¿Cómo Vamos en Activos Personales?

El informe evidenció que hay unas situaciones preocupantes en relación con la evolución de los activos personales. La ciudad presenta situaciones críticas en educación, salud y seguridad.

Se destacan los pobres niveles de cobertura en educación, el incremento de los casos de VIH y el aumento de los suicidios y los intentos de suicidio. Además, la seguridad en los últimos cuatro años se deterioró, por cuenta del incremento de las lesiones personales.

Educación

El rasgo básico del periodo 2012 - 2015 es que la ciudad tuvo dificultades para atraer y retener a niños y jóvenes en el sistema educativo. Esto se evidencia con el pobre comportamiento de las tasas de cobertura netas y el porcentaje de niños y jóvenes que no se encuentran en la educación formal.

La población en edad escolar en la ciudad entre 2012 y 2015 ha disminuido, al pasar de 117 mil seis niños y jóvenes a 114 mil 652. Además, durante todo el periodo 2012 - 2015 la matrícula oficial ha venido disminuyendo de forma sostenida: mientras que en 2012 el número de niños matriculados en el sector oficial fue de 80 mil 674, para 2015 apenas fueron 76 mil 691, lo cual implica una disminución de tres mil 983.

Entre tanto, la matrícula no oficial pasa de 18 mil 312 a 21.095 niños y jóvenes, es decir, un incremento de dos mil 783. En el periodo de estudio se ha fortalecido el programa de gratuidad y, a pesar de ello, la matrícula oficial ha disminuido. Factores asociados a la repitencia, la calidad y, en especial, al ambiente escolar podrían hacer parte de la explicación. Es importante recordar que en el informe de calidad de vida del año anterior se mostró como, en el Índice Sintético de Calidad Educativa, el ítem peor evaluado fue precisamente el ambiente escolar.

Sin embargo, uno de los rasgos preocupantes del sistema educativo de la ciudad está relacionado con el hecho de que, aunque la población en edad escolar en el periodo de estudio disminuyó, el número de niños y jóvenes no matriculados en establecimientos oficiales y no oficiales sigue siendo elevado. El 14.71 por ciento de los niños y jóvenes en edad escolar en Ibagué no está matriculado en ninguno de los dos tipos de instituciones. En términos absolutos, esto equivale a 16 mil 866 niños y jóvenes que no se incluyen en el sistema educativo formal de la ciudad.

Por otro lado, al analizar la dinámica de la tasa de cobertura neta -que incluye solamente aquellos niños y jóvenes que están matriculados en el nivel educativo que se corresponde con su edad- el balance no es alentador: en todos los niveles, excepto primaria, las tasas de cobertura neta de 2015 se ubican por debajo del nivel en que estaban en 2012, es decir en el primer año del gobierno anterior. Por ejemplo, mientras que en 2012 la cobertura neta en el nivel de transición se ubicó en 50.62 por ciento, para 2015 fue apenas de 45.29 por ciento. En el caso de la educación secundaria, pasó de 68.09 por ciento a 66.4 por ciento y en media de 41.28 por ciento a 39.6 por ciento, respectivamente. Para el nivel de primaria, el avance fue bastante modesto: pasó de 74.78 por ciento a 75.94 por ciento. Estos resultados no se compadecen con el hecho de que durante este mismo periodo la población en edad escolar disminuyó, lo que debió facilitar las mejoras en cobertura; no obstante, esto no sucedió.

En cuanto a la extraedad, para el periodo 2012 - 2015. Obsérvese que entre 2012 y 2013 esta aumentó, al pasar de 23.44 por ciento a 24.85 por ciento; entre tanto, en 2014 se presentó una reducción a 18.29 por ciento para volver a subir en 2015 al 25.10. Cuando se toma el periodo completo de la anterior administración municipal, se observa que la tasa de extraedad total estuvo por encima del nivel con el que empezó el periodo del exalcalde Luis H. Rodríguez.

En repitencia, los resultados también son precarios. Al tomar la evolución entre el primer y el último año del gobierno anterior, se evidencia que la repitencia en el conjunto de los establecimientos públicos aumentó, al pasar de 8.66 por ciento a 8.76 por ciento, lo que indica que las políticas desarrolladas en ese periodo para lograr una reducción sostenida de la repitencia fueron poco eficaces. En efecto, el 49.57 por ciento del total de la repitencia se concentra entre los grados sexto a noveno, el 38.81 por ciento en primaria, el 6.55 por ciento en media y el 5.08 por ciento en transición.

Entre 2011 y 2014, la participación de la deserción en primaria ha venido creciendo de forma sostenida, al pasar de 25.62 por ciento a 45.77 por ciento; es decir, en apenas cuatro años casi se duplicó la participación de la deserción en este nivel educativo. Al comparar la deserción por tipo de establecimiento educativo, resulta claro que, al igual que la repitencia, la deserción se concentra fundamentalmente en el sector oficial, aunque esta ha disminuido entre 2012 y 2015, al pasar de 4.5 por ciento a 3.76 por ciento. No obstante, la brecha respecto a la deserción en el sector no oficial sigue siendo relativamente grande.

En calidad educativa, vale la pena mencionar los resultados del Índice Sintético de Calidad Educativa. Al comparar los resultados de Ibagué entre 2014 y 2015, el ISCE mejoró en todos los niveles: en primaria aumentó 0.04; en secundaria 0.3 y en educación media 0.33. Las metas establecidas por el Ministerio ubican el ISCE en 2025 en 7.38 para primaria, 7.49 en secundaria y 7.40 en educación media. Si el ritmo de avance que se presentó entre 2014 y 2015 se logra sostener los próximos diez años, se llegaría a un ISCE de 6.16 en primaria, 8.49 en secundaria y 9.8 en media.

