Residentes de la calle 14 piden el sellamiento de establecimientos nocturnos en la zona

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Los vecinos de la calle 14 entre carreras Cuarta y Quinta, se vienen quejando desde el 2012 por la presencia de establecimientos nocturnos en el sector, por esta razón aseguran no poder conciliar el sueño, ya que con acordeón y caja vallenata funcionan hasta altas horas de la noche a pesar que es prohibido, según la ley, la presencia de estos locales en la zona.

Los habitantes del sector señalan que se han manifestado ante diferentes instancias haciendo entrega de varios documentos que prueban no solo la presencia de estos lugares que cumplen la función de bares, sino también de que se trata de algo indebido, pero a pesar de esto, hasta la fecha no han logrado tener una contundente solución a su incomodidad.

Estos comerciantes estarían infringiendo el Plan de Ordenamiento Territorial, ya que no se puede tener establecimientos de diversión o donde se expenda licor, a menos de 200 metros de zonas residenciales, escuelas o templos religiosos como sucede en este caso la cercanía con la Iglesia Cristiana Presbiteriana.

El principal inconformismo de la comunidad radicaría en que cuando hacen el llamado a las autoridades, comúnmente llega a la zona personal de la Policía, pero estos únicamente acuden a hablar con los propietarios y luego se van, continuando el festejo en el sector.

El malestar reina en los vecinos ya que expresan que no les basta con tener música en un elevado volumen hasta altas horas de la madrugada, sino que en ocasiones se hacen presentes grupos musicales que en vivo realizan espectáculos, en especial sucede con conjuntos vallenatos.

La utilización del espacio público sería otra de las infracciones que se registran “hemos puesto en conocimiento de espacio público, pero desde el 2012 no han tenido tiempo para hacer un operativo, lo que vemos con frecuencia es que pasan tras los vendedores ambulantes” expresó uno de los residentes del sector.

Otras personas aseguraron verse expuestos al tener que ser arrollados por un vehículo ya que al no poder hacer uso del sendero peatonal, deben transitar por en medio de la carretera; las mujeres por su parte, se quejan al tener que soportar en algunas ocasiones los piropos “vulgares” de varios clientes que frecuentan los establecimientos.

Luego de llevar varios años tocando las puertas de las entidades de control, hasta el 14 de mayo se hizo una notificación que tiene como resultado solicitar el cierre voluntario de dos establecimientos, y de no suceder esto se procedería a su sellamiento definitivo, pero ninguna de las anteriores se ha presentado hasta la fecha.

El llamado que hace la comunidad es para que las autoridades cumplan con su función y hagan el cierre de los centros nocturnos que les está quitando el sueño y la tranquilidad a estos residentes.

Credito
EL NUEVO DÍA

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