un lugar de confort Urbanización La Sofía,

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Apenas seis manzanas, tres calles y 100 viviendas conforman la urbanización La Sofía, una comunidad situada en medio de grandes barrios de la comuna Dos, que se caracteriza por su hospitalidad y tranquilidad.

Lo primero que salta a la vista de la urbanización La Sofía es la uniformidad de algunas de sus residencias, que guardan similitud con viviendas de otros sectores de la ciudad que se construyeron para la misma época en que fue fundado. Han transcurrido entre 45 y 50 años desde que Rafael González Sicar parceló y constuyó en la finca La Sofía, para que de a poco se urbanizara y conservara su nombre.

Yolanda Botero, una de las primeras habitantes del sector, cuenta que solo un año después de comprarle una casa al señor Sicar, en 1971, le sucedieron una decena de personas que comenzaron a poblar la naciente urbanización. Aunque su crecimiento en términos de extensión se vio limitado por el desarrollo de los barrios vecinos, hoy sus habitantes aseguran que resultó ser una ventaja, porque se fortalecieron la unidad y la gestión, que, como es natural, cada tanto sufre de contratiempos.

La mujer agrega que fueron muchos los que compraron una vivienda en La Sofía, pero hoy pocos de ellos la habitan. Por supuesto, han llegado nuevas personas que comparten el mismo sentimiento de unión y sentido de pertenencía, algo que ha permitido desarrollar condiciones de habitalidad privilegiadas.

“Si tuviera que describir el barrio en una palabra, diría que es amañador porque su gente es sana, unida y respetuosa”, resalta.

La vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal, Marleny Castro, afirmó que uno de los aspectos más notables de la urbanización es la comodidad del sector, pues cuentan con todos los sevicios públicos, gozan de aire puro por su proximidad con la zona montañosa de la ciudad y no hay personas que alteren la tranquilidad, como ocurre en algunas zonas de Ibagué. Sus calles habitualmente no son muy transitadas ni por vehículos ni peatones, algo que da la sensación de que es un sector inhabitado, pero lo cierto es que La Sofía es un lugar de descanso.

“Aquí hay y ha habido gente amable siempre, vemos cómo el progreso nos ha acompañado”, indica.

Ramiro Carrillo, quien vive en La Sofía hace 28 años, declara que la mayoría de los residentes llevan ahí muchos años y por lo tanto la tranquilidad es una garantía, debido a que “todos se conocen y se respetan”.

Plan de gobierno comunal

Muy cerca de la urbanización está ubicado un parque dotado con juegos mecánicos, sin embargo carece de un lugar propio para que los niños y jóvenes practiquen deporte o simplemente desarrollen actividades recreativas o lúdicas. Si bien existe una vieja cancha, hoy está deteriorada e inservible. “Ya hablamos en el Imdri para embellecer la cancha, cercarla con malla y adecuarla con atracciones para los niños”, agrega Castro.

Por otro lado, uno de los objetivos trazados consiste en ejecutar programas sociales para todos los miembros del sector, ya que tienen plena conciencia de que el desarrollo personal está estrechamente vinculado a la vida en comunidad.

Asímismo estarían formulando un proyecto para sembrar árboles, ya que desean ponerse en sintonía con las iniciativas en beneficio del ambiente que están en marcha en otras zonas. “Si queremos conservar nuestro clima y aportar al bienestar común, tenemos que pensar ambientalmente, por eso queremos sembrar los árboles que más se puedan, estamos esperando que nos oriente Cortolima, que ya mostró su voluntad”, concluye.

Necesidades

A diferencia de muchos sectores de Ibagué donde adolecen de varias problemáticas, en La Sofía se puede decir que solo hay un solo inconformismo: el estado de las vías. Castro asegura que desde hace varios años están solicitando la reposición de las redes de alcantarillado y acueducto, pero que hasta tanto no se ejecuten no puede ser pavimentanda. De hecho afirma que varios aspirantes políticos han prometido mejorar la vía, pero nada se ha cumplido.

“Las calles no son muy concurridas, pero una buena calidad de vida también incluye la movilidad y acá tenemos problemas al transitar”, precisa.

Otro de los reclamos de los vecinos tiene que ver con la limpieza de andenes y calles, pues al parecer algunos residentes de barrios vecinos pasean a sus mascotas por la zona sin recoger los desechos. “Nosotros hemos hablado con algunas de las personas de San Diego, y si los perros hacen sus necesidades no entendemos por qué no las recogen; además de ser de mal gusto, nos está generando malos olores”, menciona.

Las personas consultadas dijeron por unanimidad que no existen problemas de inseguridad y que los pleitos que han ocurrido tienen origen en calles cercanas, además de que sus protagonistas no viven en esa urbanización. La líder comunal explicó que a menudo la Policía hace patrullajes, algo que se ve reflejado en los pocos casos de inseguridad.

Credito
LUIS MIGUEL NARANJO

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