No obstante, al discriminar el ISCE por tipo de establecimiento educativo, encontramos un relativo rezago de los colegios oficiales respecto a los no oficiales: en todos los niveles educativos, los colegios oficiales tienen un mayor ISCE; las diferencias más pronunciadas se localizan en la educación secundaria y media, en que el ISCE de los no oficiales supera en un poco más de un punto al de los oficiales.

Seguridad

Los delitos de mayor impacto en la ciudad son el hurto a personas, las lesiones personales, el hurto a residencias y los homicidios. La tasa de hurto a personas entre 2012 y 2014 bajó de 407 casos por cada cien mil habitantes a 354; no obstante, en 2015 volvió a subir hasta llegar a 419 casos por cada cien mil habitantes.

Entre 2012 y 2015, la tasa de lesiones personales por cada cien mil habitantes pasó de 238 casos a 419. Por otro lado, los homicidios aumentaron a 103 casos en 2015, frente a 94 y 93 en 2014 y 2013, respectivamente. En el caso de las lesiones personales, la tasa de denuncias como porcentaje de los delitos de impacto registrados pasó de 70.7 a 82.6 por ciento; en el hurto a personas pasó de 75 a 80.4 por ciento y en el hurto a residencias pasó de 76.2 a 80.8 por ciento.

En cuanto a homicidios, las principales víctimas son hombres de 18 a 32 años. Las comunas Uno, Siete y 12 concentran el 46 por ciento de los homicidios y el 61 por ciento de estos se presenta en riñas, y el 22 por ciento en la modalidad de sicariato. Los barrios donde se presentaron más homicidios en 2015 fueron La Gaviota, Centro, Estación, Boquerón, Picaleña, Ricaurte parte alta y Santofimio.

En materia de lesiones personales, el 38 por ciento de estos se concentra en las comunas Uno, Ocho y Nueve; mil 360 hombres fueron víctimas y 939 mujeres. Los barrios donde más se presentan estos casos son Centro, La estación, El Salado, San Pedro Alejandrino, Simón Bolívar, Restrepo, Mirolindo y Ricaurte parte alta.
 

Salud

En el contexto nacional, se observa que existe clara tendencia a la disminución en las tasas de mortalidad infantil, que pasan de 12.76 a 10.39, es decir, en todo el periodo se presenta reducción de un poco más de dos puntos. Para el caso de Ibagué, aunque en principio resulta favorable que en el periodo se evoluciona de 9.40 en 2010 a 6.46 en 2015.

En cuanto al porcentaje de nacidos vivos con bajo peso, se observa que en el periodo de la administración de Luis H. Rodríguez se presentó una leve evolución favorable, pues mientras en 2012 fue de 7.15 por ciento, para 2015 llegó a 6.42, lo cual significa una disminución de 0.65 puntos porcentuales.

Al analizar la mortalidad materna, encontramos de nuevo una tendencia errática que desdice de la efectividad de los programas encaminados a una disminución sistemática y permanente de la mortalidad. Mientras que en 2012 la mortalidad se ubicó en 51.58 en 2013 se redujo a cero, para nuevamente ascender a 38.98 y otra vez ubicarse en cero. Sigue predominando una tendencia que no permite inferir que las políticas públicas estén teniendo impacto favorable sobre el comportamiento de esta variable, teniendo en cuenta que en muchos casos estas situaciones pudieron ser prevenidas.

Desde 2013 se viene presentando una disminución de la tasa de embarazo adolescente, al pasar de 11.29 a 8.88, lo que equivale a una reducción de 2.41 puntos. En este conjunto de variables relacionadas con la salud pública se muestra que esta variable es la única que presenta una tendencia más o menos clara de reducción, lo cual podría indicar que, más allá de que el ritmo de decrecimiento es un poco lento, por lo menos la política podría estar teniendo resultados positivos en cuanto a su impacto sobre esta variable.

Al establecer los casos prevalente de VIH/SIDA el panorama resulta bastante preocupante: mientras que en 2010 el número de casos fue de 479, para 2015 esta cifra llegó a 1.270, es decir que en este corto periodo el número de casos prevalente se triplicó en la ciudad. En el periodo de Luis H. Rodríguez el dato de referencia es 636 casos en 2012, lo cual significa que en este mandato el número de casos se duplicó.

Mientras que en 2010 la tasa de prevalencia indicaba que por cada cien mil habitantes existían 91 personas padeciendo esta enfermedad, en 2015 se ubicó en 229 personas.

Además, se muestra la evolución de los suicidios y los intentos de suicidio entre 2009 y 2015 para la ciudad. Al comparar el ciclo completo, se muestra que de un total inicial de 23 casos de suicidio en 2009 pasamos a 30 casos en 2015. No obstante, si se tiene en cuenta solo el periodo 2012 - 2015, se muestra una leve reducción, al pasar de 33 casos a 30. En todo caso, el número de eventos de esta naturaleza no vuelve a ser similar al ocurrido entre 2009 y 2011, cuando el número de suicidios oscila entre 23 y 25. A partir de 2012 el número de casos se ubica estructuralmente por encima de 30. Pero además de los casos consumados, llama la atención el considerable incremento de los intentos de suicidio. Entre 2009 y 2015 pasaron de 176 a 283, un incremento de 107 casos. Desde 2011 se viene presentando una tendencia clara al incremento de los intentos, lo cual muestra la dinámica reciente que ha tomado el fenómeno. Mientras que entre 2009 y 2011 la media de suicidios se ubicó en 24 casos, para el periodo 2012 - 2015 fue de 33. En cuanto a los intentos, la media para el periodo 2009 - 2011 fue de 165 intentos, mientras que en el periodo 2012 - 2015 fue de 253.

Credito
POR: IBAGUÉ CÓMO VAMOS

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