sucedió a Camila Perdomo, quien llegó a las urgencias de Saludcoop y tuvo que permanecer hasta que el dolor que presentaba fuera determinado como “una verdadera urgencia”.

Pero no fue solo esa espera, ya que la valoración es solo el inició del ‘aguante’, porque se suman otras horas mientras que el médico decide si la envía para su casa o la deja en observación.

En la actualidad miles de ibaguereños han pasado por esta situación, cuando acuden a un servicio de urgencias de cualquier centro asistencial. El hecho se ha vuelto incluso tan recurrente que muchos saben que la espera será larga y que si salen en menos de ocho horas, son favorecidos o creen que ocurrió un ‘milagro’.

La crisis generó que el viernes en el Concejo de Ibagué, se adelantará uno de los debates más candentes, aunque no dejó soluciones concretas, ya que a la fecha no se conoce sanciones a las entidades que han llevado el servicio a un permanente colapso.

“Servicios con dificultades”

Cada vez que pasan los días, la situación tiende a empeorar. Es común ver como los pasillos de urgencias se llenan de personas, y las enfermeras encargadas de la atención tienen que ubicar a los pacientes hasta en sillas, porque a nadie le pueden negar la atención.

Uno de los casos más críticos, es el del hospital Federico Lleras, situación que su gerente interventor, Alfredo Julio Bernal, reconoce y no esconde. Allí están llegando en promedio 100 pacientes al día, por lo que la ocupación es casi del 90 por ciento. Mensualmente se atienden cerca de dos mil 800 personas.

“La saturación en el servicio se da por varios factores, uno de ellos, es que la red pública sigue insuficiente para atender toda la demanda de urgencias.

“El Federico atiende toda la alta complejidad a pesar de que hay dos centros de mitigación en Espinal y Honda. Tenemos una persona que recibe el paciente, lo atiende, y luego clasifica la urgencia, ya que algunas son de mayor importancia que otras”, dijo.

Y agregó que la mayor dificultad que están presentando, es que muchos de los pacientes que llegan, pueden acudir a otros centros asistenciales de mediana complejidad y no lo hacen. “Esto también genera el colapso”, afirmó.

Para el veedor de la salud en el Tolima, Ancízar Rodríguez, el servicio es intermitente, y señala que Ibagué tiene un caos en la atención de urgencias, porque en algunas partes la asistencia está cerrada. En la actualidad, la Clínica Tolima, San Francisco y el Federico Lleras Acosta son los que están recibiendo la mayor parte de la población.

“Acá ha faltado mucho compromiso social, político y administrativo, no los veo defendiendo la salud que es lo principal. El sistema lo veo agonizante hace mucho rato”, afirmó Rodríguez.

La Clínica Tolima: “es más una víctima, que la causante del problema”

Diego Morales, el gerente de este centro asistencial, afirmó en una invitación del Concejo de Ibagué que estaba temeroso de asistir, porque como privado no es su obligación. Pero que el compromiso que tiene con la salud, por su trabajo en lo público, lo comprometen con la problemática que se vive en la actualidad en los servicios de urgencias.

Señaló en el recinto de la Corporación que cuenta con 27 camas de urgencias y que los contratos que tiene son con la mayoría de las EPS de Ibagué, “pero en ninguno de estos, se asume la responsabilidad total de la atención”.

La demanda se ha venido incrementando desde hace tres años, y “desde hace seis meses estamos en un colapso permanente”, aseguró.

Por último, fue muy enfático en señalar que antes de empezar en cerrar la clínica, sus directivas lo que buscan es encontrar soluciones.

Hallazgos encontrados por la secretaria de Salud de Ibagué, Gilma Lucía Peña

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Clínica Calambeo: Registra un aumento de la demanda de consultas de urgencias.

Clínica Ibagué: Déficit de médicos.

Clínica Tolima: Su demanda supera la oferta, se requiere de una ampliación de infraestructura.

Unidad de Salud de Ibagué – Hospital San Francisco: Por aumento en la demanda se evidencia déficit de personal.

Nuestra Señora del Rosario: Personal médico insuficiente para la prestación de los servicios.

Hospital Federico Lleras Acosta: Registra un aumento en la demanda de consultas de urgencias.

¿Qué pasa en el H. San Francisco?

Su gerente, Fanny Gómez, dijo que existen horas ‘pico’ que en ocasiones demandan más atención, y el servicio tiende a colapsar. “Contamos con seis médicos en el día, y cinco en la noche. La mayor congestión se presenta al mediodía, pero nos hemos encontrado con que el 70 por ciento de las atenciones prioritarias, podían ser en consultas externas”, afirmó.

En un 40 por ciento se ha incrementado la atención, esto desde que algunas entidades han cerrado sus urgencias, antes se atendían a 250 personas y hoy la cifra supera las 350.

El origen de la crisis en el servicio de urgencias de Ibagué

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2 de mayo de 2014: Emergencia funcional en el hospital Federico Lleras por falta de insumos y medicamentos.

13 de mayo de 2014: Emergencia funcional la clínica Nuestra Señora del Rosario por la renuncia masiva de los médicos del servicio de urgencias. (La IPS persiste en el incumplimiento del plan de mejoramiento)

27 de junio de 2014: Clínica Minerva se declara en emergencia funcional por renuncia masiva de los médicos de urgencia.

9 de julio de 2014: Cierre temporal del servicio de la Clínica Minerva, el cual fue notificado el 15 de julio.

20 de agosto de 2014: Se efectúa visita a la Clínica Tolima, en donde se encontró que estaban en emergencia funcional, la Secretaría de Salud de Ibagué, reiteró la necesidad de aumentar la capacidad instalada.

22 de octubre de 2014: Auditorías a todas las IPS que prestan los servicios de urgencias, dejando planes de mejoramiento. Requerimientos a las EPS con respecto a la Red alterna de servicios de acuerdo con las dificultades registradas en la prestación del servicio.

Credito
CLAUDIA RESTREPO

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