“Aquí no se van a dar subsidios a los grandes sembradores”: Girón

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
EL gerente del Ibal, José Alberto Girón, dijo que la construcción de las plantas de aguas residuales en ningún momento va significar subsidios o concesiones a los propietarios de tierra de la meseta. El Municipio cobrará una tasa por el uso de las aguas a quienes exploten la tierra y no habrá aumento en la tarifa para recuperar costo de inversión, dice.

EL NUEVO DÍA: ¿Por qué no se había socializado, sino hasta ahora el proyecto Agrópolis?

José Alberto Girón: Lo hemos contado y si se mira específicamente, está incluido en el Plan de Desarrollo de la ciudad, lo que pasa es que es una política pública que es transversal a todo.

Yo le puedo decir qué es Agrópolis: es una política pública de una visión de desarrollo de la ciudad. La gente ha entendido que Agrópolis es solo poner a producir la meseta, no.

Lea: --->La agrópolis de Jaramillo: ¿un nuevo Agro Ingreso Seguro?

Agrópolis es todo el conjunto de planes y programas que ha planteado la Administración municipal, como una visión para impulsar el desarrollo de Ibagué. A mí me parece que no se ha entendido qué es Agrópolis. Hablar de Agrópolis es hablar de bosques para la paz, de todo el sistema de acueducto y alcantarillado y de todo el tratamiento de las aguas residuales que estamos planteando y de esa reconversión o alternativa de producción de la meseta.

E.N.D.: Entonces no ha existido ningún secretismo con respecto al tema...

J.A.G.: Para nada, lo que nosotros hemos dicho siempre es que hay que impulsar Agrópolis. Pero la gente se había centrado en que solo era el cono de inyección de la ciudad y las aguas residuales, el reúso y se acabó Agrópolis. Agrópolis es el conjunto de esas acciones en el territorio, cuyo hilo conductor es el agua.

E.N.D.: Usted habla de reúso de las aguas negras y se ha cuestionado a la empresa China Green fire que llevaría a cabo la construcción de las plantas de tratamientos ¿qué se puede decir de esta empresa?

J.A.G.: Green fire es una compañía china de inversiones, como lo dijo el Alcalde que es sujeta al gobierno chino. Estuvieron aquí en el Ibal y firmamos una carta de intención en la que la toda la información que se da por parte del empresa, será respetada por el Gobierno Chino como confidencial. Nosotros suministraremos toda la información que se requiera para que ellos puedan hacer un buen análisis del proyecto a nivel de prefactibilidad y de factibilidad en la parte financiera.

E.N.D.: ¿Cuándo se espera que la empresa haga entrega de los estudios?

J.A.G.: En noviembre vamos a fijar un calendario para reunirnos, porque hecho el análisis financiero, vienen los técnicos; ellos quedaron muy impresionados con la plataforma del Ibal y con la respuesta y estabilidad financiera de la empresa, pero sobre todo con las ventajas comparativas que tiene Ibagué: tenemos tierra, tenemos agua que si no la cuidamos se nos va a acabar, tenemos brillo solar y temperatura, eso hace que el proyecto sea viable.

E.N.D.: El papel de Green fire es de intermediario, ¿qué obtiene la empresa?

J.A.G.: Son empresas que en el mundo entero se mueven como inversionistas extranjeros y claro que tienen la posibilidad, primero de desarrollar un proyecto con la tecnología que nosotros exijamos; segundo, colocar recursos a baja tasa que como en todo negocio de inversión se tienen utilidades por parte de ellos, como se obtienen utilidades a través de un crédito BID o a través de un crédito con Findeter, todos cobran un tasa por prestar un dinero, eso es lo que ellos obtienen: como cualquier banco obtienen un recurso adicional por colocar dinero.

Lea: --->El Concejo pide claridad sobre el proyecto Agrópolis

Y hago una aclaración importante a los ibaguereños, los bancos chinos prestan dos puntos por debajo de la menor tasa colombiana y es la mejor oferta que hemos podido recibir. Nosotros recibimos el dinero equivalente en pesos. El Ibal jamás se va a endeudar en dólares, porque con la tasa de cambio puede ser supremamente difícil para Ibagué y el Ibal, esa experiencia ya la tenemos, por eso todos los recursos van a ser recibidos en pesos colombianos en el momento en que hagamos el acuerdo.

