“Cuando compramos la empresa fue fiada, porque solamente tenía la cédula”, Isaac Lozano

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El propietario de Monarca le contó a EL NUEVO DÍA cómo construyó una de las marcas textileras más influyentes de la región en el país. Al igual, dio su opinión sobre la actualidad del empresariado local.

Vestir a Colombia desde Ibagué no ha sido tarea fácil, pero gracias a 39 años de constancia y perseverancia de un hombre con espíritu emprendedor, calculador y de liderazgo, y el talento de más de 300 habitantes de la Ciudad Musical, ha logrado calar en la órbita textil nacional, llevando productos de calidad a los hogares colombianos. 

Ese es Isaac Lozano, un ibaguereño que desde muy joven inició su sueño de crear empresa, se casó con Angélica María Maldonado de Lozano, se convirtieron en los padres de Mario Felipe Lozano, Jorge Isaac Lozano y Diego Armando Lozano y en familia construyeron una de las organizaciones que más genera empleo en la ciudad Lozano y Maldonado Ltda.

EL NUEVO DÍA habló con el propietario de Camisas y Pantalones Monarca para conocer un poco más sobre el camino que ha tenido que recorrer para llegar al éxito, que ha tenido en el mundo empresarial y que lo ha alojado como uno de los referente empresariales en la región. 

EL NUEVO DÍA: ¿Quién es Isaac Lozano, bajo qué valores se basa su vida personal y empresarial?

Isaac Lozano: Soy ibaguereño, mi papá murió cuando yo tenía seis años, mi mamá quedó sola y por eso me tocó desde muy joven empezar a trabajar. Mi mamá me crió bajo la honestidad y la responsabilidad, para mí son los valores más importantes y los que le estoy transmitiendo a mis hijos, a ellos les dejo un legado de una persona respetable, muy honesta y muy responsable en sus deberes, ellos se pueden parar donde se paren y siempre podrán estar con la frente en alto porque su papá es una excelente persona.

E.N.D.: ¿Cómo llega a ser empresario y a liderar una de las marcas más representativas del Tolima? 

I.L.: Desde muy joven he trabajado en el comercio, hice la etapa completa como se dice, me desempeñé como vendedor, administrador y después pasé a ser dueño. Compramos esta empresa entre Humberto Mayolo y yo en sociedad en 1980. Era muy pequeña pero con el tiempo fue creciendo, inicialmente producíamos solo camisas y con los años fuimos implementando pantalón; posteriormente, inauguramos el taller de ropa deportiva. Hemos venido creciendo, hace poco implementamos la línea de dotaciones para secretarias de oficinas, emprendimos la línea de bóxer y este año estamos lanzando la línea de jeans y dril para dama llamado Ányela.

E.N.D.: Cuéntenos más sobre la historia de Monarca

I.L.: Monarca nació en 1968, en la calle 16 entre carreras Segunda y Tercera, y quien la fundó fue Carlos Arturo Hernández, él ya murió. Le compramos la empresa en 1980, él (Hernández) tenía la empresa, pero se enamoró de cultivar arroz, por eso nos la vendió con las cinco o seis máquinas que tenía y el nombre. El nombre nació luego de que se disolviera una sociedad que se llamaba Aler, con su hermano, quien se llama Alfonso Hernández, el hermano (Alfonso) le propuso “yo me quedo con el nombre y usted con la fábrica, pero no puede utilizar la marca Aler”, entonces Carlos se puso a buscar nombre con varios amigos hasta que llegaron a Monarca. Cuando compramos la empresa costó seis millones de pesos que fueron fiados, porque solamente tenía la cédula ya que era empleado; nos la fiaron a 24 meses.

E.N.D.: Usted y Mayolo compraron la fábrica, entonces ¿cómo llegó su esposa a ser socia de la firma? 

I.L.: La sociedad con mi esposa inicia debido a que Humberto Mayolo tuvo una situación económica difícil en otra empresa que él tenía, por eso le tocó vender Monarca y para no hacer un papeleo y liquidarla, mi esposa le compró las acciones, eso fue en 1981. Es decir la primera sociedad duró solo un año.

E.N.D.: ¿Por qué decidió emprender, cómo lo proyectó y qué es para usted Monarca?

