El declive de la madera se produjo ante el torrencial aguacero que cayó el viernes en la tarde. No hubo heridos pero algunos padres de familia aseguraron sentir temor de que la estructura quedara afectada representando un riesgo para los menores.

Según informó la Secretaría de Educación, fueron dispuestos algunos funcionarios para valorar el nivel de riesgo en que habría quedado la institución, con el propósito de luego analizar y cuantificar la pérdida estructural, ya que el colegio cuenta con una póliza de seguros que se podría hacer efectiva para mitigar los daños causados.

Fueron momentos de terror los que vivieron varios estudiantes de primaria, ya que muchos recurrieron a refugiarse bajo los pupitres con el temor de que la estructura física llegara a colapsar, el aula que resultó más afectada fue la de docentes, la cual se encontraba vacía en ese instante.

Luz Aida Lara, secretaria de Educación encargada informó que “resultaron afectadas en el techo dos aulas, y a otras dos el piso se les levantó, también el salón del comedor resultó perjudicado, por eso el comité de riesgo de la secretaría está realizando un informe ya que el colegio se encuentra ubicado en zona de ladera”.

Y complementó: “El inconveniente está con los niños de los grados décimo, séptimo y tercero, quienes utilizan esos salones, por eso se está revisando quienes tienen prácticamente superado el año lectivo, para que solo sean los que tienen pendientes o dificultades para pasar el grado quienes deban asistir”.

Algunos padres de familia aseguraron sentir temor, ya que la estructura del colegio posee algunas grietas como sucedería en uno de los muros cerca a las escaleras, además afirman que las aulas cuentan con tejas de eternit representarían un mayor riesgo en caso de un sismo.

La Secretaría de Educación aseguró que se tratará de agilizar el proceso legal para hacer efectiva la póliza de seguros y adelantar las labores necesarias, con el fin de no afectar el inicio de clase durante el próximo año, ya que en la mañana quienes estudian son los alumnos de secundaria y en la tarde los niños de primaria. Las directivas de la institución serán las encargadas de estructurar el horario y las aulas a utilizar para lo que queda del año académico, el cual está programado hasta la primer semana de diciembre.