E.N.D.: ¿Entonces no hay una figura de concesión o de una Alianza Público Privada?

J.A.G.: No. Nada de eso, ellos son unos inversionistas para construir y desarrollar el proyecto. Nosotros recibimos la infraestructura y el Ibal seguirá operando normalmente.

Aquí no vamos a entregar infraestructura, es como si fuera un contrato de obra que se ejecuta, ellos mismos lo financian y nosotros lo pagamos a través de un patrimonio autónomo, ¿cuál es ese patrimonio autónomo?, un porcentaje de la tarifa del costo medio de inversión, se coloca en una fiducia y de ahí se va pagando a cuotas.

E.N.D.: ¿Es decir, que ese costo medio de inversión ya está incluido en la factura?

J.A.G.: Claro y eso se empezó a facturar desde el 1 de junio de 2016.

E.N.D.: ¿La recuperación del costo de inversión de las plantas de aguas residuales se verá reflejado vía tarifa?

J.A.G.: Hay que ser muy precisos, nosotros no podemos aumentar las tarifas para poder hacer estos proyectos, eso ya se hizo el 1 de julio de 2016 y con la proyección financiera de esa tarifa dijimos: vamos a recaudar en 10 años 210 mil millones y de ahí determinamos qué obras se iban a hacer. Eso fue lo que quedó aprobado por Junta Directiva, se socializó con los vocales de control, se llevó ante la Superintendencia de Servicios Públicos, a la Comisión de Regulación de Agua Potable y todo ya quedó aprobado, eso se aprobó en noviembre del año pasado. Esto qué quiere decir, que nosotros ya sabemos qué obras vamos a hacer con esa plata.

Pero como no tenemos la plata, estamos buscando que Findeter, la banca o inversionistas extranjeros con créditos blandos nos financie. La representante de Green fire, en la parte financiera nos dijo: ‘nosotros podemos financiarles el proyecto hasta en un 80 por ciento, que son 25 millones de dólares, exclusivamente para la planta de tratamiento de agua de El Escobal’. Por eso, estamos haciendo con ellos todo el análisis financiero, con el propósito de no poner en riesgo a esta empresa, no ir más allá de lo que podemos invertir y que los inversionistas ya sea sean los chinos, los franceses, los alemanes o sean los colombianos, tengan la garantía de que esta empresa no va correr un riesgo financiero.

E.N.D.: Del costo de inversión ¿cuál es el porcentaje que se destinará para el pago de la planta de tratamiento de El Escobal?

J.A.G.: Es lo que estamos esperando a conocer con el estudio financiero. Pero hagamos de cuenta que es con un crédito Banco Interamericano de Desarrollo que aquí será el Banco Mundial.

El BID nos da 10 años para pagarle con dos de gracia y ocho con abono a capital. Aquí será más o menos el mismo modelo porque hasta dentro de 10 años esas tarifas están vigentes. Sabemos que con esos recursos podemos pagar el crédito, no podemos pasar más de allá. Ahora, si tenemos que pasar más de allá, solicitaremos las autorizaciones respectivas, pero creemos que con la tasa que nos ofrecen, muy probablemente podemos sacar el proyecto a los 10 años.

 

¿Beneficio a propietarios de la tierra?

E.N.D.: Uno de los cuestionamientos que se hacen es ¿por qué la construcción de una de las plantas de tratamiento debe hacerse en El Escobal?

