Así “infló” Typsa costos de contrato

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Contratos firmados con fecha anterior a la adjudicación de la consultoría a Typsa y que contenían el objeto a contratar, son algunas de las denuncias que revela documentación obtenida por Eduardo Bejarano. Además, valores pagados a menor precio que lo propuesto y avalado por el Imdri a la empresa española.

La polémica por la onerosa consultoría pagada por la administración de Luis H. Rodríguez a Typsa para la formulación de los estudios y diseños de los escenarios deportivos nacionales no acaba. El exgerente del Ibal, Eduardo Bejarano, inició en 2015 un pleito jurídico ante los tribunales para que el exgerente del Imdri, Carlos Heberto Ángel, le hiciera entrega de los contratos firmados por la consultora española en la ejecución de los 11 mil 500 millones de pesos, que salieron del bolsillo de los ibaguereños.

“Yo le hice una petición al Imdri para que se me dieran los 111 contratos a que hace referencia el contrato entre el Imdri y Typsa, pero me tocó poner tutela, insistir para que me dieran información porque me la estaban ocultando. Finalmente me la dieron pero incompleta”, mencionó Bejarano.

Sin embargo, el exdirectivo del Ibal logró descubrir no solo que se habrían inflado los costos del personal, sino que no corresponde lo pagado y contratado por Typsa con la propuesta que finalmente le avaló el Imdri ¿a dónde fueron a parar los recursos?

“Terminamos pagándole la nómina a Typsa”

Los documentos entregados a Bejarano son contundentes en advertir que al menos 86 contratos de los 111 suscritos por Typsa no se ajustaron a los precios que propuso al Imdri, con un factor multiplicador del 2.6, que elevó exponencialmente los costos y honorarios del personal.

Según las pruebas, Carlos Jaime Puerta Díaz, fue contratado el 17 de diciembre de 2013 devengando mensualmente tres millones 650 mil pesos en honorarios, a su labor como ingeniero Hidrosanitario, cuando en la propuesta su contrato sería por ocho millones de pesos.

Lo avalado por el Imdri en el contrato 237 del 25 de noviembre de 2013 era que Typsa requería contratar cinco ingenieros con un pago cada uno de 20 millones de pesos al mes que le representaba 416 millones durante los cuatro meses de ejecución del contrato.

“A Carlos Jaime Puerta Díaz se le pagaron tres millones 650 mil pesos. Pero si los ocho millones lo multiplicamos por el factor multiplicador de 2.6 nos da que debían ser pagados 20 millones 800 mil pesos al mes, ¿porqué el contrato de Jaime Puerta Díaz está por tres millones 650 mil pesos, a dónde fue a parar la diferencia de casi 17 millones de pesos”, cuestiona Bejarano.

Otro ejemplo, sería el contrato de Luis Rodrigo Uribe, gerente de Typsa en Colombia, según la propuesta devengaría 57 millones de pesos mensuales, pero como su contrato lo advierte, su salario fue de 18 millones 915 mil pesos al mes.

Además, Jhon Alexánder Ramírez Henao, contratado por valor de cinco millones de pesos mensuales en el cargo de ingeniero Eléctrico. Según el contrato entre el Imdri y Typsa, se pagarían siete millones de pesos mensuales a esta persona pero con el 2.6 de factor multiplicador, equivaldría al pago de 18 millones que se traducirían a 72 millones durante los cuatro meses de ejecución del mismo.

Pero hay más, del total de contratos allegados, al menos 27 habrían sido firmados anterior a la suscripción del contrato de consultoría entre el Imdri y Typsa, el 25 de noviembre de 2013.

No obstante, es de resaltar que no todos los contratos tienen dentro de su objeto específico prestar labores para la formulación de los diseños de obra de los escenarios del Parque Deportivo y Unidad Deportiva de la calle 42.

La revisión de la información da cuenta de que al menos cuatro tenían taxativamente el objeto específico para prestar sus servicios en favor de los diseños de los escenarios en Ibagué. Sin embargo, la veeduría Revisar, en un análisis de la documentación allegada por Bejarano, advierte que esto demostraría que “entre contratista y entidad contratante existía previamente un compromiso de la adjudicación del contrato”.

Aún así, Typsa el 7 de abril de 2015 en solicitud elevada por el Imdri, certifica y allega algunos de los contratos suscritos para cumplir con el objeto contractual de la consultoría. Entre ellos, los de William Alfonso Cárdenas, Jorge Orlando Navarrete Laverde, Jhonatan David Gutiérrez Ramírez y Luis Guillermo Camargo Pérez, entre otros.

“Los ibaguereños terminamos pagándole la nómina a Typsa. Si Typsa claramente tenía contratos firmados desde antes del 25 de noviembre de ese año, pues eso nos lleva a la conclusión que esa gente no se contrató de manera específica para los diseños de Ibagué, era gente que venía trabajando en Typsa, y ellos los metieron digamos o se los presentaron a la Administración municipal como unos contratistas exclusivos para temas de Juegos Nacionales”, subrayó Bejarano.

