Tres disparos en la cabeza, terminaron con la vida de César Augusto Leguízamo Frankis, quien fue ultimado cerca a la entrada del complejo carcelario y penitenciario de Ibagué Picaleña ‘Coiba’.
El caso le fue informado a la Policía y cuando los agentes hicieron presencia en el lugar, descubrieron que el occiso era un guardián del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec.
El cuerpo de Leguízamo estaba tendido en un camino, usado como atajo que toman las personas para salir a la avenida principal.
Los uniformados de la Sijín se encargaron de hacer la inspección y encontraron la maleta en la que Leguízamo llevaba sus objetos personales, entre ellos el uniforme.
Varios investigadores llegaron a hacer inteligencia en la zona y algunos testigos dieron algunas características del homicida, quien remató a Leguízamo en el piso y luego se fue en dirección a la Variante.
Además, analizaron el video de una cámara de seguridad, pero un árbol tapó lo que ocurrió.
¿Por qué lo mataron?
Las horas pasaron y se supo que el fallecido era el encargado del armero y no había reportado alguna amenaza contra su vida.
Por lo anterior, era muy complicado saber el motivo del asesinato.
Sin embargo, a la hora que Leguízamo dejó el lugar también salió el interno Jorge Rojas, quien es muy parecido al muerto.
Es decir, que la hipótesis que tienen es que hubo una confusión y mataron al que no era.
A Rojas lo recogieron y se fue de un permiso de 72 horas.
Perfil
Leguízamo Frankis, de 39 años, llevaba trabajando 17 años en el Inpec y vivía con su mamá.
Además, se supo que el hombre no tenía hijos.
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