I.L.: “Siempre tuve la ambición de tener algo propio, de no depender, pero eso no se dio de la noche a la mañana, logré tener algo 15 años después. Son ilusiones, sueños; uno piensa en conseguir unas comodidades, en no depender de nadie, pero con los años y el crecimiento de la empresa, ya se vuelve una responsabilidad social, cuando uno ya comienza a dar empleo a madres cabeza de hogar, a la juventud, esto pasa a ser una responsabilidad social, donde hay muchos inconvenientes y también muchas satisfacciones como por ejemplo tener los medios para que a muchos empleados le den casa por medio de alianzas empresariales, o como cuando hay crisis y uno tiene que suspender personal, eso le duele mucho, pero cuando se reintegran a uno le da mucha felicidad. Lo económico sigue siendo importante, pero no tanto como lo es la responsabilidad social.

E.N.D.: ¿Qué ha sido para usted su familia?

I.L.: Ha sido definitiva, tanto que mi señora es mi socia, mis hijos ya los involucré en la empresa, el día que yo desaparezca ahí están y la ilusión es que sigan con la empresa. La familia es básica, cuando uno se casa proyecta tener hijos, educarlos, darles un buen ejemplo y eso hasta ahora se ha logrado.

E.N.D.: ¿Cuántos empleos genera hoy Monarca? 

I.L.: Monarca tiene 250 empleados y otras empresas que son de los hijos que se llaman John Paolo y JLM, tienen 120 empleados. Iniciamos con nueve empleados pero a medida del crecimiento de la empresa se ha vinculado más personal. Ahora hay que tener diseñadores, expertos en diseño y otros  más.

E.N.D.: ¿Por qué Monarca se ha reinventado hasta llegar a una línea de ropa para la mujer?

I.L.: Por la necesidad de abarcar nuevos mercados, por ejemplo, la Tienda Deportiva se creó porque observamos que los muchachos llegaban con sus papás y le decían, “papá compre la camisa y yo voy allí y compro la camiseta o las zapatillas”, entonces buscamos traer la juventud también y la mujer. 

E.N.D.: ¿Cómo ve el país empresarialmente?

I.L.: El país viene con una crisis desde el 2015, lo que pasa es que no se notó de una vez, pero viene bajando la economía todos los años y los gobiernos de turno nos dicen que ya pasó y que el año entrante es mejor, pero resulta que no, y sobre todo que se han presentado cosas que no estaban proyectadas en la economía. Por ejemplo, el problema venezolano nos está golpeando tremendamente, porque el venezolano está haciendo exactamente lo que nosotros hicimos hace 20 o  30 años, irnos para Venezuela a trabajar y mandar plata, lo más grave es que ellos ganan plata aquí, la mandan para allá y no consumen acá, si a mucho la comida, pero no consumen ropa y otras cosas. Eso ha afectado la economía nacional, a eso agréguele que le están dando empleo a esas personas para rebajar costos, no todos los empresarios lo hacen, pero se está registrando.

E.N.D.: ¿Cómo ve el panorama regional para el empresariado con los gobiernos locales?

I.L.: El Alcalde hace cosas muy buenas pero descuida otras, y uno entiende que el presupuesto no alcanza e Ibagué es un municipio pobre porque no hay industria, si usted mira, la empresa más grande que tiene la ciudad es Mercacentro y otras empresas que generaban bastante empleo se acabaron como Fatextol, Fibratolima; el municipio no tiene financiación para hacer grandes obras y por eso ve que llevamos 20 años que no hacemos una avenida, ni una grande obra. El Alcalde hace bien con hacer unos parques para los niños, pero deja unas vías completamente acabadas y eso influye mucho en el comercio. Se ha concentrado mucho en las obras de los Juegos y ha abandonado otras cosas.

E.N.D.: ¿Cuál es su percepción de los gremios económicos del Tolima, cumplen con su objetivo?

I.L.: Yo fui representante de los confeccionistas en Fenalco y observé que trabaja cada uno por su lado, nunca se reúnen varios representantes de los gremios para exigirle a los mandatarios de turno, todo lo hace la Cámara de Comercio, y a pesar de que lo hace bien, la Cámara necesita la unión de todos los gremios, pero todos trabajamos por aparte, no hay unión, cuando hay presión de los gremios a los políticos, se comprometen más.

