La deficiente atención que reciben los usuarios del sistema de salud en el ámbito nacional genera continuamente inconformidades que en ocasiones colman la paciencia y generan conflictos; un caso puntual se presentó el lunes, en la sala de urgencias de la clínica Nuestra Señora del Rosario de Ibagué.

El problema se inició cuando una señora se dirigió a los guardas de seguridad a solicitar una silla de ruedas para una paciente de tercera edad, y, según los testigos, recibió una respuesta inapropiada, lo que encendió los ánimos de las personas del lugar que ya llevaban horas esperando por la atención médica.

Al ver la grosería con la que fue atendida la señora, los hombres del lugar, narra, se enfrentaron con el guarda y uno de reclamantes rompió la puerta que da acceso a la zona de urgencias.

En el video que registra el suceso, se escucha que una de las personas que está en el lugar le dice al vigilante “respete, mijo, hace rato le está pidiendo una silla de ruedas”. Al hecho se sumó el estrés acumulado de los pacientes y acompañantes que llevaban horas esperando para ser atendidos. Luego de la fuerte discusión, el guarda de seguridad entregó la silla a la paciente, acción que soltó el comentario “tocó con patada voladora para traer la silla”.

Caso de muchos

Este problema lleva a preguntarse cuál es el tipo de servicio que se presta en esta institución médica y si falta personal médico para atender el gran número de pacientes que llegan allí: dichas inquietudes fueron transmitidas a la gerente de la Clínica, Margarita Zapata, quien mencionó que este hecho se debe en parte por ser un fin de semana con festivo, lo que genera un mayor número de visitantes a la ciudad y congestión de urgencias, y asimismo, al tiempo de espera que deben aguantar los enfermos.

También agrega que “esperamos que con la estrategia que implementamos en contratación de enfermeros jefes y auxiliares tengamos una mejor atención directa en la sala, tanto para los menores de edad como para los adultos mayores, eso en temas de servicio, mejora la calidad y los tiempos de espera”, explicó la directiva.

En la actualidad, la Clínica cuenta con 36 médicos generales para los turnos respectivos en urgencias y se tiene nueve consultorios; no obstante, se necesita más, ya que no dan abasto para las 24 horas de atención.

Por ello la Gerente enfatiza en que se debe tener en cuenta la capacidad del médico y la necesidad para la atención, pues de ello depende cuánto se demora el proceso médico y, por consiguiente, el tiempo de espera.

Otro factor que influye en la tortuosa espera en urgencias se debe a que “si miramos las salas en general, muchas veces están copadas por gente que perfectamente puede ir a atención prioritaria o de consulta externa ambulatoria. Estamos haciendo todo por mejorar los modelos de atención y por moderar la atención en sala”, precisa la Gerente.

Cada factor conlleva a tener atención médica en urgencias de baja calidad y que el tiempo de espera oscile entre 3 y 4 horas; por ello, según Zapata, se tiene la meta de que en la clínica baje la espera a una hora y media.