Cómo le fue al Tolima en el PAE

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
La Unión Temporal Nutrir Tolima cobró raciones que no fueron entregadas a los estudiantes de las instituciones educativas. El contrato no ha sido liquidado.

La Contraloría General en auditoría determinó hallazgo fiscal con alcance disciplinario por 570 millones de pesos en el contrato 1165 de 2015 adjudicado a la Unión Temporal Nutrir Tolima, para prestar el servicio de alimentación escolar en los municipios no certificados del Departamento.

Según la CGR el Departamento del Tolima reconoció y pagó un mayor valor por $570 millones por almuerzos y refrigerios no entregados a niños y niñas adolescentes en las instituciones educativas por parte de Nutrir Tolima 2015.

“Estos hechos son causados por deficiencias en la supervisión e interventoría durante la ejecución del contrato lo que denota una gestión antieconómica ejercida por los funcionarios que participaron en esta etapa del contrato y del operador al cobrar por raciones no entregadas”, concluye la CGR.

El contrato que ascendió a los tres mil 735 millones estaba constituido por las empresas Ammon Agri S.A.S de la cual es representante Consuelo Vivas Ramírez, y la Cooperativa Proyecoop CTA, representada legalmente por Lelio Aguirre Ossa, quien ejerció la representación de la UT. La interventoría la ejecutó CML Ingeniería y Consultoría S.A.S.

De acuerdo con las respuestas dadas por la Gobernación del Tolima, se están haciendo las gestiones para el reintegro del saldo del pago no ejecutado por parte de los contratistas ya que el contrato no ha sido liquidado.

Además, es de resaltar que la Gobernación del Tolima inició hacia noviembre la terminación anticipada del contrato.

Por otra parte, la CGR llamó la atención por las condiciones en las que se encuentran las instituciones educativas para la ejecución del PAE, especialmente, en las sedes Lucrecia Bocanegra y Galancito de Venadillo.

Según el órgano de control fiscal, los alimentos se consumen de pie o en el piso por insuficiencia de mobiliario y menaje, es inapropiado el lugar para el almacenamiento de los insumos y además se presentan fallas en el proceso de desinfección y limpieza.

“Lo anterior se registra por deficiencias en el seguimiento y control de la aplición y lineamientos del programa y la no generación de alertas oportunas para mejorar las condiciones de calidad e inocuidad de los alimentos suministrados”, concluye la CGR.

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