El comprobado despertar del voto de opinión en Ibagué es lo primero y más destacable de la jornada electoral que dejó como amplio ganador al candidato del movimiento Mais, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez.

Aunque algunos futurólogos pronosticaban que no tendría preponderancia, se demostró que el voto de opinión puede elegir, pese a las maquinarias políticas y la influencia clientelista con ‘mermelada’ y contratos que se evidenció en la carrera por la Alcaldía.

El triunfo de Guillermo Alfonso Jaramillo es histórico. Con el 30.72 por ciento de los votos depositados en las urnas, en cuatro meses de campaña logró imponer su proyecto político y propinar un duro revés a la coalición política que arropó la candidatura de Jhon Ésper Toledo, heredero del alcalde Luis H. Rodríguez.

El triunfo de Jaramillo se debe en buena parte a la buena valoración que tiene ante la opinión pública y el rechazo ciudadano a la administración de Luis H. Rodríguez, marcada por escándalos de corrupción y críticas a la gestión del alcalde.

La victoria de Jaramillo, inesperada en su claridad, no debe hacer perder de vista que el nuevo alcalde, habida cuenta de la composición del Concejo elegido, podría ver limitado el margen de maniobra de su administración.

La sopresa fue Arango

Con 13 mil 890 votos el candidato Emmanuel Arango se constituyó en otra sorpresa electoral, pese al revés que significa este resultado para el Centro Democrático, respecto de la marcada votación en Ibagué en las pasadas elecciones presidenciales y de Congreso.

Emmanuel Arango multiplicó los 904 votos de la consulta en que fue elegido candidato del partido del expresidente Álvaro Uribe, y logró superar a Pompilio Avendaño por casi cinco mil votos.

La votación de Arango es significativa si se observa que esos votos representaron la diferencia entre Guillermo Alfonso Jaramillo como ganador de las elecciones y Ricardo Ferro en el segundo lugar. Lo que queda claro es que la indefinición sobre su candidato provocó el desplome del Centro Democrático en Ibagué.

Sin embargo, Emmanuel Arango es ganador porque logró irrumpir y sorprender con un resultado electoral que probablemente le asegura una presencia protagónica en el escenario político de la ciudad.

Es difícil saber quién sufrió la peor derrota en estas elecciones en Ibagué

La clase política en general resultó damnificada. Todos los grupos que se aliaron alrededor de la candidatura de Jhon Ésper Toledo recibieron una ‘muenda’ y perdieron terreno frente al voto libre e independiente. Las expectativas y las cuentas que estos apoyos supuestamente representaban y que ostentosamente se alardeó durante la campaña no se cumplieron y las matemáticas fallaron estruendosamente.

Hay, sin embargo, un grupo político que sufrió una derrota peor que las de otros aliados de Toledo. Lo encarnan Jorge Tulio Rodríguez, Jesús María Botero y Luis H. Rodríguez, conocido como los ‘trillizos’, quienes pierden el control de la alcaldía que han detentado desde 2001. Toledo representaba un continuismo de estos tres exalcaldes en el poder local, pero la derrota sufrida los deja ahora en el desierto y en el caso de Luis H. con una serie de investigaciones por casos de corrupción que tendrá que afrontar.

Cambio Radical es otro de los grandes perdedores. Apuntó a Toledo para la Alcaldía y a Mauricio Jaramillo para la Gobernación y con ambos perdió. Aunque Emilio Martínez se volvió a quedar con la Alcaldía de Espinal con Mauricio Ortiz y también ganó en Honda con Juan Guillermo Beltrán, su intención de extender su feudo político en Ibagué e influir también en la Gobernación no le funcionó. De paso, el vicepresidente Germán Vargas Lleras también resulta damnificado con el resultado en Ibagué, de cara a su posible candidatura a la Presidencia en 2018.

El Partido Liberal perdió la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación que hace cuatro años ganó con Luis H. y Luis Carlos Delgado. A pesar de que Rubén Darío Rodríguez pidió perdón por la elección de Luis H. y dio la pelea agitando el trapo rojo, el desprestigio de Luis H. como gobernante liberal y el doble juego que aparentemente efectuó Mauricio Jaramillo para la Alcaldía influyeron para que no tuviera una mejor figuración y el liberalismo perdiera por primera vez el poder en la historia reciente del Municipio.

Aunque Barreto no propinó la ‘muenda’ que había pronosticado a Mauricio Jaramillo, el péndulo regresó a la Gobernación y el 1 de enero de 2016 los conservadores volverán a instalarse en la Gobernación. Pese a este mal resultado, los liberales aún conservan otras joyas de la corona: Cortolima y la UT, donde probablemente Barreto abra un nuevo pulso.

Conservadores regresan a la Gobernación

 La Gobernación del Tolima era una de las duras apuestas del partido Conservador en el país y pese a lo estrecho del triunfo de Óscar Barreto sobre Mauricio Jaramillo, los conservadores pueden presumir de volver a reinar en el Palacio del Mango.

Sin duda, este será un bastión importante de los conservadores para las próximas presidenciales, y prueba de ello es que la excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez, el presidente del Directorio Nacional Conservador, David Barguil, y el expresidente Ándrés Pastrana se mostraron visibles en la campaña de Barreto.