Vendrán unos meses duros para Ibagué: Guillermo A. Jaramillo

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
El alcalde de la capital tolimense, Guillermo A. Jaramillo, presidió la instalación oficial del Concejo de Ibagué. Este fue un espacio aprovechado por el Mandatario para contextualizar a los cabildantes sobre la difícil situación que, según él, vendrá en los proximos meses.

El principal tema expuesto fue la declaratoria de emergencia debido al desabastecimiento de agua, ya que esta es una problemática que se mantiene con el paso de los días y de la cual no se puede hablar de una solución efectiva, hasta tanto no se logré gestionar los recursos económicos que se necesitan.

Con relación a esto, anunció que pronto se tendrá la visita de Findeter, entidad reconocida a nivel nacional como un banco de desarrollo para la infraestructura sostenible del país, la cual se encargaría del apalancamiento económico de los proyectos de mejoramiento relacionados con el acueducto de la ciudad.

En su discurso, Jaramillo también hizo referencia a las obras estancadas de los escenarios de los Juegos Nacionales, del compromiso que tiene para trabajar contra la corrupción al interior de su equipo de trabajo y de la creación de medios oficiales ya que “no vamos a comprar a nadie de los medios de comunicación”, precisó el Mandatario.

¿Falta de agua o mala administración del líquido?

Con la llegada de la sequía se acrecentó la escasez de agua en varias zonas de la ciudad, especialmente en los barrios ubicados en la comuna Ocho y Nueve, sin embargo, para Cortolima, entidad encargada de concesionar parte del recurso hídrico al Ibal, esta no sería la principal causa de las miles de quejas que se registran a diario por la falta del servicio.

EL NUEVO DÍA acompañó al equipo técnico de la Corporación ambiental para conocer cuál era el estado de los niveles de agua en el río Combeima y la quebrada Cay, principales afluentes que abastecen el acueducto de Ibagué y establecer el valor de M3 por segundo que se está captando actualmente.

La medición se hizo a través de aforos en puntos específicos de cada una de las fuentes hídricas. En el caso del Combeima, el primero fue en el tramo que está ubicado en el puente antes de llegar a Villarrestrepo y, el segundo, sobre el canal de captación que tiene el proyecto Hidrotolima.

“A pesar del notorio cambio que presenta el Nevado del Tolima, (lugar donde nace el río) en el primer punto se encontró un adecuado caudal y la óptima condición del agua que se ve ahí, sería la que debería llegar a la bocatoma del Ibal, pero al ver las condiciones del río aguas abajo, se evidencia afectaciones por la actividad de los pequeños mineros, los vertimentos de los locales comerciales y residencias ubicados al margen del Combeima”, dijo Jorge Enrique Cardoso, director de Cortolima.

Una vez revisados los datos del aforo se estableció que sí ha disminuido el nivel del río, y que a la bocatoma del Combeima están llegando dos mil 38 litros por segundo, y que el remanente actual es de mil 532 litros por segundo, “caudal suficiente para prestar los servicios propios de la cuenca, a pesar de las reducciones generadas por la temporada seca”.

En el caso de la quebrada Cay, el recorrido mostró que a 200 metros aguas arriba de la bocatoma de captación del Ibal, aunque hay una antigua derivación que es utilizada por los paleros, no genera alteraciones sobre el caudal principal, porque el agua regresa al afluente y la posible actividad minera se efectúa esporádicamente por cinco pequeños mineros que están formalizados.

“Producto del recorrido que hicimos sobre la bocatoma de la quebrada Cay, pudimos encontrar que en efecto, no hay ninguna estructura que en una forma preocupante represe la fuente hídrica, al contrario, encontramos que esta discurre por su cauce normal.

Ello nos permite diferir, que de todas maneras, todas las fuentes hídricas están sufriendo los embates de la temporada de sequía, sin embargo, encontramos un adecuado y racional cauce que puede ser aprovechado, así mismo, se constató que en los puntos cercanos a la bocatoma Cay, no hay captaciones ilegales que reduzcan el caudal concesionado a Ibal”, precisó el director de Cortolima.

Cabe recordar que, anteriormente Cortolima había entregado una concesión de 120 litros por segundo de la quebrada Cay y este año hizo un adicional de 240.5 litros, para atender las emergencias que se presenten en la bocatoma del Combeima.

El resultado del aforo realizado el 30 de diciembre, mostró que en Cay se está captando 176.33 litros por segundo y hay concesionados 127 litros.