E.N.D.: ¿En el mundo empresarial se han perdido los valores?

I.L.: Se han perdido totalmente los valores y eso es a nivel nacional, eso no se puede negar, ir a decir que es solo el Tolima es mentira, porque la corrupción está en todos los gremios. La corrupción la crean los mismos dirigentes, por ejemplo, uno participa en una licitación, sabe que presentó un buen producto a un precio razonable y no sale favorecido. Es decir, hay motivos que muchas veces uno no conoce como la amistad, plata, hay mucho detalle porque la corrupción ha llegado a todas las esferas.   

E.N.D.:  ¿Cómo analiza la dura  situación del sector textil, cuál cree que puede ser la solución?

I.L.: Es muy difícil, porque competir con el contrabando y la mercancía China es tremendo, sobre todo que muchas empresas adoptan el sistema donde facturan una prenda que vale cinco dólares en un dólar, eso conlleva a que no paguen los impuestos que son, se presta para muchas cosas y venden una prenda muy barata. Observaba que el Gobierno busca adelantar una ley para ponerle impuestos a los textiles y las confecciones, pero se equivocarían si le ponen los impuestos a las telas y no al producto terminado, porque el país no tiene fábricas de telas, eso quiere decir que si le ponen impuestos a la tela, la que antes costaba nueve mil pesos, ahora valdrá 16 mil pesos, así entonces, mi prenda va a ser más cara y el contrabando va a quedar más libre. Hay que controlar el contrabando y traer más telas o crear fábricas de telas para generar más mano de obra.

E.N.D.: ¿Cree que ser emprendedor hoy es más fácil?

I.L.: El emprendedor es una persona que se destaca porque la tecnología también da muchas garantías. No es lo mismo cuando yo arranqué hace 39 años, donde los bancos eran muy cerrados en los créditos y que la tecnología era muy limitada. Yo mandaba o pedía una mercancía y se demoraba ocho días para llegar, hoy se demora si a mucho 12 horas, por ejemplo, hoy ya estamos vendiendo por celular, un cliente llama y me dice mándeme una foto de unas camisas que necesitamos, se toma la foto y se le envía. Hay mucho avance, ha agilizado mucho y los emprendedores tienen esas oportunidades.

E.N.D.: ¿Cree que la tecnología juega un papel importante en el mundo empresarial, la ha aplicado en Monarca?

I.L.: Hay que mantener a la vanguardia, porque si no, lo sacan del mercado a uno, en este momento nuestra fábrica no es la más grande, pero si es una de las tecnológicamente mejor preparada y con la última tecnología para hacer prendas de vestir. El comercio ha venido cambiando gracias a la tecnología en cuanto a la producción como a la comercialización. Hoy el transporte es muy ágil y las comunicaciones más rápidas. 

E.N.D: ¿Qué empresario quizá admira de antes? 

I.L.: Hubo personas en esa época muy emprendedoras, como Salomón Tovar y el mismo alcalde Peñalosa, quien a pesar de la críticas, se le debe todo el desarrollo de Ibagué. 

E.N.D: ¿Cómo se proyecta como empresario y a Monarca?

I.L.: “Gracias al trabajo de todos tenemos certificaciones de ISO y lo hemos logrado para tecnificarnos en calidad. Estamos en Colombia Compra Eficiente y contamos con el acompañamiento del Ministerio y Cámara de Comercio en seminarios que nos enseñan cómo exportar. Aunque el país en este momento no es competitivo porque hay países que nos llevan ventaja por temas de impuestos y costos. Como empresario proyecto posicionar un 30% de mi producción hacia el exterior. 

 

Preguntas y Respuestas 

E.N.D: ¿Qué consejo le daría a una persona que quiera iniciar en el mundo empresarial?

I.L.: Que primero deben tener disciplina en todos los sentidos, disciplina económica y de trabajo. Cuál es la disciplina económica: Yo he visto durante todos estos años que personas muy emprendedoras cuando sienten que el éxito les llegó, no lo saben manejar; entonces ya se creen ricos con un pequeño capital, se compran un carro último modelo o hacen un poco de cosas y eso, lastima, porque las empresas van pidiendo, a las empresas no hay que descapitalizarlas de un solo viaje, porque ellas piden ese capital; es más, con el sistema colombiano, todos los años la inflación se come las utilidades. Usted le saca a una empresa pequeña 200 o 600 millones de pesos y a los seis meses ella está pidiendo, entonces tiene que endeudarse y pagar intereses a los bancos. 

