Espinalunos ven como un agravio daño que se hizo a pedestal del monumento al Bunde

TOMADA DEL FACEBOOK MAURICIO ORTIZ MONROY / SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Uno de los símbolos orgullo para los espinalunos es el monumento al Bunde, obra del maestro Francisco Cardona Suárez, que surgió como un homenaje al lugar en donde nació la música del himno de los tolimenses, la imagen que cumplirá 32 años de creada el próximo mes, fue retirada de su lugar por un particular, el cual también destruyó su pedestal.

El hecho que originó fuertes reproches por parte de la ciudadanía, surgió porque el lugar en donde estaba ubicada la pieza es un inmueble privado que está siendo remodelado, por ello, según la Alcaldía, se hizo una advertencia a los encargados para que no la tocaran, llamado de atención que fue totalmente ignorado.

El mandatario Mauricio Ortiz Monroy explicó que al propietario se le dijo que por el interés histórico del monumento se “debía hacer una solicitud específica a la Dirección de Licencias de Planeación. Él argumenta que estaba haciendo una intervención para remodelar y modernizar el soporte del monumento y que procedería a reinstalarlo”.

No obstante, a través de la Secretaría de Planeación el jueves en horas de la mañana se le informó que esto no era posible, porque no había autorización, además de ser un bien histórico, pero horas más tardes tras hacer una visita en compañía de la inspección de policía se evidenció que el pedestal fue demolido en su totalidad.

Ante el hecho, la Administración municipal ordenó una suspensión parcial de la ejecución de la obra “hasta cuando se subsane en su totalidad la afectación causada al pedestal y al monumento al Bunde”, y quede tal cual como estaba inicialmente, se informó en un comunicado.

Ortiz Monroy agregó que inicialmente, el predio era del entonces banco Caja Agraria, luego pasó a manos de la Universidad Cooperativa, entidad que a su vez enajenó el bien a particulares que estarían transformando el lugar para un local comercial.

 

El hecho estaba advertido

Héctor Sánchez, director del Centro de Historia del Espinal, hizo un recuento del significado de esta obra que estaría protegida por el Plan Básico de Ordenamiento Territorial de 2001.

“Para nosotros los espinalunos significa un reconocimiento a algo tan extraordinario, como fue que Alberto Castilla Buenaventura, por primera vez tocará a través de su pianola, la música del Bunde Tolimense”.

Recordó que la imagen en bronce de la fina figura de una mujer danzante que representa la noble tierra tolimense, con los brazos en alto, en el que el derecho se convierte en un pentagrama y libera unas palomas haciendo alusión a la paz y a las notas musicales surgidas de la inspiración del compositor, fue un obsequio que hizo la Caja Agraria al Espinal el 3 de abril de 1987.

Esto teniendo en cuenta que el terreno en donde se levantó la edificación bancaria, era el mismo en donde una vez existió el club en el que se le dio melodía del himno tolimense en el año 1914.

El director, indicó que en febrero de este año envió un derecho de petición a la Alcaldía para que se tuviera en cuenta la importancia del monumento “que fue declarado inmodificable e inamovible, a través del Pbot de 2001”.

La respuesta que dio la Secretaría de Planeación, por medio escrito es que la Administración no tenía proyectada algún tipo de intervención, “por lo tanto puede estar seguro, que no será reubicado del sitio en donde se encuentra en la actualidad”.

Asimismo, en marzo Sánchez ofició a la Personería municipal, para que estuviera atenta a lo que le pudiera suceder al monumento.

 

‘Golpes’ por defender la historia

 Carlos Vásquez, veedor del Espinal, opinó que al aparecer el dueño del predio quiere convertir la imagen en un objeto decorativo en un restaurante, “el señor (arrendatario) no es doliente, le pareció muy fácil coger la historia del Espinal y pisotearla y convertirla en un negocio rentable para él, con anuencia del alcalde”.

También, contó que tras conocer la destrucción del pedestal, un grupo de personas llegó hasta el lugar para conocer de primera mano la situación, allí, se dieron cuenta que la plazoleta Alberto Castilla desapareció, porque el privado techó el lugar.

“Este señor le indica a sus obreros que nos saqué a todos, yo me quedé tomando fotos a la esfinge, en ese momento el señor Gonzalo Duarte le dice a uno de sus empleados que lo saque como sea”, por lo que uno de los obreros se le fue encima a Vásquez para tomarlo por la fuerza, desde su silla de ruedas el veedor se defendió, por lo que el agresor terminó propinándole un puño en la cara.

Al llegar la Policía, el argumento de Duarte es que había una invasión a la propiedad privada, por lo que procedió, según él a defenderse.

“Me desfiguraron la nariz, la idea es instaurar unas denuncias en contra de Gonzalo Duarte, que ya me ha agredido en varias ocasiones, si hizo esto, no sé que sucederá mañana”.

 

Dato

Para Héctor Sánchez la historia “se cortó ahí, ya arranca una nueva, (...) el pedestal en donde estaba la placa de inauguración desapareció, al igual que, la del homenaje a los 100 años de la creación del bunde tolimense.

Credito
EL NUEVO DÍA

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