Después del cierre vial que hizo la comunidad de Picaleñita entre la avenida Mirolindo y Picaleña, en son de protesta porque están cansados de no contar con el servicio continuo de agua, el barrio empezó a recibir la atención del Ibal y el sábado la entidad realizó una jornada para escuchar a los usuarios, evaluar la zona y así establecer los factores que están ocasionando esta problemática.

En esta primera visita técnica se encontró cerca de seis conexiones fraudulentas, entre ellas la de un conjunto cerrado del sector, en el cual tomaban directamente el líquido a través de una manguera conectada a un hidrante.

Asimismo, se hizo el corte del servicio en cuatro predios porque llevaban entre 52 y 62 meses sin pagar los recibos.

En cuanto a esta situación, Sandra Rocío Avilés, presidenta de la Junta de Acción Comunal de esta barrio, opinó que “sí hay personas que tienen procesos, pero esto no quiere decir que porque hay fraude en la comunidad ellos (Ibal) nos van a prestar un mal servicio”.

Y agrega que aunque esta práctica no es un buen proceder, las medidas para evitar que siga sucediendo depende de la Entidad de Servicios Públicos.

Picaleña Alta o Picaleñita, como también es reconocida esta zona, tiene 170 viviendas por lo que según un vocero de la Empresa, se dará inicio a una operación rastrillo en el barrio para establecer dónde están los fraudes.

El agua va y viene

Uno de los motivos a los que se le atribuye el deficiente servicio de esta zona, es que posiblemente falta un empalme en el tramo ubicado entre la ciudadela Comfenalco y el barrio Hacienda Santa Rita. Se espera que el miércoles ya esté reparada.

Mientras tanto hasta ayer, Sandra aseguró que la presión sigue siendo muy baja y que el servicio es intermitente, ya que en algunas casas llega y en otras no, lo que genera gran inconformidad teniendo en cuenta que los recibos, en ocasiones suelen traer tarifas altas.

Los reportes no cesan

Ayer se hizo el reporte de la suspensión y baja presión de agua en distintas zonas de la ciudad, entre ellos estuvo la comuna Ocho, Nueve, parte de la 10, 11 y 12. Aunque las quejas fueron constantes, personal del Ibal explicó que en la comuna Nueve, hubo un daño en la red matriz y agregó que los niveles de los tanque bajaron debido al alto consumo, por lo que se optó por cerrarlos para que se llenaran de nuevo.