J.A.G.: Ambas plantas están definidas por la topología o la forma. Hacia allá drenan las aguas. En este momento las aguas residuales van hacia allá, cuando llueve todo lo que va, va hacia allí porque Ibagué está en un área inclinada. Si a mí alguien me dice ¿por qué no trasladamos el proyecto a otro sector?, técnicamente en ingeniería todo se puede hacer, pero si usted lleva un proyecto de estos al Ministerio de Vivienda no lo aprueban, porque al cambiar el punto de ubicación de cada una de las plantas, nos tocaría bombear las aguas residuales. Todos los sistemas de aguas que requieran bombeo son rechazados por el consumo de energía, entre más consumo de energía tenga un proyecto, menos lo aprueban y no recibe la certificación técnica del Ministerio de Vivienda.

Reitero, no las puedo ubicar en ningún otro sitio, porque es allá donde llegan las aguas residuales. No es caprichoso, hasta allá llegan y eso lo definió la técnica.

E.N.D.: Se podría buscar otro predio ¿por qué El Escobal?

J.A.G.: Allí hay drenaje de las aguas negras cercano a los 900 litros por segundo. Usted va al Escobal y se mete a la vertiente, todas las aguas negras pasan por ahí, es el sitio ideal por norma.

El Plan de Ordenamiento Territorial establece que las plantas de agua residuales se deben construir a 500 metros de distancia de la última vía, en ambos sitios tanto en El Escobal como en El País cumplimos con eso, debe tenerse un terreno adicional al perímetro urbano y ahí los tenemos.

E.N.D.: Ahí hay unos propietarios de haciendas ¿qué se ha hablado con ellos para poder construir la planta de tratamiento?

J.A.G.: En cada uno de los sitios hemos avanzado. En el Escobal, ya nos reunimos con los propietarios de la tierra que son los señores Palau, y les hemos explicado el proyecto y cómo vamos a acceder a la tierra. Estamos tratando de hacerlo de manera concertada porque esas plantas de tratamiento se tienen que ubicar ahí, no en otro sitio.

Los agricultores de esa zona han entendido que es un enorme beneficio no solo para ellos, sino para la ciudad. Nosotros esperamos cambiar terreno por agua y sobra para los demás.

En El País, hemos hablado en dos oportunidades con los Gonella, les expusimos el proyecto, ellos inicialmente dijeron que sí, vamos a visitar una planta de tratamiento similar para que ellos la conozcan, ellos están muy interesados al igual que los de El Escobal.

E.N.D.: ¿A cuánta tierra podría acceder el Municipio en El Escobal y en El País?

J.A.G.: En el Escobal necesitamos 60 hectáreas. Allá se prevé tratar mil 500 litros por segundo y si se hace el análisis financiero, podemos dar en uso de agua entre 380 o 400 litros por segundo, con eso les pagamos la tierra. En El País requerimos 30 hectáreas.

E.N.D.: Es decir, que el interés del Municipio solo estaría en el predio donde se van a construir las plantas de tratamiento?

J.A.G.: Sí, es cambiar una cosa por otra, aquí no se van a dar subsidios a los grandes sembradores, se dan subsidios a los campesinos como ordena la ley y a los pequeños productores. Este no es el modelo de Agro Ingreso Seguro, aquí no se le va dar compensaciones ni nada. A los pequeños productores se les impulsa, pero ya en la meseta se cambia agua por tierra y, el agua adicional que tenga que usar el agricultor, se le pondrá una tasa de agua que tendrá que pagar para explotar la tierra.

Eso le sirve al municipio para hacer inversiones y dinamiza la economía. Uno puede tomar la alternativa de no Reúso el agua, pero pierde Ibagué una gran oportunidad porque siguen estando tierras improductivas que pueden generar empleo. No solo le va a generar riqueza al dueño de la tierra, sino a todo Ibagué.

E.N.D.: El Alcalde habló que los propietarios de la tierra en la meseta deben cambiar los cultivos de arroz y apostar a la hortofruticultura ¿cómo hacer para que cambien su vocación agrícola que ha sido la base del negocio por años?

