Crecimiento urbanístico maltrataría sector de Calambeo

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El sentido de pertenencia llevó a los habitantes de Calambeo a agruparse con el ánimo de impedir que se ejecuten grandes proyectos de vivienda, que perjudicarían el ecosistema del sector.

La calma y reposo del conocido sector de Calambeo estaría poniéndose en vilo, así lo aseguran sus habitantes, quienes desde hace varios meses están en una verdadera cruzada para defender los boscosos terrenos donde han puesto sus ojos varias firmas constructoras, que atraídas por el clima y su topografía, están decididas a levantar proyectos urbanísticos de gran impacto.

Los opositores afirman que poner en marcha los siete proyectos que hoy están en trámite, alteraría las características ambientales de la zona de forma irreversible, y es que según contaron los miembros Grupo en Defensa de Calambeo, la colectividad integrada por algunos de sus habitantes, toda la zona no es apta para adelantar construcciones de ese tipo.

El asunto tiene preocupados a parte de los habitantes, argumentan tajantemente que el recurso hídrico del que se abastece parcialmente Calambeo no es suficiente para la cantidad de unidades de vivienda que se pretenden construir, también sostienen que la única vía de acceso no va a aguantar el número de vehículos que empezarían a transitar, lo que podría disparar los niveles de accidentalidad, pero sobre todo, lo que los tiene alarmados sería el impacto ambiental.

Uno de sus habitantes dijo que la zona posee condiciones climáticas privilegiadas que favorecen a la ciudad en general, por eso el “cemento y concreto” va a amenazar la fauna y flora, además de generar contaminación y problemas de salubridad.

El grupo ha dicho que no se opone a la construcción de vivienda, siempre que vaya en armonía y respete la dinámica del sector, lo que no estarían dispuestos a tolerar son los “monstruos” o torres que se levantarían, y cuyas obras ya cuentan con las licencias ambientales y de construcción.

Los proyectos

En total son siete proyectos que, en suma, y según cálculos de los residentes podrían superar las 600 unidades de vivienda. El primero es el proyecto González de la Pava S.E.N.C, del que se desconoce el número de apartamentos multifamiliares así como los locales comerciales que están contemplados.

Los proyectos Verde Menta, Morada Pinaos, Cimcol S.A., Monteclaro Calambeo de la firma A Uno Promotores S.A.S., proyectan construir torres de apartamentos. Además de una obra que consta de 100 casas en los terrenos de la finca Montecito.

Finalmente, la construcción de una clínica de seis pisos, más dos sótanos para parqueaderos, con 41 camas hospitalarias, unidad de cuidados intensivos y urgencia fue lo que generó mayor malestar entre los ciudadanos. Uno de ellos dijo: “La comunidad en una gran mayoría se niega a que hayan esa clase de desarrollos, si uno va a hacer un estudio de factabilidad de donde no hacer una clínica es este, no hay agua, no hay alcantarillado, no hay andenes, y hay una vía estrecha”.

El hombre explicó que el Secretario de Planeación municipal de la Administración anterior modificó y “acomodó” la destinación del suelo del sector de primaria – residencial a institucional – comercial múltiple, a través de la circular GPOT 001 de 2015 mediante la cual estableció una nueva destinación del corredor vial, o sea, la calle 19. A la postre, esto permitía la construcción de cualquier tipo de obra independiente, de ahí la pretensión de edificar una clínica.

El actual jefe de esa cartera, Héctor Eugenio Cervera, ante los insistentes recursos administrativos presentados por los miembros de la comunidad, revocó la licencia de construcción de la obra en virtud porque no tienen el plan de equipamiento que se establece en el Plan de Ordenamiento Territorial, es decir, que la infraestructura del lugar no garantizaba los servicios básicos.

Por otro lado, la Secretaría de Planeación emitió la circular 00001, a través de la cual se dejó sin efectos la circular GPOT – 001 de 2015, de manera que fue retomado de manera transitoria el uso primario residencial dado al suelo de la calle 19, hasta tanto se expedida un nuevo mapa de usos del suelo de los corredores viales. La Administración debería emitir una nueva destinación el próximo mes.

Preocupaciones

En concreto, el Grupo contó que el acueducto veredal Ascala S.A. suministra el recurso hídrico a buena parte de la población, pero hoy carece de una prestación efectiva, constante, incluso de calidad, lo que podría generar un desabastecimiento de agua; así mismo la red de alcantarillado es deficiente y eventualmente se saturarían las redes que además fueron construidas para conducir las aguas lluvias y “de manera indebida lo volvieron un sistema combinado”.

“Uno dignifica su vida con buenos servicios publicos y eso esta en riesgo”, subrayó otro de los integrantes del grupo y agregó que el Ibal no va a proveer el agua por las razones mencionadas. Destacó que “independientemente de quien tenga intereses en la construcción, los afectados serían todos por la movilidad”, pues el flujo vehicular crece con apenas unas instituciones educativas que están cerca y deducen que el atolladero es previsible.

Otro inconformismo tiene que ver con la comunicación, según dijeron, los representantes de las firmas no han socializado cuál sería la intervención en el sector. “La ley establece que cuando se vayan a hacer desarrollos de esa magnitud deben consultarle a los vecinos afectados, creen que somos fantasmas”.

Concluyen diciendo que la comunidad ibaguereña será afectada con la construcción de dichos proyectos urbanísticos, pues ocasionarán la modificación del microclima propio de Calambeo, propiciando un aumento de la temperatura en la Capital Musical de Colombia.

Acciones judiciales

Los residentes lograron tumbar la licencia de la clínica por vía administrativa, pero aún no tienen certidumbre de si el pronunciamiento de la Secretaría de Planeación sea a su favor, por ende estarían presentando una acción popular para que se regule los proyectos de vivienda que se pretendan construir.

“Intentamos proteger los derechos de la comunidad actual y de los compradores para que no vayan a ser engañados. Queremos que se frene la construcción de megaproyectos y se desarrollen a una escala menor”, indicó uno de ellos, y agregó que los derechos que quieren defender son fundamentales y constitucionales definidos en la legislación del país.

“Se ha preguntado usted que pasará y a dónde serán vertidas las aguas residuales de todos estos proyectos que no tienen conexión con el alcantarillado de Ibagué”, concluyó.

Credito
EL NUEVO DÍA

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