En segundo lugar, muchos emprendedores dicen como ya no soy empleado, no tengo que marcar tarjeta y puedo llegar a la hora que quiera. No le paran bolas a la empresa. Inicialmente hay que tener claro que si yo como empleado entraba a las ocho de la mañana, como dueño debo entrar a las siete, ya cuando la empresa tiene cierta fortaleza puede delegar, como es el caso mío donde tengo un administrador y unos administradores de áreas. Yo delego, pero eso no quiere decir que me vaya a descuidar.

E.N.D: ¿Cuál debe ser el mensaje hacia los representantes de los gremios en el Tolima para que la economía incremente y genere más desarrollo?

I.L.: Que trabajen unidos, que esos dirigentes se unan, no importa del gremio que sea, para presionar hacia los que nos manejan el municipio y el departamento, que le exijamos para que trabajen en beneficio de la ciudad.

E.N.D.: ¿Cuál sería ese mensaje para los mandatarios locales?

I.L.: Yo le diría al Alcalde que tuviera en cuenta al gremio comercial porque somos los que más impuestos pagamos, por ejemplo uno va a otras ciudades y encuentra las calles principales pavimentadas y aquí no, no quiero decir que deben invertir todo en las calles principales, pero quien invierte en la ciudad transita por ellas. Otra cosa es lo de los taches en la vías, creo que Ibagué está muy mal y debe hacer puentes peatonales para evitar tanta muerte, todo ese capital que invirtieron en eso, se había podido invertir en puentes peatonales en los sitios más neurálgicos, los puentes peatonales protegen mucho la vida del peatón y ayuda al comercio porque las personas se trasladan de forma segura.

E.N.D.: ¿Qué es Ibagué para usted, quiere al Tolima?

I.L.: Es una ciudad que a pesar de todos los defectos que he nombrado, todavía se puede educar familia, es sana porque todavía no ha llegado el crecimiento. El sentido de pertenencia que sentimos lo proyectamos en la empresa con nuestro eslogan ‘Viste a Colombia desde Ibagué’. Claro que la queremos.

E.N.D.: ¿Cuál cree que es la virtud que le permita el éxito a un comerciante?

I.L.: El éxito de un buen vendedor es tener mucha psicología, adaptarse al cliente, analizarlo rápidamente, no ser perezoso y tener paciencia.

 

Anécdota

E.N.D.: ¿Qué persona cree que influyó en su camino hacia un mundo empresarial exitoso, tiene alguna anécdota?

I.L.: El primer patrón que tuve fue Celestino Urrego, él me dijo una frase que me quedó para siempre, y es que las culebras se matan por la cabeza, el me dijo “por teléfono a usted lo sacan rápido, usted presencialmente es difícil que le digan que no, haga presencia siempre”. Eso me sirvió una vez, estaba iniciando, resulta que nos fiaron las primeras telas, se hizo producto y se vendió, pero resulta que uno despachaba en noviembre y le pagaban en enero. Yo cité el personal el 15 de enero porque tomé pedidos de telas en diciembre para iniciar producción y resulta que no me llegaron las telas, entonces me acordé de la frase y me fui para Bogotá, allí llegué a la primera empresa que se llamaba Mercantil de Tejidos, el gerente se llamaba Iván Arbeláez, hablé con él y le dije “Don Iván, mire que hice un pedido de seis telas y no me llegó”, él me contestó: “Hombre Isaac es que yo le despaché a usted unas telas y no me ha pagado, cómo le voy a despachar más si no me ha cancelado”. 

Ahí le respondí: “Don Iván si usted no me despacha esas telas no tengo para sacar muestrario e ir a cobrar, y su plata la tienen los clientes que les vendí, si voy con un muestrario mi cliente me paga más rápido y yo le pago a usted”. Él me contestó: “Carajo hasta tiene razón, usted para recoger plata necesita  brindarle producto a los clientes”, entonces dijo ahí están las telas. Emplee ese mismo cuento con otros cuatro proveedores y el 20 de enero tenía aquí más de 20 mil metros de tela.

Credito
RICARDO CORTES

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