J.A.G.: Porque es mucho mejor negocio este, pongo un ejemplo: un agricultor de cordillera en las condiciones difíciles que se tiene por el terreno, saca 97 toneladas de tomate al año en una hectárea. Imagínese con todas las posibilidades en la meseta: vías, acceso de maquinaria, logística en transporte, cuartos fríos, con el arroz solo se sacan siete toneladas por hectárea

Además, hay una cadena productiva que es lo que he llamado el clúster de la Agrópolis, que va permitir sembrar una cantidad de productos que van a potenciar el desarrollo de la ciudad. Mientras tengo dos empleos directos con el arroz, tengo 10 y 12 en hortalizas y mientras se necesitan 1.7 litros por hectárea en arroz, en tomate se necesita 0.02 litros por segundo por hectárea.

 

Preguntas y respuestas

E.N.D.: ¿Cuáles son los componentes de la Agrópolis?

 J.A.G.: Todo el componente de la Agrópolis como política pública, es el desarrollo impulsando la agricultura. Para poder llegar a eso, a la alternativa de producción, tenemos que cumplir con todos los componentes de la Agrópolis que son: los bosques de paz, todo lo que tiene que ver con el sistema de acueducto actual y futuro de la ciudad, el sistema de alcantarillado con toda la infraestructura de recolección y transporte de aguas residuales, el tratamiento de las aguas residuales que estamos proponiendo, vía reúso y las alternativas productivas.

Agrópolis no solamente es el reúso, porque sin bosques de paz que estabilicen el agua, no hay agua en la meseta, si no hay un sistema de acueducto eficiente, no hay agua en la meseta y si consumo más agua para consumo humano y no la devuelvo al sistema como se la debo devolver, el agua empieza a batirse a recogerse. El río Combeima está por desaparecer y si nosotros no le metemos plata a bosques para la paz, el río Combeima va a desaparecer.

E.N.D.: ¿Por qué hace esa afirmación tan premonitoria?

 J.A.G.: En 1980 el río Combeima tenía nueve mil 800 litros por segundo y cuando llegamos al 2010, estábamos en cuatro mil. En 2016 teníamos dos mil 700 litros por segundo, usted ya pasa el río por encima de las piedras. Y uno dice si este comportamiento sigue, el caudal medio seguirá bajando. Esto tiene unas causas: deforestación, ganado de alta montaña, presión antrópica, minifundios, presión sobre los centros poblados, vertimiento de las aguas residuales, eso hace que la naturaleza se resienta y el agua desaparece.

Por eso estamos hablando de una Agrópolis, para que el agua residual sirva para la agricultura y no tengamos que estar sacando y sacando agua del río, para que se estabilice. El problema de la naturaleza, es que no se estabiliza de un día para otro, puede tomar años. Y si nosotros no hacemos todo lo que se está proponiendo y no construimos el acueducto complementario, en el 2040 nos quedamos sin agua, en el 2020 ya estamos muy cerca. Si hay un fenómeno de ‘El Niño’ nos vamos a quedar sin agua.

E.N.D.: En bosques para la paz también se tienen que hacer unas inversiones ¿en cuánto se cuantifican?

 J.A.G.: En 52 mil millones de pesos. Nosotros vamos a comprar tres mil 970 hectáreas en 125 predios para llegar a 12 mil hectáreas conservadas. Qué le estamos pidiendo a la embajada de Holanda: 12 mil millones de pesos y para eso ya presenté el proyecto.

E.N.D.: La carta de intención suscrita con Green fire, ¿es vinculante al igual que si mediara un contrato?

J.A.G.: No es vinculante, es una carta de intención que permite dar y recibir información y que se mantiene en confidencialidad, ya que como es una empresa de servicios públicos solo la puede conocer Green fire y la información que se entregue y en el análisis que se vaya hacer en la Asamblea, Junta Directiva y los empleados se dará a conocer a la opinión pública, antes de eso no es prudente dar a conocer esa información a un tercero.

E.N.D.: ¿Las obras la contrata Green fire o el Ibal?

J.A.G.: A través del manual de contratación nuestro se debe hacer, porque estamos en Colombia. Sin embargo, cuando hay un hermanamiento hay una cosa que se llama la supralegalidad, hay normas por encima de las normas colombianas. Nosotros vamos a hacer prevalecer la ley colombiana y lo que nos regula a nosotros, la ley 742 de servicios públicos.