De los “españoletes”

Según Bejarano a pesar de haber ganado la tutela para que se le hiciera entrega de todos los contratos, la información le fue allegada de manera incompleta, pues no se conoce nada con relación a los 28 contratos aparentemente suscritos desde España pese a que se libró orden por parte del Juzgado para la entrega de la misma.

En documento enviado por el director General de Negocios Internacionales de Typsa, Luis Moreno Nieves, al Imdri se advierte que “el personal relacionado a continuación ha trabajado para la empresa Técnica y Proyectos S.A. (Typsa) al contrato No. 237 de 2013. Que tuvo como objeto realizar los estudios y diseños para la construcción, adecuación y/o remodelación de los escenarios del Parque Deportivo, de las instalaciones de la Unidad Deportiva de la calle 42 para los XX Juegos Nacionales y IV Paranacionales de 2015” desde el 25 de noviembre de 2013, por contrato con España”.

Según Bejarano esto último es clave y resulta bastante curioso porque el mismo día que el Imdri y Typsa firmaron el contrato en Colombia, en España se presumiría se hizo lo mismo con las 28 personas relacionadas en la certificación.

“Puede ser que esta gente ya estaba trabajando para Typsa y nos la metieron como si fuera gente nueva, pero nunca lo vamos a saber a no ser que tengamos los contratos de esas persona en España, cosa que el supervisor del Imdri (Mauricio Campos del Cairo) jamás se le ocurrió pedir. A él nunca se le ocurrió pedir los contratos que suman dos mil 204 millones de pesos pagando gente de España”, critica Bejarano.

Para el exgerente resulta exótico como la señora Beatriz Álvarez Martín, directora de paisajismo, que se ganaría 12 millones de pesos y con el factor multiplicador devengaría 31 millones 200 mil pesos “cómo carajos un paisajista va a trabajar desde España con proyecto acá en Colombia, no sé si tomaría la molestia de venir”, replicó Bejarano.

Tela de dónde cortar

Según Eduardo Bejarano hay dos factores que deben llamar la atención de los órganos de control y es la declaración de IVA que debía efectuar Typsa ante la Dirección de Impuestos Nacionales (Dian) y los aportes a seguridad social y pensión.

Como queda demostrado 28 contratos fueron suscritos con personas radicadas en España, pero dentro del contrato de consultoría Typsa le cobró al Municipio IVA por personal que no declara el impuesto en Colombia. El total de los recursos por IVA fue del orden de los mil 586 millones de pesos, si se saca el 16 por ciento a los dos mil 204 millones de la nómina que costó el pago de los 28 españoles, el Municipio pudo haber pagado 352 millones de pesos adicionales.

“Ese IVA se lo cobraron al Imdri, se lo cobraron a los ibaguereños, pero nunca se lo declararán a la DIAN, asumiría yo que se lo pudieron haber ‘tumbado’, falta haber si al Estado colombiano le tributaron ese valor, creería que no”, puntualizó Bejarano.

Adicionalmente se debe revisar el 2.6 del factor multiplicador que la entidad contratante le reconoce al contratista una serie de elementos que debe asumir con el pago de seguridad social, prima, vacaciones, ARL y demás parafiscales.

“Si se está en España por qué nos cobran ese factor multiplicador cuando no sabemos si ellos pagaron ARL o esas personas realmente existen o son ficticias, hay dos mil 204 millones de pesos, de los cuales no tenemos idea quiénes son esos seres humanos”.

Además, el factor multiplicador fue bastante alto si se tiene en cuenta que en el Municipio el promedio oscila entre 1.5 a 1.7 en contratos de obra que implican un nivel de riesgo mayor para el personal a contratar.

“He consultado con ingenieros y amigos que me han dicho que un factor multiplicador de 2.6 es alto, y ese factor multiplicador en diseño resulta inverosímil, es muy alto, mi teoría es que una de las formas en las que posiblemente inflaron ese contrato es que utilizaron un factor multiplicador mucho más alto y puede haber un detrimento patrimonial, pero deberá ser la Contraloría municipal quien determine si este factor multiplicador que utilizaron fue el adecuado o lo usaron adrede para inflarlo”.

¿Y la plata?

Aunque no se tiene aún cuantificado la totalidad de los recursos que pudo haberse ahorrado Typsa en el pago del personal, Bejarano considera que no debería quedar a la merced del contratista. No se atreve a indicar si el procedimiento reviste de causal de ilegal pero sí es claro que la Contraloría General debería revisar con detenimiento el tema.

“La propuesta que él presentó y que los ibaguereños financiamos decía que se pagarían esos sueldos, muy exóticos y muy altos, por supuesto, pero esa fue la propuesta que se avaló, si se pagó por un menor valor y se ahorró esa plata, el contratista no podría echársela al bolsillo porque no le corresponde, tendría que habérsela devuelto al Municipio o en su defecto la Contraloría debería abrir un proceso fiscal para que se resarzan a la ciudad esos recursos”, sostuvo.

Credito
IBAGUÉ

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