Línea de conducción de Cataimita continúa presentando serios daños

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La Veeduría Agua para Ibagué (Vapi), indicó que las obras están en pésimo estado, tanto así que la única solución a las daños sería “levantar todo lo hecho y volverlo a hacer”.

Una vez más fueron confirmados los serios daños que tiene la línea de conducción de 21.6 kilómetros que transporta el agua de las quebradas La Cristalina, El Rincón y La Pontezuela para abastecer las mil 100 viviendas de los multifamiliares El Tejar.

Así lo informó la Veeduría Agua para Ibagué (Vapi), luego de una inspección a las obras, llevada a cabo el pasado 13 de septiembre, una visita en la que también estuvieron presentes el Ibal, Cortolima, la Secretaría de Desarrollo Rural, la Contraloría municipal, Acuaboquerón, el interventor y el consorcio Constrico, contratista de la obra.

Según indicó Vapi, la administración no debería recibir las obras por la pésima ejecución y estado de las mismas, incluso fue más allá y señaló que “la única solución es levantar todo y volverlo hacer”.

La organización explicó que cada uno de los daños registrados anteriormente continúan generando complicaciones en las veredas Cataima, Cataimita, El Ingenio, La Tigrera y Los Túneles, e indicó que se sumó una nueva irregularidad a la lista.

De acuerdo con lo informado por Vapi, el contratista no se ciñó a los diseños de la obra y realizó modificaciones que no estaban previstas, sin consultar al diseñador.

Por su parte, el secretario de Desarrollo Rural, Emir Aguilera, dijo que en efecto hay evidencia de numerosos daños de infraestructura, además de que está esperando un informe de la Contraloría en el que se hará recomendaciones al contratista para que repare los daños encontrados como fugas de agua, una ventosa y tapas dañadas.

Y agregó: “Se detectó que no se había hecho el mantenimiento correspondiente a las bocatomas, un trabajo que lo había asumido el 28 de diciembre la junta del acueducto”.

Justamente las bocatomas tendrían problemas con su funcionamiento, así como algunos de los viaductos, sumado a las fisuras en la tubería que generan fugas de agua, además del mal estado de la vía luego de la intervención.

Al respecto, Vapi aseguró que la anterior administración del Ibal nunca entregó el manual de operación y mantenimiento a los operadores del acueducto.

El funcionario le había dicho a esta redacción que luego de la visita, tomaría una decisión sobre si haría efectiva las pólizas de garantía de estabilidad de la obra, una determinación que, según Vapi, debería hacerse cuanto antes.

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EL NUEVO DÍA

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