‘El Gordo’ tenía el control de 6 municipios del norte

La organización criminal tenía amedrentados con extorsiones y amenazas a comerciantes de Mariquita, Armero-Guayabal, Fresno, Honda, Lérida y Venadillo.

Juan David Henao Giraldo apodado ‘El Gordo’, era el jefe de una peligrosa organización criminal conocida como ‘Los Primos’, la cual se encargaba de extorsionar a comerciantes y prestamistas del norte del Tolima.

La banda había tomado el control de Mariquita, Fresno, Honda, Armero - Guayabal, Lérida y Venadillo.

EL NUEVO DÍA conoció que el 8 de agosto de 2017 ‘El Gordo’ se reunió con los comerciantes de Mariquita y de otras zonas, y les dijo que él era el jefe. Los atemorizó asegurándoles que los desterraría de los municipios sino realizaban los pagos que exigía por medio de giros o de un delegado presencial de la estructura.

Para identificar a las víctimas que realizaban los pagos, el grupo entregaba una calcomanía la cual tendrían que portar para evitar un doble cobro.

Es de anotar que desde Bogotá, ‘El Gordo’ daba instrucciones y coordinaba con alias ‘Z’ para que pidiera el dinero, o amenazara a las personas que se retrasaban o se negaban a dar la cuota.

Por lo anterior, durante un año y medio lograron identificar a Ulises Núñez Corredor, de 33; Juan David Ávila, de 22; Fredy Alexánder Guzmán Calderón, de 22; José Mario Barreto, de 47; Francisco Javier Ariza Barreto, de 19; Samuel Sánchez Jiménez, de 36; José Luis Espitia García, de 39; Juan David Henao Giraldo, de 29; Mario Cerquera León, de 24; Yessica Gamba Cardona, de 27, y Julio César Arroyabe Henao, de 32 años.

Todos fueron judicializados por concierto para delinquir y extorsión agravada. Además, se conoció que los arrestados tenían antecedentes judiciales por homicidio, hurto, porte ilegal de armas de fuego, tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir, lesiones personales, entre otros.

Querían llegar a otros municipios

Según la información de inteligencia de la Policía, ‘El Gordo’ estaría fijando su expansión a Líbano, Villahermosa, Casabianca y Murillo.

Igualmente, pedían efectivo a los conductores de los vehículos repartidores de mercancía que se movilizaban a las localidades afectadas.

Tenía casa por cárcel

El líder de la organización tenía el beneficio de detención domiciliaria y a pesar de esta medida, la evadía y viajaba a diferentes lugares del Tolima, donde se reunía frecuentemente con los miembros de la estructura para dar instrucciones y ordenar los cobros a nuevas víctimas.

Credito
EL NUEVO DÍA

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