En otras palabras, por ahora en Cay sí hay disponibilidad de un buen caudal para surtir a los ibaguereños, según el plan de uso y ahorro eficiente del agua que implemente el Ibal.

“Hemos podido determinar, que los caudales tanto del río Combeima como de la quebrada Cay y todas sus microcuencas aledañas están sufriendo el embate de la temporada de sequía, pero cuenta con un caudal suficiente para atender las necesidades de captación, potabilización y conducción a la empresa Ibal”, concluyó Cardoso.

Plan de contingencia

Teniendo en cuenta este panorama la Administración municipal, la Secretaría de Ambiente y Gestión de Riesgo Departamental, Ibal, Cruz Roja, Defensa Civil, Policía de Ibagué, el cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil y el Ejército, realizaron un Consejo de Seguridad, para establecer una ruta a seguir.

Entre las medias está el establecimiento de un horario fijo de racionamiento por sectores, de esta manera se busca que la comunidad conozca en qué momento se queda sin el líquido y se prepare previamente.

Igualmente, se logró el préstamo de 70 tanques de polietileno por parte del Acueducto de Manizales, para ubicarlos en lugares estratégicos de la ciudad y se está gestionando el apoyo de los carrotanques de bomberos, Policía nacional, Defensa Civil y la Unidad Nacional de Riesgo.

Asimismo, se espera poder contar más adelante con dos plantas de tratamiento de agua, prestadas por el Acueducto de Bogotá y la Cruz Roja.

“Pensamos que de esta manera se puede solventar la falla del acueducto y hacer que la gente pueda tener el recurso de agua que tanto necesita y que en este momento está restringido en diferentes partes de la ciudad”, explicó el Burgomaestre.

También quedó restringida el agua para piscinas, jardines, lavaderos que no tengan autoreciclaje, ya que el principal uso del agua será para consumo humano.

Ibal en desacuerdo

Las dos entidades tienen conceptos diferentes sobre las condiciones de la quebrada Cay, ya que el Ibal considera que hay un represamiento y puede haber desviaciones que generan la disminución del afluente.

La situación, “es totalmente preocupante, los caudales siguen disminuyendo, Cay sigue cayendo abruptamente, Combeima sigue en una disminución que nos preocupa a futuro. En el caso de Cay, definitivamente, nos está haciendo falta ese recurso de fuente natural, el cual es un refuerzo con el cual no contamos hoy y eso es lo que genera como consecuencia, que hoy tengamos menos captación de agua cruda, menos producción de agua potable y lógicamente menos agua para distribuir entre todos nuestros usuarios”, dijo Carlos José Corral, gerente saliente del Ibal.

Los reportes son bastantes preocupantes para Guillermo A. Jaramillo

El Alcalde de Ibagué explicó por qué a pesar de contar con dos afluentes que pueden abastecer la ciudad y aunque se lleve un plan establecido de ahorro a cerca de 60 barrios, existe una situación crítica.

Entre los problemas está el deterioro de las bocatomas del Combeima y Cay, lo que genera una disminución considerable en la captación del agua de cerca 400 litros del Combeima y 150 litros en Cay, a lo que se le suma el mal estado de la planta de tratamiento, lo que según él, genera que se capte mil 550 litros de agua.

Además, “la red de distribución está muy deteriorada, lo que dificulta el control la distribución en la ciudad, por otro lado, tenemos una disminución sustancial en los 32 acueductos comunitarios que han bajado su flujo hídrico a raíz del fenómeno de ‘El Niñó’.

“Entonces en este momento podemos decir que cerca de 600 mil habitantes se encuentran en un alto riesgo abocados a una situación que golpea fuertemente a la ciudad”, explicó el primer Mandatario de Ibagué.

¿Cuándo llegaría una solución definitiva?

Uno de los cuestionamientos diarios de los habitantes de la Capital Musical, es cuánto tiempo más se debe seguir padeciendo la falta de agua. Jaramillo explicó que las soluciones a un acueducto que lleva más de 20 años sin mantenimiento no se pueden hacer en un día, “en este momento está en licitación la ampliación de la captación de la quebrada Cay, para pasar de 240 litros por segundo a 367.5. Y se acaban de terminar los estudios y diseños para mejorar la bocatoma de Combeima. Esto implica unos recursos por siete mil 800 millones de pesos que no tenemos, pero que estamos buscando”, explicó el Mandatario.

Esto significa que antes de nueve meses no se puede hablar de una solución final.

Credito
EL NUEVO DÍA

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