“En el POT hay 50 artículos pendientes por reglamentar”

CAMILO YEPES - EL NUEVO DÍA
Iniciando su segundo periodo como presidente del gremio, el ingeniero Véliz Alfonso Mejía destacó como prioridad la conciliar con la Alcaldía y la Aerocivil los límites de altura para obras nuevas.

Aunque las cifras en el sector de la construcción han hablado bien en el Tolima, existe preocupación en la capital por cuenta de los vacíos en reglamentación del Plan de Ordenamiento Territorial, en lo que respecta, por ejemplo, a los límites de altura de obra nueva.

El ingeniero Véliz Alfonso Mejía, reelegido presidente de Camacol Tolima, admitió que faltan al menos 50 artículos del POT por reglamentar y que ello requerirá de una juiciosa conciliación entre los constructores, la Aeronáutica Civil y la Alcaldía.

El directivo reconoció que, de continuar este limbo, tanto el empleo como la dinámica local podrían afectarse, ya que, según sustentó con cálculos del Dane y del sector, en 2015 se dejó un billón de pesos como valor agregado a la economía del Tolima.

EL NUEVO DÍA: ¿Cuál será la principal prioridad de la Mesa Directiva?

VÉLIZ ALFONSO MEJÍA: Buscar satisfacer todas las necesidades de los afiliados y trabajar en conjunto con la Administración en el tema normativo, así como el tema de la Aeronáutica Civil, sobre la limitación de alturas, estamos trabajando con la Aeronáutica y el Ministerio de Vivienda, porque se nos ha ido alargando, y la idea es resolver esto lo más pronto posible.

Hay un problema para este y muchos sectores: la inseguridad jurídica. En estos momentos, bajo el POT que está aprobado, tenemos algunos afiliados que están muy emproblemados, porque las licencias se las han detenido las curadurías, precisamente porque la Aerocivil envió una circular para que tengan en cuenta la limitación de altura, algo que no está en el POT.

Nos preocupa mucho, hay un cliente que tiene prevendido el 90 por ciento del proyecto y no ha podido iniciar, porque no le han definido el tema. Imagine usted que le digan que no han podido comenzar, por esa licencia: la gente se enfurece porque piensa que construir es solo pegar ladrillos, y el proceso tiene muchas cosas, desde lo bancario hasta la escrituración del último apartamento, donde hay un montón de factores.

Por ejemplo: un factor normativo, en el que interviene la Alcaldía, para permitir tantos pisos, tantas áreas, el tema de VIS y no VIS, si es plan parcial o licencia de urbanismo, y después vienen el diseño, el mercadeo, la preventa y el vehículo jurídico apropiado para cada proyecto. La fiduciaria, el banco, la notaría, registro, los permisos de venta. Eso tiene muchas aristas.El proceso no es fácil y hemos concertado mesas de trabajo tanto con el Ibal como con la Secretaría de Planeación y con Espacio Público, para agilizar y tener armonía, porque no ha sido tan armónica la relación constructor - Administración. Hay errores de cada lado y la idea es mitigarlos y minimizarlos, y para eso está el gremio.

Queremos que el tema sea sostenible, que el tema normativo tenga un buen fin, que podamos ayudar a reglamentar lo que falta del POT y que todas las discrepancias que podamos tener de índole jurídico se puedan conciliar y se ejecuten los proyectos.En cuanto a la controversia con el Aeropuerto, por un lado, como gremio, somos sensibles de que necesitamos una altura x y ya tenemos unos compromisos y cierres financieros, y por el otro, sabemos que necesitamos vuelos directos a otras ciudades como San Andrés y Cali y están esos requerimientos, por eso tenemos una doble camiseta puesta.

E.N.D.: ¿Es solo la dificultad de las normas?

V.A.M.: Hay muchas cosas, pero la norma y su interpretación son muy importantes. Es sentarse con un funcionario y tratar de conciliar esas discrepancias. La ley cambió, Ibagué tiene dos curadurías, y el administrador de la norma es el curador, sin embargo cuando hay vacíos jurídicos él oficia a Planeación para que resuelva y ahí se arma un limbo, a veces ni se resuelve ni no se resuelve. No tomar decisiones en instancias tanto públicas como privadas es muy peligroso, es alargar un problema.

En nuestro POT hay 50 artículos pendientes por reglamentar, y el POT se decretó en 2015, ¿cuánto llevamos ya de eso? Y cuando uno va a tramitar una licencia que interviene con unos artículos, el curador pide a Planeación clarificar, y no se hace porque no tiene norma, y esos aspectos repercuten en demoras que se transmiten al cliente.

Se trata de armonizar las voluntades, tanto la pública como la privada.

E.N.D.: ¿Eso ha llevado a que haya mucho retraso en los proyectos?

V.A.M.: Sí, se demoran y se retrasan, y eso no es bueno ni siquiera para el mercado, porque el constructor ya tiene una preventa. Tengo charlado al maestro de obra, al director y los ayudantes, y si se demora seis meses, no los puedo contratar, y eso conlleva al desempleo.

Camacol tiene una característica, y es que arrastra 27 sectores de la economía. Nosotros producimos trabajo durante la obra y en la perpetuidad. La misma Administración se perjudica, en temas de servicios públicos, Predial y otros aspectos.

Este Gobierno nacional sé que ha sido muy cuestionado, pero no podemos negar que en el tema de vivienda ha sido muy bueno, y le ha metido el hombro con subsidios y Mi Casa Ya, y se ha construido más vivienda que en los últimos 10 años y el país ha respirado.

E.N.D.: ¿Qué indicadores se tienen desde Camacol?

V.A.M.: La construcción jalona el 10 por ciento de PIB de la región, y de él, el 39% es de obras civiles y 61% de edificaciones.

En los últimos 15 años, el sector que más ha crecido en el Tolima es la construcción, con un 6.2 por ciento, 0.5 más que la tasa nacional.En 2015 el valor agregado dejó un valor agregado a la economía del Departamento de 1 billón de pesos, y no incluye valor de lotes ni mano de obra, estoy hablando de insumos y aspectos indirectos, entonces que hayamos repartido $1 billón en un año a la economía del Tolima es mucha plata.

Hablamos de 147 líneas, y las 10 más importantes generan cerca de 900 mil millones de pesos cada año. Por ejemplo, el que más genera es Productos minerales no metálicos (cemento y concreto), que representa 306 mil 117 millones, lo que más consume.En 2001 teníamos cerca de 15 mil ocupados y una tasa de desempleo de 40 por ciento, y ahora tenemos casi 40 mil ocupados y 12.6 en desempleo, por eso en la medida en que haya obras públicas o privadas el desempleo empieza a bajar.

Y es un indicador no de Camacol, sino de la Administración pública. En la medida en que se coloquen talanqueras a los constructores para desarrollar proyectos, el desempleo va a subir: esto se afecta y nos veremos afectados todos.Hay 36 mil 245 personas con capacidad de trabajar, y 31 mil cesantes, en algún momento trabajaron en un área de la economía, el 18 por ciento en construcción, eso quiere decir que de cada 100 personas, 18 las ponemos nosotros.

Credito
EL NUEVO DÍA IBAGUÉ

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