E.N.D.: La titularidad de las plantas de tratamiento queda a nombre del Ibal, una vez se culminen los trabajos o cuando se culmine el pago por parte del Ibal...

J.A.G.: Eso es lo que hay que mirar en el modelo financiero, pero la propiedad siempre va a ser del Ibal, nunca se puede entregar a un tercero.

E.N.D.: En la entrevista que se le hizo al ingeniero Orlando Ávila, este dejaba en el ambiente que podía haber intereses del gobierno chino de comprar tierra en la meseta o de hacer uso del agua tratada...

J.A.G.: Hay un total desconocimiento del señor Ávila de todo lo que se está tratando de hacer con Agrópolis. Los chinos son unos inversionistas que van hacer unas obras, los chinos no son dueños de tierra y jamás van hacer los dueños de los cultivos. China es un aliado estratégico para desarrollar el proyecto, China puede ser un aliado estratégico para venderle nuestros productos. Ni son dueños de las tierras ni dueños del proyecto, son unos inversionistas que van a desarrollar un proyecto y la titularidad siempre va estar en cabeza del Municipio y del Ibal. Y no son dueños, muchísimo menos del agua, las concesiones están en cabeza del Ibal, son intransferibles y en Colombia no se le puede transferir una concesión a un tercero. El Ibal no da concesiones, recibe concesiones. El agua va a ser de la empresa y se va a manejar como un bien público.

 

La propiedad de la tierra

E.N.D.: El Alcalde ha dicho que él no vino a hacer negocios...

J.A.G.: El hace esa aclaración porque en el artículo del domingo pasado el señor que da la entrevista, Luis Orlando Ávila, deja como en el aire que esto era como un negociado anterior, no es así. Aquí la tierra se cambia por uso de agua y la tierra queda propiedad de la entidad municipal o del Ibal. De resto nosotros vamos a dar una tecnología para la productividad. Nosotros somos los que disponemos de un sistema para entregar agua reusable y le ofrecemos esa agua para quienes las quieren explotar.

E.N.D.: Una preocupación expresada del señor Ávila es que los productos que se irrigarían con el reúso de las aguas negras, podrían tener algún tipo de contaminante…

J.A.G.: Nosotros tenemos dos alternativas: tratar el agua sin quitar uno de los parámetros más exigentes de la Organización mundial de la salud que son los huevos de helminto. Usted mira en la norma y la OMS dice que todas las aguas residuales que se traten, deben tener menos de un huevo de helminto por litro para poder consumir el fruto de la hortaliza crudo y que la persona no se enferme.

Aquí aparecemos con tres millones de huevos de helminto, yo hice la caracterización y en esa laguna (El Tejar) sale menos de un huevo. La técnica permite hacer eso. Yo puedo decir: no le quito los huevos de helminto, trato el agua, le mejoro las condiciones físicas, químicas y biológicas y las devuelvo a las fuentes hídricas. Pero estaríamos perdiendo un enorme potencial de desarrollo y riqueza para todos los ibaguereños si no hacemos las plantas de tratamiento con ese mecanismo, nos vale lo mismo. Eso permite que lo que se produzca allí va a salir con condiciones fitosanitarias internacionales y que usted pueda consumirlo crudo.

E.N.D.: ¿Cuántas hectáreas serán aprovechables en la meseta de Ibagué?

J.A.G.: El Alcalde expresaba que eran nueve mil hectáreas, el de Fedearroz dijo que 12 mil pero en realidad si el parámetro es nueve mil, cuatro mil 500 se hacen para la cosecha para un semestre y cuatro mil 500 para la cosecha del otro, realmente rotando, serían seis mil por cosecha, o sea que quedan 21 mil hectáreas sin cosechar. Si necesito agua para arroz, pues no alcanza, pero es agua para tomate que necesita 100 veces menos que el arroz, pues siembro 100 veces más. Nosotros podríamos ampliar a 10 mil hectáreas, fuera de las seis mil que ya hay pero eso es gradual y hay que implementar el microgoteo, los controles de agua.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios